¡°Yo era un bicho raro¡±
El pintor Dar¨ªo Villalba recuerda c¨®mo en 1956, con 16 a?os, se convirti¨® en el primer patinador art¨ªstico espa?ol en unos Juegos, y el ¨²nico hombre hasta Javier Fern¨¢ndez
Dar¨ªo Villalba (San Sebasti¨¢n, 22 de febrero de 1939) se?ala un amplio espacio en su estudio de pintura y fotograf¨ªa en Madrid. ¡°Fue ah¨ª¡±, recuerda. ¡°Le ped¨ª a Javier Fern¨¢ndez que hiciera, sin patines, un cu¨¢druple. Y me qued¨¦ alucinado con lo que saltaba. Impresionante¡±.
Ese encuentro de hace tiempo uni¨® dos juventudes dedicadas con pasi¨®n al patinaje. La de Dar¨ªo Villalba, el primer patinador art¨ªstico espa?ol en unos Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno, en Cortina d¡¯Ampezzo (Italia) en 1956, y la de Javier Fern¨¢ndez (Madrid, 1991), el doble campe¨®n europeo que cogi¨® su testigo en Vancouver 2010 y que en Sochi aspira a todo entre ma?ana (programa corto) y el viernes (libre). Fern¨¢ndez conoci¨® entonces, de boca de su protagonista, la bonita historia de un pionero, un ni?o que fue feliz patinando y que hoy es un pintor de prestigio, Premio Nacional de Bellas Artes Pl¨¢sticas, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y Medalla al M¨¦rito en las Bellas Artes, entre muchas otras distinciones.
¡°Recuerdo mis inicios con nostalgia¡±, explicaba ayer Dar¨ªo Villalba en su estudio, entre cuadros y fotograf¨ªas. ¡°Yo ten¨ªa 11 a?os y mi padre [Luis Villalba] era c¨®nsul espa?ol en Filadelfia. Tambi¨¦n hab¨ªamos estado en Boston. En el colegio, los mi¨¦rcoles por la tarde nos llevaban a patinar sobre hielo. Y result¨® que yo ten¨ªa muchas dotes para el patinaje y enseguida me hice con todos los premios en Filadelfia. La tragedia para mi carrera fue volver a Espa?a, a los 14 a?os, porque aqu¨ª no exist¨ªa ninguna pista de hielo, nada de nada, solo una peque?ita en un cabar¨¦¡±.
El sue?o de seguir patinando sobre hielo estuvo a punto de esfumarse para Dar¨ªo. Solo su pasi¨®n convenci¨® a sus padres para que le pagaran los viajes y los entrenamientos cuando hac¨ªa un par¨¦ntesis en sus estudios, en verano, cuando iba a Chamonix, y en invierno, a Londres y a Suiza. As¨ª sigui¨® vivo en ¨¦l ese amor por las piruetas, los saltos y el tacto del hielo bajo unos patines ¡°bastante sencillos¡±. Los Campeonatos de Espa?a, en La Molina (Girona), casi eran un aburrimiento para ¨¦l. ¡°Ganaba con los ojos cerrados. Nadie sab¨ªa patinar en Espa?a en esos a?os. Y tampoco hab¨ªa m¨¢s competiciones aqu¨ª¡±, dice. El nivel era baj¨ªsimo, apenas tres o cuatro chavales procedentes del patinaje sobre ruedas, nula competencia para un chico que bailaba sobre las cuchillas. No le hab¨ªan interesado otros deportes, si acaso un poco el tenis. ¡°Ten¨ªa aut¨¦ntica pasi¨®n por el patinaje, aunque es un deporte dur¨ªsimo. Deb¨ªa entrenarme mucho y estar dispuesto a darme muchos trompazos y seguir. Yo era un bicho raro entre mis compa?eros y amigos. As¨ª me sent¨ªa. Nadie entend¨ªa nada de patinaje. Me preguntaban el nombre de alg¨²n futbolista y yo pensaba a ver si se me ocurr¨ªa uno... ?Di St¨¦fano! Y ya. El f¨²tbol no me apasionaba. S¨ª, era un bicho raro¡±.
