La ley de los porteros

M¨¢laga y Valencia ofrecieron un bonito espect¨¢culo, entregados sus jugadores a un ritmo de v¨¦rtigo. Un pleito divertido, jugado con ambici¨®n, con un buen Valencia y un aceptable M¨¢laga, pero, por encima de todo, con dos porteros excelentes, Caballero y Alves, que hicieron paradas de todos los colores. Por ejemplo, la del meta brasile?o del Valencia ante el debutante Pablo P¨¦rez. Una mano antol¨®gica. Un choque de mucho f¨²tbol y poco gol, pero emotivo y vibrante, que pudo quedar definido en un remate de Ricardo Costa que acab¨® en la meta de Caballero. El tanto fue anulado por fuera de juego, pero el central parti¨® en posici¨®n correcta.

M¨¢s all¨¢ del resultado, ser¨ªa conveniente deducir que M¨¢laga y Valencia son dos equipos m¨¢s que vivos, revitalizados los andaluces por el trabajo de Schuster y animados los valencianos por el empuje de Pizzi. Seguramente a ambos, en especial al M¨¢laga, le costar¨¢ llegar a puestos europeos, puesto que muestra mucho, pero apenas culmina casi nada. El partido se jug¨® en el r¨¢pido c¨¦sped de La Rosaleda sin tregua, con un Valencia fiado al toque de Banega y el oportunismo del joven Alc¨¢cer, bien parado en el centro del campo con Oriol Romeu y Parejo.

Al control del Valencia respondi¨® el M¨¢laga con velocidad, lanzado por un excelente lateral, sobre todo en ataque, como es Antunes. El choque, trepidante y r¨¢pido, vivi¨® un continuo acercamiento de ambos equipos a las ¨¢reas rivales, donde emergieron los porteros como protagonistas. Lleg¨® m¨¢s el Valencia, que goz¨® de claras ocasiones, pero se top¨® con un Caballero descomunal. El argentino sostuvo a los andaluces, con paradas de todo tipo. Pizzi ha revitalizado a un equipo que, quiz¨¢s, ha perdido demasiados puntos en la primera vuelta.