Como en el Tour, pero en invierno

En las laderas de las monta?as, mirando hacia arriba desde la meta, el paisaje es invernal, una estaci¨®n de esqu¨ª, pistas blancas preparadas para locos del snowboard que sudan felices pese a que la temperatura es heladora, pero m¨¢s abajo, al final de la corta subida a La Molina, en el coraz¨®n de la Cerdanya, donde los Pirineos se acercan imparables ya hacia el Mediterr¨¢neo, un par de curvas con pendiente y no muchos m¨¢s, aquello es julio. Julio sin sol, sin luz deslumbrante, pero julio. Aquello es el Tour. O as¨ª lo parece. O as¨ª, quiz¨¢s, lo cree Chris Froome, quien ataca inconsciente antes que ninguno, y sin molinete m¨¢gico; y as¨ª lo pueden creer tambi¨¦n Contador y Purito y Quintana, que intentan seguir, y le superan, al hombre imbatible. Son, exactamente, los cuatro primeros clasificados del ¨²ltimo Tour. "Y no solo eso", remacha Contador, que intenta sonre¨ªr nada m¨¢s cruzar la meta aunque le ponga dif¨ªcil la tarea una flema rebelde, hija del cansancio, del sprint final en el que Purito, el escalador volc¨¢nico, at¨®mico, logr¨® superarle. "Estamos los cuatro mejores del Tour y los cuatro queremos ganar".

Y los cuatro llegaron en un orden diferente al que ocuparon el pasado verano en los Campos El¨ªseos (recuerden: Froome, Nairo, Purito, Contador), pues en La Molina gan¨® Purito, y despu¨¦s, unos segundos m¨¢s tarde, lleg¨® Contador, y luego Quintana y finalmente, y ni siquiera cuarto porque al final le super¨® Van Garderen, Froome. "Pero estoy contento", dijo el ingl¨¦s sudoroso mientras hac¨ªa rodillo a la sombra heladora de su autob¨²s despu¨¦s de terminar la etapa. "Dadas las circunstancias, mi lesi¨®n en la espalda, el tiempo que he estado parado, las cosas no me han ido mal. He cometido quiz¨¢s un error t¨¢ctico atacando el primero, pero necesitaba probarme, y los otros han esperado muy bien su momento. Todos queremos ganar, pero el camino hasta el Tour es largo, y hoy, con un puerto que no era muy duro, el final estaba a la medida de Purito...". Y eso repiti¨® Contador: "Tiene Purito una chispa incre¨ªble".

Pero no es el Tour. Es marzo, una primavera que reci¨¦n estrenada ha decidido refugiarse en el invierno, y aunque el pelot¨®n est¨¢ en los Pirineos no est¨¢ en Francia, sino en Catalu?a, en la Volta, la primera carrera en ocho meses en la que los mejores hombres Tour vuelven a verse las caras, y con ganas. As¨ª est¨¢n los campeones en 2014: todos quieren marcar territorio, sea simb¨®lica o psicol¨®gicamente. Todos quieren convertirse en la pesadilla del rival ya tan pronto, aunque falten a¨²n tres meses y medio, y mucho calor, para que llegue el Tour, aunque un par de los protagonistas del 13, Purito y Nairo, adelanten, de entrada, su duelo un par de meses, desde el 9 de mayo en el Giro. "Es incre¨ªble", dijo Purito a los periodistas en la carpa heladora de su conferencia de prensa, reci¨¦n aterrizado, como quien dice, de varias semanas de duro y caluroso entrenamiento en las laderas de magma del Teide. "Mirad c¨®mo va el a?o: ning¨²n grande se esconde. En Om¨¢n gan¨® Froome; en San Luis, Nairo; en la Tirreno, Alberto; aqu¨ª estoy ganando yo...".

En la etapa de hoy, jueves, que ser¨¢ m¨¢s dura a¨²n, pues termina en lo alto de Vallter 2000, a 2.200 metros de altitud (11 kil¨®metros al 8%), Purito, el explosivo de los ¨²ltimos metros, espera que no le ataquen de lejos, pero Froome, Contador y Nairo, otro tipo de escaladores, seguramente piensen diferente. Y todos saben, c¨®mo se vio hace una semana en los Abruzos, donde Contador recuper¨® el gusto por el ataque sorpresa, que cuando se trata de disputas entre campeones, la audacia casi nunca es locura, sino obligaci¨®n. Y Quintana, el colombiano que ayer acab¨® no tan feliz y tiritando, tambi¨¦n recuerda que fue en Vallter 2000 donde hace un a?o justo, cuando gan¨®, donde todo el mundo empez¨® a conocerlo de verdad. Y los rivales a temerle.