El goleador encantado
Mikel Rico celebra con siete goles en el Athletic su esp¨ªritu maratoniano
"Por cuatro millones no vendo ni una pierna de Mikel Rico¡±, dijo el presidente del Granada Enrique Pina cuando el Athletic aceleraba las gestiones para que el jugador de Basauri (Vizcaya) cambiara las franjas horizontales por la verticales del equipo bilba¨ªno. Concluidas las gestiones, vendi¨® por tres millones las dos piernas, la cabeza, el tronco y las extremidades de un futbolista que ha pasado en unos pocos meses de actor de reparto a protagonista de las pel¨ªculas del Athletic con siete goles (cinco en la Liga y dos en la Copa) en los 21 partidos que lleva defendiendo su nueva camiseta rojiblanca.
Mientras los despachos del Athletic y del Granada bull¨ªan de actividad en agosto de 2013 y los millones iban y ven¨ªan en las pretensiones de unos y otros, Mikel Rico deb¨ªa pensar que el mundo se hab¨ªa vuelto loco. Apenas hab¨ªan pasado 10 a?os desde que el futbolista de 29 a?os decidi¨® irse a jugar al Conquense B, de Tercera Divisi¨®n, pero pensando en el primer equipo, entonces dirigido por Miguel Zurro, un entrenador trotamundos nacido en Basauri, como ¨¦l, que acab¨® dirigiendo al Saint Eloi Lupopo de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y que el pasado mes de noviembre fue destituido como entrenador del Prat de Segunda B.
Valverde buscaba en ¨¦l a ese futbolista que robase balones en el centro del campo y evitase sus ataques
Mikel Rico lleg¨® a Cuenca con un sueldo de 600 euros al mes con el que ten¨ªa que hacer frente a la vivienda y a la manutenci¨®n. El primer milagro tenia que ser en una ciudad encantada. Pero hubo otros. Por ejemplo cuando tuvo que sobrevivir siete meses sin cobrar en el Polideportivo Ejido, en Segunda, que adem¨¢s le pon¨ªa todas las trabas del mundo para fichar por el Huesca, de la misma categor¨ªa. Entre Huesca y El Ejido anduvo varios a?os aquel chico que lo m¨¢s cerca que hab¨ªa estado del Athletic, el club de sus amores, fue en su ¨¦poca de juvenil en el Basconia (filial del rojiblanco) con el que lleg¨® a disputar 10 minutos en Tercera de la mano de Jos¨¦ Luis Mendilibar.
Y de pronto su nombre iba asociado a millones de euros tras tres buenas temporadas en el Granada, pero siempre como laborante del centro del campo. Los goles no eran un asunto que reluciese en su cuaderno de notas. Nueve hizo en su primera temporada en el Conquense en Segunda B, seis cuando m¨¢s en el Huesca. Y para colmo, un gol importante, el que le hizo al Real Madrid B en el Santiago Bernab¨¦u, jug¨¢ndose el ascenso con el filial blanco de Soldado, Jurado, Arbeloa, y que igualaba la eliminatoria, no subi¨® al marcador por una discutida decisi¨®n arbitral en la jugada previa.
Instalado en Granada, el ¨²nico equipo con el hab¨ªa jugado en Primera, resultaba dif¨ªcil pensar que a su edad, el Athletic, que le hab¨ªa visto marchar con el hatillo al hombro, pusiera sus ojos en ¨¦l. Pero Valverde quer¨ªa dotar a su plantilla de m¨¢s m¨²sculo del que ten¨ªa. Hab¨ªa llegado del Betis Be?at -otro que tambi¨¦n hab¨ªa jugado en el Conquense, tres a?os despu¨¦s que Mikel Rico-, pero su apuesta ten¨ªa m¨¢s que ver con la elaboraci¨®n que con la potencia. De Rico se esperaba que fuera el cazabalones, el que redujera los espacios al contrario, el que lo asfixiara, aunque el entorno rojiblanco se estrujaba el mag¨ªn para encontrar un hueco al exnazar¨ª, dando por supuesto que entre Iturraspe, Be?at y Herrera la rendija era muy estrecha. Fondo de armario, pensaron muchos, mezcla de m¨²sculo y veteran¨ªa.
Pero Rico se ha hecho con un puesto en el equipo que parec¨ªa reservado para otros, aunque no para Valverde que buscaba ese futbolista ¡°que robase balones en el centro del campo y evitase sus ataques¡±, como defini¨® el propio Mikel Rico hace algunas jornadas. Y los goles fueron cayendo, todos en San Mam¨¦s, y todos con resultado de victoria (el que le hizo al Valencia fue el del empate, que en San Mam¨¦s supo a victoria). El mi¨¦rcoles, cuando fue sustituido tras sus dos goles al Betis, a Rico se le puso ¡°la piel de gallina¡±, al escuchar a todo San Mam¨¦s acompa?ar su pase¨ªllo al vestuario coreando su nombre. Despu¨¦s dijo que hab¨ªa dedicado el partido a su mujer (a la que conoci¨® en Huesca) y a su hijo, Xabi, al que suele dedicar sus goles haciendo la equis con los dedos.
Con contrato hasta 2016 y una cl¨¢usula de rescisi¨®n de 35 millones, el chico de Basauri (como Gainza o como Yeste) ha multiplicado su valor, liderando dos clasificaciones en el equipo: la de m¨¢ximo goleador y la del futbolista con m¨¢s kil¨®metros en las piernas: solo cuando el bal¨®n se para, Rico se detiene. Su f¨²tbol responde al esp¨ªritu maratoniano. Tanto andar de aqu¨ª para all¨¢, aquellos 600 euros al mes le ense?aron que el f¨²tbol millonario tambi¨¦n es fruto del sacrificio. Y todo comenz¨® en el Conquense. No en vano el f¨²tbol en Cuenca naci¨® de la mano de Fidel Iceta, un industrial bilbaino apasionado de este juego.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.