El noruego eterno
Ole Einar Bjoerndalen, a los 40 a?os y una nueva vida personal, iguala el r¨¦cord de 12 medallas invernales
El noruego eterno, Ole Einar Bjoerndalen, agrand¨® a¨²n m¨¢s su leyenda. R¨¦cord y longevidad como si una nueva vida personal le hubiese devuelto a la juventud. No era el m¨¢ximo favorito como en Juegos anteriores, pero a sus 40 a?os a¨²n ha sabido mantener el oficio de duro esquiador de fondo y templado tirador. El rey del biatl¨®n, la prueba n¨®rdica que combina ambas modalidades, venci¨® en la prueba m¨¢s corta, los 10 kil¨®metros, como hace 16 a?os en Nagano, cuando empez¨® a subirse a lo m¨¢s alto de los podios, ya con 24. Con 19 lo hizo este s¨¢bado en el esqu¨ª acrob¨¢tico de baches Justine Dufour-Lapointe, ¨²ltimo oro de la jornada que se esperaba para la estadounidense Hannah Kearney, ganadora en Vancouver 2010. Pero solo fue bronce porque Chloe, de 22 a?os, hermana de Justine, logr¨® la plata. Todo un hito, m¨¢s asombroso a¨²n porque la hermana mayor, Maxime, de 24, qued¨® 12 y no pudo entrar en la final de seis tras ir de m¨¢s a menos en la competici¨®n. No todos resisten la edad, porque los baches son un martirio para las rodillas.
Bjoerndalen llevaba hasta ahora seis medallas de oro, cuatro de plata y una de bronce, su impresionante balance en cuatro ediciones ol¨ªmpicas. Los cuatro t¨ªtulos en Salt Lake City 2002 fueron su gran explosi¨®n y tras quedar solo con dos platas y un bronce en Tur¨ªn 2006 ¨²nicamente pudo sumar su sexto oro, pero gracias al relevo de 4 x 7,5 kil¨®metros en Vancouver 2010. Por eso tiene a¨²n m¨¢s m¨¦rito un nuevo triunfo individual.
Ya ha igualado a otra leyenda, su compatriota Bjorn Daehlie, que ten¨ªa el r¨¦cord de 12 medallas invernales en el esqu¨ª de fondo, con ocho de oro y cuatro de plata, en solo tres Juegos: Albertville 92, Lillehammer 94 y Nagano 98. Entre los 25 y los 31 a?os. Daehlie, pr¨®spero hombre de negocios, tambi¨¦n estuvo entre los sospechosos del dopaje con EPO en la ¨¦poca, pero nunca se prob¨® y ¨¦l lo desminti¨® categ¨®ricamente.
Bjoerndalen, limpio de sospechas, a¨²n puede sumar otra medalla el lunes, en la persecuci¨®n sobre 12,5 kil¨®metros, donde solo fue s¨¦ptimo hace cuatro a?os. Pero entonces ten¨ªa 36¡.y llevaba camino de emprender una nueva vida. Tras ocho a?os de relaci¨®n y seis de casados (en 2006, el a?o de Tur¨ªn) se divorci¨® en 2012 de la tambi¨¦n biatleta Natalia Santer. Desde una coincidencia durante unos entrenamientos con la bielorrusa Darya Domrachova todo cambi¨®. Aunque hay discreci¨®n por parte de los protagonistas, la relaci¨®n es un hecho y parece haberle ido muy bien. Domrachova, de 27 a?os, doble campeona del mundo y bronce en Vancouver en los 15 kil¨®metros, su ¨²nica medalla ol¨ªmpica, compite hoy en la prueba tambi¨¦n corta de 7,5 kil¨®metros.
