Roma sufre y gana
El espa?ol logra la victoria en coches diez a?os despu¨¦s de ganar el Dakar en moto impulsado por el apoyo del director de Mini, que fren¨® a Peterhansel
La victoria fue para ¨¦l como una liberaci¨®n. Lo imaginaba as¨ª, tantos a?os persigui¨¦ndola, pero no acertaba a adivinar que acumular¨ªa muchos otros motivos (enfados, tensiones, errores, miedos) para desatarse camino de su primer triunfo en el Dakar en la categor¨ªa de coches. Nani Roma, 41 a?os, el primer espa?ol campe¨®n del Dakar, con una moto, hace exactamente diez a?os, se convierte as¨ª tambi¨¦n en el primero en hacer doblete en las dos categor¨ªas ¨Csolo Hubert Auriol y Steph¨¤ne Peterhansel lo consiguieron antes. Perfectamente posicionado tras un 2013 en el que gan¨® cuatro rallies y aprendi¨® a gestionar las ventajas, a saberse y creerse l¨ªder, el catal¨¢n no solo sud¨® lo suyo al volante, como exige el rally raid m¨¢s duro, tambi¨¦n sufri¨® el liderato, falto de la confianza que deben exigirse los campeones. Y termin¨® pidiendo clemencia ante aquellos que, animados por un Peterhansel algo m¨¢s rebelde que de costumbre, juzgaron su ¨¦xito y olvidaron que esta no es la primera victoria que se decide en los despachos a voluntad del director del equipo en cuesti¨®n. Roma gan¨® el Dakar en una primera semana brillante, pero perdi¨® el favor de la opini¨®n p¨²blica en una segunda parte llena de dudas.
Por mucho que fuera este s¨¢bado cuando Roma alcanz¨® el podio en Valpara¨ªso, el campe¨®n de este Dakar 2014 se acord¨® la noche del mi¨¦rcoles, cuando todav¨ªa quedaban tres etapas para el final, cuando quedaba por disputarse la especial m¨¢s larga ¨C605 kil¨®metros de dunas, pistas de minas, r¨ªos¡-, cuando la competici¨®n se pon¨ªa interesante, con los dos grandes favoritos, Roma y Peterhansel, separados por una distancia ¨ªnfima de poco m¨¢s de dos minutos. Nadie tendr¨¢ nunca la certeza de qu¨¦ hubiera pasado finalmente si Sven Quandt, director del equipo Mini X-Raid, hubiera dado total libertad a sus pilotos para jugarse la victoria en las pistas y las dunas chilenas, como hizo Volkswagen cuando eran Carlos Sainz y Al-Attiyah hace solo unos a?os quienes pelearon cuerpo a cuerpo hasta la ¨²ltima etapa.
Roma se hab¨ªa ganado el derecho a sentirse el justo vencedor de la prueba en una primera semana pr¨¢cticamente perfecta
Claro que se encarg¨® Peterhansel ¨Ca quien Quandt hab¨ªa dado la consigna de respetar el liderato de Roma finalizada aquella d¨¦cima etapa- de dejar claro que estaba en disposici¨®n de luchar, que cuando tira sigue siendo tan r¨¢pido como antes, que es muy peligroso al ataque cuando, como ocurri¨® esta vez, est¨¢ alejado de una primera posici¨®n que obliga a tomarse las cosas con m¨¢s calma. Once victorias le contemplan. As¨ª que ¨¦l, Monsieur Dakar, que hab¨ªa ido recortando las distancias con Roma desde la quinta etapa, a golpe de acelerador, se rebel¨® en la pen¨²ltima. Quiso ganar y colocarse l¨ªder para demostrar que perd¨ªa porque una cl¨¢usula en su contrato le obliga a seguir ¨®rdenes de equipo. Y este s¨¢bado, ¨²ltima jornada del rally, esper¨® en el kil¨®metro 133 de la especial a que Roma le alcanzara para cederle la posici¨®n y facilitar su victoria. El espa?ol gan¨® la etapa con seis minutos de ventaja respecto al franc¨¦s y la carrera con 5,38.
Roma se hab¨ªa ganado el derecho a sentirse el justo vencedor de la prueba en una primera semana pr¨¢cticamente perfecta. Tanto que ¨¦l mismo se sorprend¨ªa de lo bien que le iban las cosas. Gan¨® la tercera y la quinta etapa, la m¨¢s compleja de las que ha alumbrado esta 36? edici¨®n del rally. Pero algo se torci¨® a partir de entonces, camino de Uyuni. Perdi¨® 6 minutos y medio en la sexta etapa respecto a Peterhansel (que lleg¨® a estar a 40 minutos de distancia), uno y medio al d¨ªa siguiente, poco m¨¢s de ocho en la octava jornada de competici¨®n, 11,36 al otro d¨ªa, y casi diez aquel mi¨¦rcoles que terminar¨ªa con una reuni¨®n que pondr¨ªa freno a la remontada del franc¨¦s. Si Monsieur Dakar se hab¨ªa alejado de la victoria en una de las primeras jornadas en la que pinch¨® hasta en seis ocasiones, Roma empez¨® a perder los nervios despu¨¦s por peque?os errores: un d¨ªa un pinchazo, otro d¨ªa una duna que se le atragantaba. Liderar una prueba como el Dakar desde la tercera etapa no es tarea f¨¢cil. Roma sud¨® y sufri¨® este Dakar. Y Quandt, con la aquiescencia de Peterhansel, le dio el empuj¨®n final para que lo ganara.
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