Rebeli¨®n en el campo
¡°Los humanos somos para los dioses como las moscas para los ni?os malvados¡±
¡ªShakespeare, ¡®Rey Lear¡¯.
Cosas sorprendentes ocurren en el f¨²tbol, incluso m¨¢s que el 5-1 que le propin¨® el Liverpool al Arsenal ayer, como por ejemplo lo que ocurri¨® esta semana en la Coppa Sicilia entre un par de equipos que juegan en la octava divisi¨®n italiana. Borgata Terrenove gan¨® 14-3 al Bagheria. Lo curioso no fue tanto el resultado como el hecho de que tres jugadores del Bagheria metieron ocho goles en propia puerta en los ¨²ltimos 10 minutos.
Cantona, el Racing y el Milan tuvieron la valent¨ªa de plantarse. A ver si hay m¨¢s
No est¨¢ muy claro qu¨¦ fue lo que les motiv¨® pero quiz¨¢ fue algo parecido a lo ocurrido en el a?o 2002 en Madagascar, cuando se bati¨® el r¨¦cord mundial de goles en un encuentro oficial. El AS Adema gan¨® 149-0 al Stade Olympique l¡¯Emryn y todos los goles fueron en propia puerta. En aquel caso se supo el porqu¨¦. Los autogoles del Stade Olympique fueron una protesta de sus jugadores por lo que consideraron una decisi¨®n arbitral grotesca durante los primeros minutos del partido.
El gesto tuvo su coherencia. Seg¨²n los jugadores el partido lo iba a arruinar el ¨¢rbitro y ellos lo acabaron de arruinar del todo. Los espectadores posiblemente se hubieran sentido defraudados pero a la larga tuvieron el consuelo de saber que hab¨ªan presenciado un acontecimiento hist¨®rico. La rebeli¨®n contra la autoridad establecida siempre tiene un punto de grandeza y, aunque hay se?ales de que se empieza a instaurar como fen¨®meno en el f¨²tbol, la pena es que no se vea m¨¢s a menudo.
Nos referimos a las tiran¨ªas medievales que se siguen tolerando en el f¨²tbol en pleno siglo XXI. Tiran¨ªas de todo tipo, las de los due?os de los clubes, las de las federaciones (sin excluir a la FIFA) y hasta las de los propios aficionados.
Un caso entre miles de las arbitrariedades de los due?os se vio esta semana cuando el Swansea City despidi¨® a su entrenador, Michael Laudrup, que hab¨ªa obrado maravillas con el modesto y admirado club gal¨¦s. Lleg¨® al Swansea en junio de 2012 y nueve meses despu¨¦s el equipo gan¨® el primer trofeo de sus 100 a?os de historia, la Copa de la Liga, en Wembley. Ahora Laudrup ha sido echado a la calle con el equipo duod¨¦cimo en la Premier League. Los due?os no solo le dijeron que prescind¨ªan de ¨¦l; le exigieron que se marchara sin poder hacer lo que ¨¦l les pidi¨® como un ¨²ltimo favor, decir adi¨®s a sus jugadores.
Como gesto solidario, para dejar claro que a la gente no se le puede tratar as¨ª, no hubiera estado mal que los jugadores del Swansea hubiesen marcado una docena de autogoles en su derby ayer contra el Cardiff City. O, como los jugadores del Racing de Santander hace 10 d¨ªas, haberse negado a jugar.
En cuanto a las federaciones, ?por d¨®nde empezar? Quiz¨¢ con la espa?ola y la rid¨ªcula incoherencia de imponer tres partidos de suspensi¨®n a Cristiano Ronaldo y castigar al ¨¢rbitro que lo expuls¨® con un mes fuera de juego. En el siguiente partido del Real Madrid, ?lvaro Arbeloa mereci¨® ser expulsado tres veces, como se?al¨® un analista de la televisi¨®n inglesa, pero permaneci¨® en el campo y el ¨¢rbitro no recibi¨® ninguna sanci¨®n.
La tiran¨ªa de los aficionados se manifiesta en la libertad que algunos sienten para corear barbaridades que poco tienen que ver con la civilizaci¨®n en la que hoy vivimos. Como por ejemplo los gritos racistas ¡ªo peores¡ª contra Marcelo, del Madrid, esta semana. El resto del equipo podr¨ªa haber imitado el ejemplo del Milan el a?o pasado, cuando todos los jugadores abandonaron el campo como respuesta a unos c¨¢nticos dirigidos a su compa?ero ghaniano Prince Boateng. Es verdad que el partido del Milan fue un amistoso y el del Madrid una semifinal de Copa, pero el impacto de algo parecido en el Bernab¨¦u hubiera sido devastador e hist¨®rico. En comparaci¨®n con el valor del mensaje que hubieran lanzado al mundo, ganar una copa m¨¢s o una copa menos es una an¨¦cdota.
Eric Cantona lo tuvo muy claro aquella vez cuando respondi¨® a un aficionado que le insultaba con una justa y merecida patada kung fu. ?l, el Racing, el Milan y, a su manera, el Stade Olympique l¡¯Emryn tuvieron la valent¨ªa de rebelarse. El Bagheria, aunque a¨²n no se sabe, quiz¨¢ tambi¨¦n. A ver si hay m¨¢s.
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