Ibrahimovic se pasea en Leverkusen

Ni medio asalto le dur¨® al PSG un Bayer Leverkusen en ca¨ªda libre, sin resistencia alguna. La diferencia presupuestaria entre el conjunto parisino de capital catar¨ª (400 millones) y el alem¨¢n (40) qued¨® reflejada desde el primer instante, embalado el primero por sus estrellas, Ibrahimovic a la cabeza. El gigante sueco puso todo su talento en el tercer gol. De espaldas a la porter¨ªa de Leno, Matuidi cedi¨® el bal¨®n hacia donde le esperaba Ibra, que revent¨® la pelota con un golpeo perfecto con la zurda. A la escuadra izquierda del meta alem¨¢n. Era el d¨¦cimo tanto de Ibrahimovic en seis partidos en esta edici¨®n de la Champions, tras haber marcado antes de penalti: sin carrerilla, envi¨® fuerte y raso al palo derecho de Leno. Parece pesado, una mole de 1,95m de estatura y 95 kilos de peso, pero se mueve con la gracilidad de un bailar¨ªn del Bolsh¨®i. Y le quedan ganas de exhibir su vena pendenciera con los rivales que cuestionan su superioridad.

El PSG fluye con el mismo grupo del curso pasado, ya mucho m¨¢s rodado, candidato firme a avanzar a la cima de la Champions, permiti¨¦ndose dejar en el banquillo a Pastore, un fichaje por el que pag¨® 40 millones al Palermo en 2011. Y a Cabaye, por quien abon¨® 20 millones en enero pasado al Newcastle. Le sobra el dinero.

El tri¨¢ngulo formado por Thiago Motta, Matuidi y Verratti tom¨® el BayArena, afilado por las bandas de Lucas Moura y Lavezzi, y la omnipresencia de Ibra. Por un lado, la calidad y el dinamismo de Verratti para sacar el bal¨®n; por otro, la habilidad de Matuidi para filtrarse donde no lo esperaban. Entre los dos fabricaron el primer tanto. El italiano envi¨® al franc¨¦s y este dispar¨® en carrera sin encontrar oposici¨®n en la t¨ªmida estirada del joven portero germano.

La prueba de que el medio del campo del Bayer Leverkusen hab¨ªa naufragado fueron los dos cambios de Sami Hyypia en el descanso, al retirar a dos centrocampistas (Heung-Min y Rolfes) por otros (Brandt y Reinartz). Sin reacci¨®n. Tampoco ofrece grietas el conjunto de Laurent Blanc en una zaga sellada por Thiago Silva y Alex. Ni Sam ni Kiessling, dos reputados atacantes de la Bundesliga, abrieron la boca.

El Bayer acab¨® de firmar la rendici¨®n cuando el central Spahic, tras un manotazo a Moura, recibi¨® la segunda amarilla (m. 58) y se march¨® a la ducha acompa?ado del desprecio expl¨ªcito de Ibrahimovic (los dos son de origen bosnio). Ibrahimovic comenz¨® a recrearse con algunos lujos en el centro del campo interpretados como una falta de respeto por la grada del BayArena. Otro pase delicioso de Ibra a Maxwell, que alcanz¨® la l¨ªnea fondo, origin¨® el cuarto tanto de Cabaye. Sin rival anoche, el PSG se reserva para adversarios de su altura y de su mismo peso.