El Celta se da un respiro

Un primer acto excelso del Celta y el infortunio de Barral frente a Yoel otorgaron una victoria al conjunto de Luis Enrique que le concede un respiro. Superior en el juego y en las ¨¢reas en unos primeros 45 minutos para enmarcar, al Celta le falt¨® acierto para solventar sin agobios un partido que se le puso de cara desde el inicio. Nada que ver con la segunda mitad en la que al Levante, desaparecido hasta entonces, tir¨® de temperamento y pasi¨®n para desvirtuar a los gallegos. No fue el d¨ªa de Barral que fall¨® un penalti y dos ocasiones claras de gol que privaron al Levante de lograr al menos un empate que intent¨® alcanzar sin desmayo.

En una tarde primaveral, en un ambiente de fiesta en Valencia en plenas Fallas, Levante y Celta se encontraron en un partido en el que le iba m¨¢s en juego al conjunto gallego, de nuevo metido en la porf¨ªa por la salvaci¨®n tras haber sumado tan solo un punto en los tres ¨²ltimos partidos. Le correspond¨ªa pues al Celta intentar llevar la iniciativa en el juego, nada nuevo en el Ciutat de Val¨¨ncia. Al Levante nadie le pide que sea ambicioso y sublime. La afici¨®n granota se ha hecho al pragmatismo del conjunto de Caparr¨®s, entiende que a su equipo no le sobra la calidad y aplaude y respeta el esfuerzo y la organizaci¨®n. No le pide m¨¢s.

Si el Levante no enga?a, el Celta no se traiciona. Para lo bueno y lo malo, Luis Enrique ha inculcado a los suyos que el esf¨¦rico es el tesoro y que es mejor disponer de ¨¦l que perseguirlo. Y a ello se dedic¨® desde el comienzo del partido. El bal¨®n fue del Celta y lo administr¨® con delicadeza y eficacia a pesar de la ausencia de Rafinha, su futbolista m¨¢s dulce y clarividente. Y a los 19 minutos de juego encontr¨® el premio en un pase al espacio que dej¨® a Augusto Fern¨¢ndez en disposici¨®n de asistir a Nolito. Tras sacar de centro, en la siguiente acci¨®n, Orellana, sin oposici¨®n, remat¨® de cerca y su disparo fue repelido por un defensa del Levante en la l¨ªnea de gol. No qued¨® ah¨ª la cosa y en el posterior ataque celti?a, Nolito estrell¨® el bal¨®n en el poste. Todo ello sucedi¨® en apenas tres minutos.

El equipo de Caparr¨®s estaba tocado pero vivo, acostumbrado como est¨¢ a verse en situaciones similares. Y tras el descanso se transform¨® con la intensidad como se?a distintiva. Y al Celta le entr¨® el p¨¢nico, m¨¢s a¨²n tras un parad¨®n de Keylor Navas y un posterior penalti de Jonny a V¨ªctor Casades¨²s. Barral fall¨® la pena m¨¢xima, que repeli¨® el travesa?o. Respir¨® el Celta. Solo moment¨¢neamente. Barral fall¨® un remate sencillo que Yoel salv¨® en la raya de porter¨ªa, como posteriormente un nuevo mano a mano del delantero gaditano con el portero gallego. Al Celta le quedaban ya las contras, peligrosas todas ellas. El partido fue un ir y venir, falto de gobierno y en el que los porteros se erigieron como protagonistas. El gol de Nolito le fue suficiente al Celta que de nuevo respira.