Como los ciclistas de antes

"?Resurrecci¨®n? ?C¨®mo resurrecci¨®n? Si nunca he estado muerto...".

Durante todo 2013, despu¨¦s de cada etapa fallida, y lo fueron casi todas, en el Tour, en otras carreras, Alberto Contador debi¨® aguantar todo tipo de iron¨ªas y chistes sobre sus gustos carn¨ªvoros, y su desamor posterior por el solomillo, como corolario inevitable. Mientras el chico de Pinto penaba por intentar volver a ser el escalador imbatible que, antes de su suspensi¨®n por dopaje, hab¨ªa ganado espl¨¦ndido giros, tours y vueltas, una nueva generaci¨®n, nombres nuevos ¡ªFroome, Quintana, Nibali, Ur¨¢n, Rui Costa y m¨¢s jovencitos desprejuiciados llegados de Colombia, sobre todo, y de pa¨ªses del Este o anglosajones sin apenas tradici¨®n ciclista¡ª, tomaba el poder. Contador, se le¨ªa en algunas cr¨®nicas, era el pasado. Un pasado que se negaba a rendirse, pero pasado.

Por eso la sorpresa que despert¨® su fin de semana en los Abruzos, las monta?as salvajes del centro de Italia, en las que ha dominado la Tirreno-Adri¨¢tico de una manera, con un ataque a la corta ayer, con uno lejano hoy, sobre todo, y contra unos rivales excelentes, que ha despertado admiraci¨®n y respeto.

"Este invierno he trabajado a mi gusto, y no he engordado", dice Contador

Y Nairo Quintana, el fabuloso colombiano que le super¨® diariamente en las monta?as del Tour pasado, lleg¨® con la lengua fuera, a casi dos minutos en la etapa, a m¨¢s de dos en la general que, seguramente no se le escapar¨¢ ya a Contador: de aqu¨ª al martes, el ¨²ltimo d¨ªa, una etapa para sprinters y una contrarreloj llana de 9,5 kil¨®metros. Ser¨¢, a tres meses del comienzo del Tour, su gran objetivo, aparte de su primera Tirreno-Adri¨¢tico, su primer triunfo en una carrera por etapas desde la Vuelta de 2012.

Los que admiraban a gente como Oca?a, por ejemplo, destacaban c¨®mo a algunos ciclistas les hace grandes m¨¢s que el qu¨¦, el c¨®mo. M¨¢s que su palmar¨¦s, la forma en que lo han trabajado. Es, dice, el c¨®mo lo que separa a los campeones del resto. El c¨®mo, en el caso de Contador, ayer, y ayer m¨¢s que nunca seguramente, fue un segundo de arrojo sin vuelta atr¨¢s, el momento necesario para convertir en probable lo que un segundo antes parec¨ªa imposible.

Ocurri¨® en el Passo Lanciano, en el macizo de la Maiella, no muy lejos del Block Haus de tantas resonancias merckxianas y del Tarangu. Faltaban casi 40 kil¨®metros para la llegada, que se juzgaba al final de un muro vertical de 600 metros al 23% de media y pasos del 30%. Fue entonces cuando atac¨® Nairo Quintana, derrotado la v¨ªspera por Contador en el ¨²ltimo suspiro de la subida a Selvarrotonda. Contador, ¨¢gil, se fue con el colombiano y le dijo que fuera a donde fuera iba a seguirle a su rueda y que al final le iba a soltar. Pero no hizo eso, sino lo contrario, lo inesperado, el gramo de locura que se convirti¨® en grandeza. A 32 kil¨®metros de la llegada, Contador atac¨®. Nairo intent¨® resistir, pero cedi¨®. Contador se fue solo. Aceler¨® constantemente sin mirar atr¨¢s. Dio caza a los fugados matinales y nunca se puso a rueda de ninguno. En el descenso sigui¨® tirando solo, y sigui¨® aumentando su ventaja sobre Nairo, que nunca recuper¨® las fuerzas dejadas en la ascensi¨®n, y tambi¨¦n sobre el l¨ªder en maglia azzurra, el polaco Michal Kwiatkowski, otro de la generaci¨®n del 90, como Quintana, otro llamado a ganar el Tour en el futuro. Y as¨ª, con un ataque a la antigua, sin c¨¢lculo en unos tiempos en los que la mayor¨ªa de las etapas de monta?a se resuelven en el ¨²ltimo kil¨®metro de ascensi¨®n, Contador volvi¨® a ser el de siempre, o m¨¢s a¨²n, porque lo hizo ya a los 31 a?os pero con el hambre de los j¨®venes. "Estoy en forma y conf¨ªo en m¨ª", dijo. "Por eso el ataque lejano. Por primera vez en mucho tiempo he pasado un invierno sin estr¨¦s y me he podido preparar a mi gusto. He trabajado mucho en concentraciones en altura y he sido capaz de comer menos y mantener mi peso, lo que con los a?os se hace cada vez m¨¢s dif¨ªcil".

El joven Betancur da a Colombia su primera victoria en la Par¨ªs-Niza

Donde el ciclismo joven brill¨® sin asomo de los antiguos fue en Francia, donde Carlos Betancur (llamado el Ronca por su voz atiplada), dinamita nacida en 1989, se convirti¨® en el primer colombiano que gana la Par¨ªs-Niza. Betancur, que ha alcanzado una seguridad tremenda en su capacidad explosiva, hab¨ªa ganado dos etapas, como tambi¨¦n otro jovencito con mucho futuro, el holand¨¦s Tom Jelte Slagter. Segundo en la general, y en dos etapas tambi¨¦n fue el campe¨®n del mundo, el portugu¨¦s Rui Costa, que ayer, en el ¨²ltimo sprint, sufri¨® una dolorosa ca¨ªda en el Paseo de los Ingleses de Niza. El mejor espa?ol fue Jos¨¦ Joaqu¨ªn Rojas, segundo ayer tras el campe¨®n de Francia, Vichot, y cuarto en la general final, a 1s del podio.