Un ob¨²s de Rodrigues acerca al Elche a la permanencia

Un ob¨²s de Rodrigues proporcion¨® un triunfo vital al Elche, que se acerca a la permanencia. Fue lo mejor y casi lo ¨²nico bello de un encuentro insufrible, especialmente en la segunda mitad. El M¨¢laga se ofusc¨® ante un rival que tir¨® de todo tipo de argucias antideportivas en busca de los tres puntos. Sobr¨® la conducta de jugadores perdiendo tiempo, tirados en el c¨¦sped sin lesi¨®n aparente. El Elche jug¨® al l¨ªmite de lo que marca el reglamento y argumentar¨¢ la concatenaci¨®n de hechos reprobables en lo mucho que se jugaba. Una explicaci¨®n v¨¢lida para el equipo ilicitano, pobre para el f¨²tbol y la competici¨®n. Los jugadores del Elche celebraron el triunfo con pasi¨®n. Ya habr¨¢ tiempo de analizar las formas de lograrlo, m¨¢s que discutibles.

No est¨¢n los jugadores del M¨¢laga por asegurar la continuidad de Schuster en el banquillo, algo que se producir¨ªa de forma autom¨¢tica si el equipo andaluz finaliza entre los 10 primeros. Con la permanencia en el bolsillo despu¨¦s de su buen triunfo ante el Villarreal, los andaluces se han relajado de forma evidente. La muestra es palpable. Se vio la semana pasada en Getafe y ahora ante el Elche. No es problema de los ilicitanos, que forman un bloque muy ordenado por Fran Escrib¨¢. En la Rosaleda, el Elche no se anduvo con contemplaciones.

Su salida fue fuerte, intensa, muy propia de los equipos que se juegan la vida. Conviene no confundir esa intensidad con los nervios y la precipitaci¨®n. El Elche supo jugar con los errores del M¨¢laga. El primero, por ejemplo, una salida de bal¨®n de Antunes sin sentido, alocada, que Javi M¨¢rquez cort¨® para pasar el bal¨®n a Boakye. El delantero dispar¨® bien y Caballero, con pasado en el Elche, alarg¨® su mano para evitar el gol. En el rechace, Coro casi aniquila a Flavio. Sin duda, una muestra de la fuerza con la el Elche encar¨® el encuentro.

La misma que impuls¨® el ob¨²s de Rodrigues a los 11 minutos. Un golazo desde unos 35 metros que entr¨® por la escuadra despu¨¦s de que el caboverdiano aprovechara un nuevo error del M¨¢laga en la salida del bal¨®n. Ahora fue Samu el que err¨® en la dejada. Dominaba el Elche, bien sujeto por el trabajo de sus centrocampistas, que ahogaron a Duda. Hoy por hoy, con Amrabat sancionado, el portugu¨¦s es la fuente de f¨²tbol del M¨¢laga a pesar de su veteran¨ªa. Solo Santa Cruz, tras recibir un gran pase de Camacho, pudo empatar. Manu Herrera realiz¨® un parad¨®n ante el paraguayo, siempre competitivo. No funcionaba el M¨¢laga y el Elche respiraba en cada arrancada de Rodrigues, muy castigado por G¨¢mez.

El segundo tiempo se convirti¨® en un peque?o calvario para el espectador. Lesiones, interrupciones e incapacidad para dar dos pases seguidos forjaron un encuentro insufrible. La falta de continuidad, no obstante, favorec¨ªa al Elche, encantado en cada p¨¦rdida, contando los segundos para llegar al final del choque. El M¨¢laga no tuvo apenas opciones, con poco f¨²tbol, muy atascado. Da la impresi¨®n de que ha llegado muy justo al final de temporada. Es algo que se corrobora desde las altas instancias del club, m¨¢s pendientes del pr¨®ximo ejercicio que de terminar mejor colocado en el actual.

Adem¨¢s de los empujones y los codazos, s¨ªntomas de la antideportividad reinante, hubo alg¨²n ramalazo de f¨²tbol. Como el parad¨®n que le hizo Caballero a Carlos S¨¢nchez. Lo dem¨¢s fue un teatro constante de jugadores como Javi M¨¢rquez, que fingieron una y otra vez para perder tiempo y soliviantar a la grada. Como tambi¨¦n sobr¨® el pelotazo de Bot¨ªa a Antunes, que le cost¨® la roja. Entre interrupciones, ca¨ªdas y pelotazos finaliz¨® un partido de perfil muy bajo, en el que casi todo le vali¨® al Elche para acariciar la permanencia.