Pinto da vida al Camp Nou

No hay seguramente un sitio m¨¢s fr¨ªo hoy d¨ªa que el Camp Nou. El estadio se ha vaciado hasta quedar desnudo, como si nunca se hubiera jugado al f¨²tbol, ni actuara de local un equipo mundialmente famoso de nombre Bar?a. Nadie dir¨ªa que es la cancha de Messi. Ni tampoco parece el mejor escenario para una entidad que presume de ser m¨¦sque un club. No es f¨¢cil explicarse tanto abandono por m¨¢s que la temperatura sea baja, los partidos se disputen muy tarde y adem¨¢s se televisen.

Tampoco es normal que se haya ido el presidente sin m¨¢s ni menos, igual que no hubiera estado nunca en el palco, presa de un sobrecogedor silencio. Fue Rosell quien prometi¨® al fin y al cabo que arreglar¨ªa los horarios del Camp Nou. No es f¨¢cil reconocer al estadio azulgrana, a Messi, al Bar?a. No es que al barcelonismo le haya dado un ataque de tristeza ni tampoco se puede afirma que es v¨ªctima un proceso de desnaturalizaci¨®n. A falta de emoci¨®n y pasi¨®n, se impone un cierto desinter¨¦s y desafecto.

Hiberna seguramente el Bar?a a la espera de mejores tiempos, como por ejemplo de la final de Copa, ahora mismo bien enfilada despu¨¦s de una esforzada y afortunada victoria contra la Real, sorprendentemente temerosa, rematada seguramente por el ¨¢rbitro, muy desacertada y bien defendida por Pinto. El portero suplente del Bar?a fue la figura en un suced¨¢neo de partido presenciado por 38.000 espectadores, muchos en distintos estadios, muy pocos para un club como el Barcelona.

A juzgar por el ambiente pareci¨® un encuentro furtivo, nadie hubiera dicho que se jugaba una semifinal de Copa si no es por las alineaciones de los entrenadores.

A excepci¨®n de Pinto, Martino dispuso el equipo titular, el mismo que perdi¨® tambi¨¦n contra el Valencia en la Liga. Nada nuevo por otra parte respecto a la temporada pasada salvo que Cesc ahora va por delante de Iniesta. No solo se trataba de vencer sino de convencer, dos apuestas en una, despu¨¦s del desconcertante resultado del s¨¢bado: 2-3. No se dio la combinaci¨®n: ganaron los azulgrana por su trabajo y competitividad, por saber estar en una cancha an¨®nima, dichosos en las acciones decisivas, muy escasos de f¨²tbol.

Tambi¨¦n Jagoba Arrasate le dio un tratamiento especial al encuentro. Ayer no era cuesti¨®n de jugar por jugar ni tampoco de quedar bien, signos de identidad de una Real admirable por su manera de interpretar el f¨²tbol. Quer¨ªa el t¨¦cnico que el pase a la final se decidiera en Anoeta y crey¨® que la mejor manera era plantar una defensa de cinco con dos medios en el Camp Nou y rematada por dos balas como Griezmann y Vela. No le sali¨® bien la jugada al t¨¦cnico de la Real.

A los locales les falt¨® fluidez y velocidad de bal¨®n contra 11 e igualmente contra 10

No atinaron los dos delanteros en el mano a mano, reducidos Griezmann y Vela por Pinto, y tampoco cerr¨® bien el pelot¨®n de zagueros, sorprendidos a la salida de un saque de esquina, disminuidos por la expulsi¨®n de ??igo Mart¨ªnez, retratados en un segundo gol disparatado: Cesc habilit¨® a Alexis, el chileno remat¨® al palo, la pelota se sali¨® hacia Elustondo y el volante la rechaz¨® hacia dentro, en direcci¨®n a su propia porter¨ªa, hasta el punto que rebot¨® en el cuerpo del portero: 2-0.

La Real se dej¨® someter demasiado tiempo por el Barcelona. Quiz¨¢ se confi¨® demasiado, animada porque cada vez que Vela y Griezmann se arrancaban en el campo descuartizaban a la zaga azulgrana y tumbaban a Mascherano. Tuvieron dos ocasiones muy claras hasta que tomaron el 1-0. Vencido Zubikarai y en inferioridad num¨¦rica no le qued¨® m¨¢s remedio al equipo de Arrasate que cubrirse ante Messi. Tampoco result¨® porque Elustondo, un volante reciclado como central por la expulsi¨®n de ??igo Mart¨ªnez, puso la pata y venci¨® a su portero: 2-0.

Al Barcelona le falt¨® fluidez y velocidad de bal¨®n contra 11 y contra 10. Anda el equipo aturdido, incluso torpe, reincidente en la p¨¦rdida del cuero, nada clarividente cuando hay que ganar espacios interiores, poco profundo por las bandas, vulnerable en defensa. ?nicamente se aceler¨® a partir de los arrebatos de Pedro y Alexis y de un par de aceleraciones de Messi, muy rebajado, nada inspirado, ni como falso 9 ni como 10, sin suerte. Marr¨® un remate f¨¢cil con la derecha y mand¨® un libre directo a la cruceta derecha de Zubikarai.

Griezmann y Vela, dos balas, no atinaron en sendos mano a mano contra el meta azulgrana

Los goles delataron al fin y al cabo la confusi¨®n que rein¨® siempre en el ¨¢rea de la Real. A falta de creatividad y sorpresa, y sobre todo de precisi¨®n y finura, se impon¨ªa la presi¨®n, la intensidad y la intimidaci¨®n, el juego a bal¨®n parado, valores comunes que habitualmente conducen al desorden, al alboroto y a los rechaces. As¨ª fue como lleg¨® el gol de Busquets y la derrota de la Real. Abatido su guardameta, ??igo Mart¨ªnez pidi¨® explicaciones al ¨¢rbitro porque en la jugada precedente no hab¨ªa pitado penalti y expulsado a Mascherano por derribar a Vela.

El colegiado dio continuidad a la jugada, abortada finalmente por Pinto, y en la transici¨®n ofensiva azulgrana lleg¨® el gol de Busquets. Ya no tuvo posibilidad de r¨¦plica la Real, que no solo se limit¨® a defender sino que se meti¨® el segundo tanto en la propia puerta de Zubikarai. Ni contra diez mejor¨® el Barcelona. No le hizo falta porque le regalaron el 2-0. Un resultado espl¨¦ndido si se tiene en cuenta que el Bar?a no es el Bar?a, Messi no se parece a Messi, Xavi nada tiene que ver con Xavi y el Camp Nou ha desaparecido desde que se ha proyectado el nuevo Camp Nou.