Dos primos marqueses al borde de la gloria ol¨ªmpica
El legendario marqu¨¦s de Portago, cuarto en los Juegos de Cortina d¡¯Ampezzo 1956, promovi¨® la ins¨®lita actuaci¨®n espa?ola en bobsleigh
El cuarto puesto de Javier Fern¨¢ndez en patinaje art¨ªstico, el m¨¢s cruel por quedarse fuera de las medallas, tuvo un precedente hist¨®rico de fuste. Mientras ayer se disputaban las dos mangas finales del bobsleigh a dos, con las potencias rusas, suizas y estadounidenses mandando con bobs de dise?o y materiales espaciales, resultaba dif¨ªcil imaginar que alguna vez Espa?a estuvo a punto de ganar su primera medalla invernal. Pero as¨ª fue. Hace algo m¨¢s de 58 a?os. El gran protagonista, uno de los deportistas m¨¢s peculiares que se han movido por la ¨¦lite mundial cuando Espa?a, y le quedaba largo tiempo a¨²n, era s¨®lo un escas¨ªsimo vivero de estrellas solitarias. Alfonso Cabeza de Vaca, el marqu¨¦s de Portago, junto a su primo, Vicente Sartorius, el marqu¨¦s de Mari?o, quedaron a s¨®lo 14 cent¨¦simas de la medalla de bronce en los Juegos de Cortina d¡¯Ampezzo, el 28 de enero de 1956. Dos primos marqueses al borde de la gloria ol¨ªmpica.
Alfonso de Portago hizo otro alto en sus correr¨ªas de todo tipo, pero especialmente automovil¨ªsticas, para rozar otra haza?a. Incluso rechaz¨® correr un Gran Premio en Argentina en aquellos momentos. Un a?o despu¨¦s, el 12 de mayo, se mataba con s¨®lo 28 a?os durante la carrera de las Mil Millas, que no quer¨ªa correr, pero se vio obligado por la escuder¨ªa Ferrari y cuando ya se codeaba con los mejores pilotos del mundo. Iba a m¨¢s de 200 kil¨®metros por hora cuando choc¨® con una piedra, revent¨® un neum¨¢tico y el coche acab¨® desintegr¨¢ndose contra el p¨²blico. El tremendo accidente, en el que murieron tambi¨¦n su copiloto y 10 espectadores, puso punto final a las Mille Miglia, que desde 1927 era una de las pruebas tradicionales italianas por carretera junto a la Targa Florio. Fue tambi¨¦n en el norte italiano, no muy lejos, en Guidizzolo, provincia de Mantova, en la Lombard¨ªa. A 40 kil¨®metros de la meta.
Fue tambi¨¦n en Italia, casi su casa, aunque tambi¨¦n corri¨® en Am¨¦rica. Despu¨¦s de los Juegos de Cortina el marqu¨¦s hab¨ªa debutado con Ferrari en la F¨®rmula 1 en el Gran Premio de Francia. Lleg¨® a disputar cinco carreras y en la del Reino Unido logr¨® ser segundo. Fue el primer y ¨²nico espa?ol en subirse al podio muchos a?os antes de hacerlo Pedro de la Rosa en el de Hungr¨ªa en 2006 y de la tromba reciente de Fernando Alonso.
Despu¨¦s de los Juegos de Cortina el marqu¨¦s hab¨ªa debutado con Ferrari en la F¨®rmula 1 en el Gran Premio de Francia. Lleg¨® a disputar cinco carreras
El marqu¨¦s de Portago, con su fortuna y su car¨¢cter, hizo lo que quiso. Y mucho de ello, casi todo, fue en deporte. Tambi¨¦n tenis, aviaci¨®n, golf, polo, carreras de caballos¡ Modalidades a su estilo. El bobsleigh le atrap¨® y adem¨¢s le permit¨ªa ser ol¨ªmpico. As¨ª pod¨ªa seguir a m¨¢s de 100 kil¨®metros por hora. La velocidad, su mayor pasi¨®n. Desfil¨® tras el abanderado, el esquiador Luis Arias, el mejor de la ¨¦poca, pero que en la maldici¨®n espa?ola fracas¨® aquejado incluso de un esguince de tobillo.
Todo quedaba en manos del iluminado de turno. En la mis¨¦rrima participaci¨®n y econom¨ªa espa?ola, Portago se ech¨® al hombro su presencia en el bobsleigh. Pag¨® todo, desde la construcci¨®n de los bobs en Suiza, hasta los entrenamientos en Saint Moritz. Seleccion¨® a sus compa?eros y escogi¨® a su primo para el bobs a dos y a Gonzalo Taboada y Luis Mu?oz para completar el de cuatro. Una lesi¨®n de Sartorius y la coordinaci¨®n m¨¢s dif¨ªcil, impidi¨® un puesto mejor en la prueba del cuatro. S¨®lo fueron novenos el 4 de febrero. Pero en la de dos, seis d¨ªas antes, se confirm¨® que Portago era un genio en la ¨¦lite para muchas cosas que se propon¨ªa. No por algo era descendiente de ?lvaro N¨²?ez Cabeza de Vaca, uno de los conquistadores con la historia m¨¢s extraordinaria en Am¨¦rica.
En la primera manga los primos marqueses fueron s¨¦ptimos, pero tras una extraordinaria segunda se colocaron terceros. Mantuvieron el puesto en la siguiente y el bronce estaba completamente a su alcance. Pero en la ¨²ltima, lo que raramente suele ocurrir entre los mejores, les superaron los suizos Angst y Waburton por un suspiro. La pelea por el oro y la plata estaba lejos, entre los dos bobs italianos. El legendario Eugenio Monti empezaba con una de sus platas solamente. Despu¨¦s vendr¨ªa lo mejor.
Sartorius, padre de Isabel, falleci¨® en 2002. Era tres a?os m¨¢s joven que Alfonso y se cas¨® en 1988, en segundas nupcias, con Nora de Liechtenstein. La princesa fue elegida miembro del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional cuatro a?os antes y a¨²n ejerce. Juan Antonio Samaranch la promovi¨® en una de sus primeras hornadas de cooptaci¨®n, el sistema dirigido que existe en el m¨¢ximo organismo ol¨ªmpico. Curiosamente, un homenaje lejano al recuerdo de los marqueses que pudieron ser medalla antes que los siempre solitarios hermanos Fern¨¢ndez Ochoa.
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