Cruje la rodilla de Vald¨¦s

Las peores noticias, y tambi¨¦n las lesiones, se suelen dar en los momentos m¨¢s inesperados, por sorpresa, de manera traicionera e injusta, sin mediar contacto ni contencioso, fruto de la fatalidad. En el partido 1.000 de Liga en el Camp Nou, de regreso de la rimbombante victoria en el Bernab¨¦u, cuando el Bar?a ya ganaba al Celta con un gol de Neymar, se desplom¨® V¨ªctor Vald¨¦s a la salida de una falta botada sin trascendencia aparente por Orellana. La cara del portero era un poema y su dolor fue contagioso a la espera de un parte m¨¦dico que certific¨® las previsiones m¨¢s funestas: Vald¨¦s, que desde el a?o pasado hab¨ªa anunciado para mayo su salida del Barcelona, ser¨¢ baja seguramente de seis a ocho meses por una rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha.

As¨ª que Vald¨¦s, de 32 a?os, se quedar¨¢ sin Liga, sin Champions, sin Copa y sin Mundial, un final cruel para su gloriosa etapa como portero del Bar?a. Extra?ar¨¢ el equipo a su guardameta, una garant¨ªa en los partidos m¨¢s exigentes, capit¨¢n y jugador distinguido, amigo ¨ªntimo de Iniesta, igualmente dolorido por la lesi¨®n de Vald¨¦s y resguardado durante el descanso con el marcador m¨¢s o menos resuelto: 2-0. Abatido el arquero y resuelto el encuentro, nadie repar¨® en nada ni nadie, ni siquiera en Luis Enrique en su regreso al Camp Nou. Hubo solo alg¨²n aplauso para Pinto, el suplente de Vald¨¦s, que ante su exequipo se sac¨® una doble parada estupenda a remates de Augusto y Mina, y una ovaci¨®n para el doble goleador Neymar, feliz como falso extremo izquierdo, m¨¢s a gusto que cuando parte desde la derecha.

Martino hab¨ªa pintado un partido para Neymar y el brasile?o no tard¨® ni cinco minutos en responder al protagonismo que le concedi¨® el entrenador del Bar?a. El brasile?o empuj¨® a la red una asistencia preciosa desde la banda derecha de Alexis, habilitado por el pase interior de Messi, nuevamente conectado a Iniesta. La asociaci¨®n Messi-Iniesta es ahora mismo una garant¨ªa de ¨¦xito para cualquier delantero, tambi¨¦n para Neymar, que no marcaba desde febrero, cuando clav¨® un tiro a la escuadra del Rayo. El gol desmont¨® el plan del Celta, que se hab¨ªa parado con una defensa de cinco, y convirti¨® en anecd¨®tica la formaci¨®n azulgrana, desplegado sin Alves, Piqu¨¦, Xavi y Busquets, reservados para el derbi.

Ni siquiera jug¨® de salida Pedro, sorprendentemente en fuera de juego, igual da que sea un partido dif¨ªcil como el del Bernab¨¦u o inicialmente goloso como el del Celta, debilitado por las ausencias de Krohn Dehli y Rafinha, futbolistas que pod¨ªan ser muy da?inos en el terreno que media entre los centrales y los volantes del Barcelona. Ni atacaba ni defend¨ªa el Celta y los mano a mano se suced¨ªan ante Yoel: no atin¨® Neymar y el guardameta le sac¨® un remate f¨¢cil al 10. Un mal augurio, excesiva quietud, porque los anuncios m¨¢s sobrecogedores se producen en las jornadas apacibles, cuando el juego discurre manso, sin tensi¨®n, d¨ªas en que la victoria se da por descontada en el Camp Nou. As¨ª lleg¨® la lesi¨®n de Vald¨¦s.

Adriano meti¨® la mano a un centro lateral del Celta, el ¨¢rbitro pit¨® sorprendentemente penalti cuando la falta se dio fuera del ¨¢rea, corrigi¨® la decisi¨®n el auxiliar y Orellana apunt¨® a Vald¨¦s. El portero salta, las manos arriba, el pie derecho que se apoya en falso, el giro descoordinado del cuerpo, la rodilla que se queda clavada y acto seguido el desplome, vencido V¨ªctor por una mueca que paraliza al Camp Nou. Desconsolado Vald¨¦s, lloraba el Barcelona por el temor que hubiera podido ser el ¨²ltimo partido del arquero con el equipo de su vida, el azulgrana.

La lesi¨®n de Vald¨¦s tuvo un impacto demoledor sobre el partido y la hinchada. No hab¨ªa futbolista ni aficionado al que no le doliera la rodilla, espantados por la imagen del portero, retirado en camilla, las manos cubriendo una cara que reflejaba el crujir de la rodilla. Iniesta, el amigo de Vald¨¦s, le quiso dedicar un gol antes de que el m¨¦dico diera el parte: el 8 meti¨® un pase vertical, largo y profundo, para el desmarque de Messi, que atac¨® el espacio, recepcion¨® de manera precisa el cuero, fint¨® a Yoel y puso el 2-0, el gol necesario para despreocuparse por el marcador y ocuparse por el desdichado Vald¨¦s.

Espantado por la lesi¨®n del guardameta, Martino reserv¨® en el descanso a Iniesta, con molestias en la pierna izquierda, y dio salida a Sergio Roberto. El brazalete de capit¨¢n fue para Messi. Nadie atend¨ªa a la cancha sino que en el estadio entero solo se preguntaba por la enfermer¨ªa.

Atontado el Barcelona por Vald¨¦s, el Celta aliger¨® su defensa, aument¨® la l¨ªnea de medios y asom¨® por el ¨¢rea de Pinto, respond¨®n y muy puesto, hasta que su rodilla izquierda dio con el palo derecho tras una mala cesi¨®n de Sergio Roberto. El susto fue monumental porque la afici¨®n segu¨ªa en ascuas a la espera de noticias de Vald¨¦s. No hubo m¨¢s actores que el meta y Neymar, protagonista en las dos ¨¢reas, capaz de disputar un bal¨®n a Madinda ante Pinto y despu¨¦s marcar el 3-0: el 11 control¨® con el pecho una diagonal de Alexis, dio continuidad a la jugada con un toque de cabeza y cruz¨® con la zurda ante la salida de Yoel. Un buen gol, insuficiente en cualquier caso para sacarse de la cabeza la lesi¨®n de Vald¨¦s. La noticia no estaba en la porter¨ªa del Celta sino del Bar?a, de nuevo en la lona, abatido por la desdicha, v¨ªctima de la mala suerte, siempre metido en la cl¨ªnica.