Empez¨® a patinar a los 11 a?os en Estados Unidos, donde su padre era c¨®nsul en Filadelfia
La tragedia fue volver a Espa?a, porque aqu¨ª no hab¨ªa ninguna pista de hielo, nada de nada
Esos entrenamientos en el extranjero a los que iba ¡°como un loco¡± sembraron la semilla de otro sue?o. Unos Juegos Ol¨ªmpicos, un Mundial. ¡°Me entren¨¦ muy duro y as¨ª me clasifiqu¨¦ para los Juegos de Cortina d¡¯Ampezzo en 1956. Yo era un chaval muy sano y muy feliz de patinar. Los Juegos eran mi gran ilusi¨®n. Solo ten¨ªa una obsesi¨®n, no quedar el ¨²ltimo¡±. Y no lo fue. Aquel espa?olito de solo 16 a?os (cumpli¨® los 17 poco despu¨¦s de la cita ol¨ªmpica) acab¨® el 14? de 16 participantes en el programa individual masculino, superando al representante finland¨¦s y a un australiano. Es todav¨ªa, 58 a?os despu¨¦s, la mejor clasificaci¨®n espa?ola, empatada con la de Javier Fern¨¢ndez en 2010. Ellos dos son los ¨²nicos patinadores ol¨ªmpicos espa?oles en categor¨ªa masculina (Javier Raya se sumar¨¢ en Sochi, adem¨¢s Adri¨¢n D¨ªaz, que forma pareja con Sara Hurtado). Ellas son m¨¢s numerosas, pero no han superado ese list¨®n: Gloria Mas (21? en Lake Placid 1980), Yvonne G¨®mez (18? en Calgary 1988), Marta Andrade (20? en Lillehammer 1994 y 22? en Nagano 1998) y Sonia Lafuente (22? en Vancouver 2010).
A esa peque?a haza?a sigui¨® el 15? puesto en el Mundial del mismo a?o en Garmisch-Partenkirchen (Alemania). ?Y luego? ¡°Mi entrenador en Londres me dijo que con mucho esfuerzo podr¨ªa pasar de 14? del mundo a s¨¦ptimo. No me compensaba. Lo dej¨¦ y me centr¨¦ en la pintura, mi otra gran pasi¨®n desde ni?o¡±. A los 18 a?os realiz¨® su primera exposici¨®n en Madrid, comenz¨® a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando (dej¨® Derecho), trabaj¨® en Par¨ªs, recibi¨® una beca para Harvard y volvi¨® a Londres, esta vez ya no con pies de patinador, sino con ojos y manos de pintor.
El patinaje espa?ol qued¨® hu¨¦rfano mucho tiempo... hasta Javier Fern¨¢ndez, ese chico que le visit¨® en su estudio. ¡°Es un monstruo, un crack, una maravilla. Aparte de ser una persona humilde y simp¨¢tica, con un carisma tremendo, es un fant¨¢stico patinador. Donde yo hac¨ªa dos vueltas ¨¦l hace cuatro. Lo tiene todo. Una enorme elevaci¨®n, muy buenos giros, flotaci¨®n, muy buen sentido musical y enorme coordinaci¨®n en los saltos y las piruetas. Que un chaval espa?ol gane dos Campeonatos de Europa en patinaje art¨ªstico es algo incre¨ªble. Ser¨ªa portada de todo en cualquier otro pa¨ªs¡±.
Dar¨ªo Villalba prepara ahora una gran exposici¨®n para M¨¦xico. Y una sorpresa para Javier Fern¨¢ndez: un cuadro basado en uno de sus ejercicios. ¡°Patinaje y arte tienen mucha relaci¨®n¡±, explica; ¡°como todo arte, patinar es una interpretaci¨®n, un c¨²mulo de aspiraciones y de realizaciones que llevan a la excelencia. Cuando patinaba sent¨ªa mucha adrenalina, mucha libertad. Seguro que Javier siente lo mismo¡±.
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