El T¨ªo Luis
Sin casarse con el poder y despreciando el becerro de oro, Aragon¨¦s deja arte y disc¨ªpulos para hacer mejor a su pa¨ªs
La primera vez que le vi fue un flechazo inmediato. Era un Atleti-Espa?ol que se jugaba de noche. Tendr¨ªa yo ocho a?os. Hubo una falta escorada a la derecha cerca de la frontal, en la porter¨ªa del fondo norte. Luis coloc¨® la pelotita, avanz¨® hacia ella y la meti¨® por la escuadra como el que lava. Pero el ¨¢rbitro, solo ¨¦l sabe por qu¨¦, mand¨® repetirla. As¨ª que all¨¢ fue Zapatones otra vez: golazo por la misma escuadra. Esa noche decid¨ª qui¨¦n ser¨ªa mi ¨ªdolo. El T¨ªo Luis.
42 a?os despu¨¦s, la admiraci¨®n, la emoci¨®n y el mito siguen intactos. No hay nadie que haya encarnado como ¨¦l la maravillosa sensaci¨®n que significa ser del Atleti. Su humor a prueba de imb¨¦ciles, su coraz¨®n de una pieza y sin dobleces ¡ª?qu¨¦ memorable noche de p¨®quer, tabaco y bebercio pasamos en Madrid!¡ª, su seriedad zumbona, su inteligencia, su pasi¨®n, su escepticismo, y esas ganas de hacer saber al vecino arrogante que para ganarnos hay que sudar sangre.
Que fuera solo 13 veces internacional en 17 a?os de carrera explica muchas cosas. Que lo echaran de la selecci¨®n ¡ªfinalmente, un equipo de verdad¡ª despu¨¦s de ganar la Eurocopa y de inventarse una nueva forma de jugar, un estilo e incluso una marca, La Roja, demuestra qu¨¦ tipo de ignorantes y mequetrefes mandan en este desagradecido pa¨ªs.
Elev¨¢ndose sobre la mediocridad ambiente a base de temperamento y de talento, el T¨ªo Luis siempre supo cu¨¢l era el camino hacia la victoria, la justicia y la felicidad. Ense?ar a un par de generaciones toda una filosof¨ªa de vida siendo solamente un futbolista no est¨¢ al alcance de muchos. Seguramente, no nacer¨¢ en cien a?os nadie como ¨¦l, aunque el Cholo se le viene pareciendo cada vez m¨¢s. Eso era lo bueno del T¨ªo Luis: sin casarse nunca con el poder y despreciando el becerro de oro, ha dejado arte, sabor y disc¨ªpulos suficientes como para hacer mejor a su tiempo y a su pa¨ªs.
Quiz¨¢ por eso hoy deber¨ªa ser un d¨ªa de luto nacional y alguien deber¨ªa erigirle una escultura. Aunque, por supuesto, esto no pasar¨¢, tampoco importa mucho. La lecci¨®n, de f¨²tbol y de vida ¡ªpese a la tendencia depresiva¡ª est¨¢ dada.
Gracias por todo, y hasta siempre, Zapatones. Querido T¨ªo Luis.
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