Bandera blanca en el Calder¨®n
El Real Madrid se pasea ante un Atl¨¦tico rendido desde el calentamiento en un partido marcado por una espeluznante ca¨ªda del joven Manquillo y un mecherazo a Cristiano Ronaldo
A falta de f¨²tbol, un simulacro de partido dej¨® un episodio escalofriante, como una ca¨ªda de Manquillo que le retorci¨® las cervicales, y un pavoroso mecherazo de un desalmado espectador a Cristiano cuando se iba en el descanso. Si siempre es un hecho injustificable, todo el delito del portugu¨¦s fueron dos goles tras dos aut¨¦nticos penaltis en el primer cuarto de hora y una desdichada e involuntaria participaci¨®n en el accidente de Manquillo.
De f¨²tbol, ni una gota, porque el Atl¨¦tico se salt¨® el partido a partido y dej¨® que le resbalara la Copa tras su gatillazo de la ida. Rebajado desde la alineaci¨®n y en actitud contemplativa desde el calentamiento, el grupo de Simeone entreg¨® la cuchara. Nunca plante¨® batalla, siquiera hizo amago. Nada de nada. Ni un arrebato de salida que mantuviera la fe de una hinchada aterida en una noche tan borrascosa. El Madrid derrib¨® el andamiaje de la era Simeone: por primera vez, con el Cholo al mando, el equipo encaden¨® tres derrotas consecutivas y sum¨® la primera en el Calder¨®n desde mayo de 2013.
ATL?TICO, 0-MADRID, 2
Atl¨¦tico: Aranzub¨ªa; Manquillo (Juanfran, m. 46), Alderweireld, Miranda, Ins¨²a; Koke, Mario Su¨¢rez, Diego (Adri¨¢n, m. 46), Sosa; C. Rodr¨ªguez y Ra¨²l Garc¨ªa (Gabi, m. 60). No utilizados: Bono; God¨ªn, Arda y Mesa.
Real Madrid: Casillas; Carbajal, Varane, Ramos (Nacho, m. 46), Arbeloa; Xabi Alonso, Modric (Casemiro, m. 66), Illarra; Cristiano (Jes¨¦, m. 75), Isco y Bale. No utilizados: Diego L¨®pez; Pepe, Benzema y Di Mar¨ªa.
Goles: 0-1. M. 6. Cristiano, de penalti. 0-2. M. 16. Cristiano, de penalti.
?rbitro: Undiano Mallenco. Amonest¨® a Illarramendi, Arbeloa, Cristiano, Miranda.
Unos 50.000 espectadores en el Vicente Calder¨®n.
Con el Atl¨¦tico anestesiado, sin el cromosoma que le ha distinguido con el t¨¦cnico argentino, el Madrid no tard¨® en penalizar a su adversario. Dos arreones sin m¨¢s de Cristiano y Bale, y dos descalabros en la defensa local. El primero de Manquillo, que atropell¨® en su carrera a CR, un penalti casi id¨¦ntico al que el propio chaval cometiera hace poco en Vallecas, con Bueno como v¨ªctima. Cristiano estamp¨® la pelota en la red de Aranzubia, que lleva una semana maldiciendo su suerte. M¨¢s a¨²n cuando por el otro lateral, Ins¨²a hizo la tijera a Bale, al que golpe¨® con una pierna y remat¨® con la otra. Otra vez, CR como verdugo y Aranzubia como v¨ªctima.
Ni antes ni despu¨¦s tuvo repuesta el equipo rojiblanco, salvo en un remate al palo de Ra¨²l Garc¨ªa, ayer capit¨¢n, ariete y convertido en el machote de todos en sus perpetuos altercados con Xabi Alonso. Una chicha de m¨¢s, un solo para la grada en un encuentro de bandera blanca. Tras el ¨²ltimo encaramiento con Alonso, Simeone le mand¨® al div¨¢n, por donde tendr¨¢ que hacer pasar a m¨¢s de uno.
Si el Atl¨¦tico no envid¨® con un ariete, tampoco lo hizo el Real Madrid. Ancelotti no quiere renunciar a Isco, al que no ve como volante y le busca un traje como falso nueve. Hace tiempo que el f¨²tbol exili¨® a los extremos, ahora son los atacantes los que se forran de otra manera. Al estilo Benzema, Ancelotti cree en la capacidad del malague?o para dar vuelo a los verdaderos pu?ales del equipo, CR y Bale. La idea del entrenador italiano no resulta descabellada. Isco o Benzema son delanteros asistentes y tampoco est¨¢n rega?ados con el gol. Un estupendo taconazo de Isco habilit¨® a Bale en el penalti de Ins¨²a.
Rendido el Atl¨¦tico, Modric se encaden¨® a la pelota y el partido se jug¨® a su antojo, ante la mirada perdida de sus rivales, temerosos de recibir una zurra de cuidado. Con los colchoneros en los huesos, no apret¨® el Madrid, reservado para futuras urgencias, m¨¢s ocupado en el rodaje de gente como Varane, Isco e Illarra. Como prueba, hasta Cristiano tuvo una tregua anticipada. Pese a estar castigado en Liga, Ancelotti le protegi¨® cuando quedaba un cuarto de hora. En realidad, hac¨ªa una semana que no hab¨ªa partido en el Manzanares. Todo estaba supeditado a detalles como los registros de Casillas, capaz de batir r¨¦cords hasta cuando le intentan aparcar en Liga. Si no puede ser en la Liga, pues a por la Copa, donde el capit¨¢n no ha encajado un gol en ocho partidos, en m¨¢s de 12 horas. Casillas marca los tiempos en los derbis. No hay forma de que el Atl¨¦tico le someta. El Madrid no pierde en el Calder¨®n desde junio de 1999. Gui?os del destino, del f¨²tbol, que es juguet¨®n: dos meses antes, Iker estaba en el banquillo de la Espa?a que se proclam¨® en Nigeria campeona del mundo juvenil. S¨ª, como ahora en la Liga, entonces no era titular. Al frente de la porter¨ªa del equipo de I?aki S¨¢ez estaba Aranzubia, el buen portero riojano al que le ha llegado la hora en la peor ventisca del Aleti.
El Madrid ya tiene un t¨ªtulo a tiro. A su vecino le queda resarcirse y recuperar la senda por la que ha sido capaz de competir con los gigantes espa?oles y europeos. Si se mantiene en la cumbre, el 2 de marzo volver¨¢ el Madrid al Manzanares. Quiz¨¢ esa sea otra historia o la historia se repita tras el par¨¦ntesis victorioso en la despedida de Mourinho y el primer derbi de Ancelotti. Habr¨¢ que ver si esta eliminatoria no le ha puesto ante su verdadero espejo.
Y ojal¨¢ que en pr¨®ximos cap¨ªtulos sean menos groseros en el campo ¡ªcomo en la ida¡ª y sin un solo energ¨²meno en las tribunas. Por suerte, el de anoche est¨¢ identificado. Y, tambi¨¦n por fortuna, lo de Manquillo se qued¨® en un esguince. El f¨²tbol, para otro d¨ªa.
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