Bjoerndalen fall¨® un tiro en la primera serie de las dos de cinco, lo que le oblig¨® a dar una vuelta de penalizaci¨®n y perder tiempo. Otro error hubiera sido fatal, porque no le acosaron los favoritos, el franc¨¦s Fourcade y el alem¨¢n Schempp, que decepcionaron, pero s¨ª el austriaco Landertinger y el checo Soukup, que lograron las 10 dianas. Bjoerndalen, con la emoci¨®n de las grandes gestas, tuvo que alcanzar su ¨²ltima gloria casi al sprint, apenas por 1,3 segundos.
La reina del fondo
Noruega es la gran favorita para imponerse en el medallero y no ha tardado en confirmarlo. Marit Bjoergen ya fue la reina de Vancouver con tres oros, una plata y un bronce en el esqu¨ª de fondo. Ha empezado cuatro a?os despu¨¦s como termin¨®. Fuerza y astucia absolutas para imponerse en el skiatl¨®n, prueba de 15 kil¨®metros, la primera parte con esqu¨ª cl¨¢sico (en paralelo) y la segunda, tras cambiar incluso de tablas, con modalidad libre (estilo patinador). Bjoergen, siempre en el grupo de cabeza, sigui¨® el ataque de la sueca Kalla a falta de un kil¨®metro y la super¨® tras la ¨²ltima curva de la bajada despu¨¦s de levantar los palos, otear el horizonte de la meta y atacar como una veterana depredadora. Ya en el plano no se le pod¨ªa escapar su octava medalla, pues tambi¨¦n logr¨® dos platas en otras pruebas de 2002 y 2006. Otro r¨¦cord que no ha terminado y puede llegar al de Bjoerndalen, pues le quedan cinco pruebas a¨²n. Tras la carrera no solo consol¨® a su compatriota Johaug, que llev¨® el ritmo gran parte de la carrera y fue superada por su compa?era Weng para el bronce, sino que hubo l¨¢grimas por la muerte de un hermano de Astrid Jacobsen, otra estrella noruega, segunda en la Copa del Mundo de esta temporada.
Holanda, en canales de oro, plata y bronce
Son famosas las carreras por sus canales cuando se hielan. Holanda siempre ha sido una potencia en el patinaje sobre hielo y con su l¨ªder Sven Kramer a la cabeza empez¨® copando el podio masculino en la primera carrera de 5.000 metros. Kramer gan¨® arrolladoramente con cinco segundos de margen, bati¨® su r¨¦cord ol¨ªmpico por cuatro y se convirti¨® en el segundo patinador, tras el gran sueco Tomas Gustafsson, oro en 1984 y 1988, que repite triunfo en la distancia.
Am¨¦rica, en la modernidad
Estados Unidos no gan¨® medallas en tiempo de la URSS, pero nadie pens¨® que alg¨²n d¨ªa fuese de esta forma. En Mosc¨² 80 lo hubiera hecho para discutir la supremac¨ªa de la ¨¦poca, incluso frente a la RDA, en la gran mentira del amateurismo marr¨®n y el dopaje. Con deportes cl¨¢sicos. Pero el boicoteo de Jimmy Carter lo impidi¨® y ahora ha sido a saltos y acrobacias. Y en la primera prueba del calendario, curiosamente, el nuevo slopestyle del snowboard. En ausencia de Shaun White dio la sorpresa su compatriota Sage Kotsenburg. Max Parrot fall¨® y Canad¨¢ s¨®lo tuvo el bronce gracias a otro genio de las piruetas, Mark McMorris, que tras caer varias veces desde el jueves tuvo el enorme m¨¦rito de resistir hasta la ¨²ltima manga sin recuperarse a¨²n de una reciente fractura de costilla. Es ya el circo del m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa y con riesgos continuos, algo que encanta en Am¨¦rica. Aunque Noruega, pa¨ªs que sabe adaptarse a todo, se llev¨® la plata con Staale Sandbech.
La esperanza estadounidense de abrir y cerrar el d¨ªa para que los vieran los russians, el viejo enemigo de cualquier ¨¦poca, lo frustraron las hermanas de Montreal. Dufour-Lapointe se ganaron hasta el prime-time de la NBC. En todo caso, Am¨¦rica, en la modernidad.
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