Llull y Rudy tumban a la bestia

La mastod¨®ntica presencia de Sofoklis Schortsanitis sacudi¨® hasta el extremo el parquet del Palacio de los Deportes y exigi¨® como nunca al subcampe¨®n de Europa, que gan¨® un duelo de campeonato. Los 150 kilos de la mole griega del Maccabi pusieron en un brete al Madrid de Laso que necesit¨® sacar toda su furia para defender su fort¨ªn y reafirmar su candidatura a la Euroliga ante un rival de peso y enjundia que llegaba invicto tras cuatro jornadas del Top 16. Llull fue el encargado de tumbar a la bestia con uno de sus febriles arrebatos de pasi¨®n y punter¨ªa que llev¨® al ¨¦xtasis a los 11.814 espectadores que asistieron a la pelea de gladiadores.

El marcador reflejaba un 66-66 a falta de 3m 20s despu¨¦s de una contienda de la m¨¢xima exigencia f¨ªsica. Cada ataque hab¨ªa sido una batalla, cada rebote una refriega, cada bloqueo una escaramuza; hasta que el intr¨¦pido Llull se elev¨® sobre el amasijo de choques, m¨²sculo, sudor y encontronazos para resolver el duelo. El menorqu¨ªn anot¨® los ocho ¨²ltimos puntos de su equipo en el partido con dos triples consecutivos y dos tiros libres que atajaron definitivamente la rebeli¨®n del conjunto de Blatt. Un robo de bal¨®n a Hickman complet¨® la faena (20 puntos, cuatro asistencias y cinco faltas recibidas) y devolvi¨® al Madrid al liderato de su grupo, que ahora comparte con el CSKA y el propio Maccabi.

Hasta llegar al borde del precipicio, el encuentro fue una epopeya, un partido s¨ªsmico; con Schortsanitis ejerciendo el papel de malvado y todo el Madrid intentando contener su embestida. En la hoja de servicios del coloso apenas aparecer¨¢n 15 puntos, cinco rebotes y seis faltas recibidas, pero en su haber quedar¨¢n decenas de bloqueos, una intimidaci¨®n inabarcable y una brega en la pintura que hizo temblar la pizarra de Laso.

Lider¨® la resistencia Rudy Fern¨¢ndez, m¨¢s polifac¨¦tico e hiperactivo que nunca (16 puntos, ocho rebotes y tres asistencias), inmenso en las ayudas para sujetar a Sofo. El escolta fue el primero en ensayar la escapada con dos carreras al contragolpe que desmontaron la efervescencia inicial del Maccabi agitada por la batuta de Hickman (16-8, m. 6) y acudi¨® antes que nadie al reto que le plante¨® Ingles desde el per¨ªmetro.

Pero adem¨¢s de piernas, la contienda requer¨ªa m¨²sculo y colmillo. El Madrid comenz¨® esquivando el cuerpo a cuerpo con dinamismo y destreza, despoblando la pintura y abarrotando el per¨ªmetro. Sin embargo, a cada arre¨®n de los blancos respond¨ªa Blatt reclutando a Schortsanitis que destartalaba la defensa local en su arremolinado intento de frenarle. No fue el d¨ªa de Bourousis y ni siquiera compareci¨® Mejri, as¨ª que fueron Felipe y Slaughter los que se remangaron bajo los aros. Ellos y, sobre todo, Rudy (nadie reba?¨® m¨¢s rebotes que ¨¦l).

Rudy Fern¨¢ndez lider¨® la resistencia y estuvo m¨¢s polifac¨¦tico e hiperactivo que nunca capturando ocho rebotes

Se dispar¨® la tensi¨®n del partido con el pique entre el mallorqu¨ªn e Ingles, con una t¨¦cnica a Laso por protestar a los colegiados (36-31, m. 18) y con una ri?a en el banquillo visitante entre Sofo y Vujcic, uno de los t¨¦cnicos del Maccabi. Pero a la vuelta de la caseta el conjunto israel¨ª transform¨® las tiranteces en intensidad defensiva. R¨¢pidos y rocosos, los de Blatt se amurallaron atr¨¢s y encontraron a Pnini adelante (tres de tres en triples, en ese tramo; cinco de siete al final). Una canasta de Hickman puso dispar¨® las alarmas del Palacio (48-55, m. 26). Sin la habitual inspiraci¨®n de Sergio Rodr¨ªguez, ni la cuota de aportaci¨®n de Mirotic, ni el fusil de Carroll (de nuevo ausente por problemas en una rodilla), el Madrid apret¨® los dientes y las tuercas y se aferr¨® a su defensa (con varias zonas). El primer y ¨²nico triple de Rudy en el partido complet¨® la remontada y volvi¨® a dar la iniciativa a los suyos (60-59, m. 34).

Se alarg¨® la intriga hasta el final; justo hasta que surgi¨® la figura de Llull para completar la tit¨¢nica pelea de su equipo, que llevado en volandas por una afici¨®n desatada, sac¨® un orgullo de campe¨®n en una apasionante batalla.