Un poco de Torres basta

Enzarzados desde que Mourinho le relevase a Mancini en el banquillo del Inter y lo coronase en Europa, ambos t¨¦cnicos libraron en Estambul una batalla estrat¨¦gica que termin¨® en puntos suspensivos. Especul¨® demasiado el Chelsea ante un Galatasaray inferior y lo agradeci¨® el cuadro turco, que ara?¨® un empate (1-1) con un planteamiento de m¨ªnimos y aterrizar¨¢ con vida en Londres.

Nada m¨¢s comenzar el duelo, el funambulismo de Muslera hizo que el bal¨®n cayera a los pies de Willian, pero la par¨¢bola del brasile?o se top¨® con la coronilla del portero, corrector a tiempo. Ambos equipos se empe?aban en desde?ar la pelota, en proteger la guarida. Ocurre que, en ese ejercicio de indefinici¨®n y racaner¨ªa, el Chelsea volvi¨® a demostrar que se desenvuelve como pocos. Siempre tiene la guada?a a punto. Agarrado a la maniobrabilidad de Hazard, el equipo londinense tir¨® una y otra vez de su libro de estilo: robo en la sala de m¨¢quinas, combinaci¨®n y dentellada. Peque?os extractos de v¨¦rtigo. Tambi¨¦n una dosis de Torres. Muy aplicado, Azpilicueta traz¨® una incursi¨®n en la banda izquierda, se apoy¨® en Sch¨¹rrle y sirvi¨® para que el madrile?o engatillara de forma mansa a la red. Su noveno gol del curso, tercero en esta Liga de Campeones.

El tanto apenas espole¨® al Galatasaray, un fiel reflejo del manual de su entrenador. Un equipo plano, sin hombres capacitados para la elaboraci¨®n y una defensa excesivamente tierna. Agarrado, casi siempre, a los fogonazos espor¨¢dicos de Drogba o Sneijder. Deambul¨® el holand¨¦s sobre el c¨¦sped y no oli¨® el bal¨®n el marfile?o, sin asistentes ni apoyos, batallador con su colega Terry por tener una brizna de protagonismo.

El cors¨¦ impuesto por Mancini conden¨® de antemano a los turcos, incapaces de abordar el marco de Cech durante el primer acto. El objetivo, ya lo advert¨ªa el italiano en la previa, era llegar con vida a Londres. Escasa propuesta para un club que aspira a guerrear en Europa. Y escasa, tambi¨¦n, la cosecha. En una sola ocasi¨®n intervino el guardameta checo, cuando ataj¨® un disparo inerme de Hajrovic.

En su salsa, al Chelsea no le interes¨® variar un ¨¢pice el guion el resto del encuentro. Especul¨® y contemporiz¨® hasta diluir el pulso. Pudo, incluso, ampliar su renta si Muslera no saca un manotazo a un tiro afilado de Torres, muy activo y punzante toda la velada. La diferencia, sin embargo, puede ser una cuesti¨®n de mil¨ªmetros. No emboc¨® el delantero espa?ol y se aviv¨® el Galatasaray en las jugadas a bal¨®n parado, su ¨²nico recurso. Drogba, que encumbr¨® hace dos a?os a los blues en M¨²nich, cabece¨® para que Inan estampase el cuero en el poste derecho de Cech. Despu¨¦s, otro arre¨®n a¨¦reo, pero esta vez mucho m¨¢s certero. Bot¨® Sneijder un c¨®rner y Chedjou aprovech¨® un despiste monumental de Terry en el marcaje para empatar y aportar picante a la recta final del partido. Se enfri¨® poco a poco el Chelsea y creci¨® su rival, que obtuvo mucho premio para tan poco argumentario.

El resumen del partido