¡°Londres lo cambi¨® todo. Por eso trabajamos as¨ª¡±
Dos a?os despu¨¦s de no lograr la clasificaci¨®n ol¨ªmpica, Berta Bonastre y sus compa?eras de selecci¨®n comienzan con ganas el camino a R¨ªo 2016
Los Juegos Ol¨ªmpicos cambian la vida de un deportista. No disputarlos, tambi¨¦n. Es lo que le pas¨® a Berta Bonastre y a sus compa?eras de la selecci¨®n espa?ola de hockey hierba, incapaces de seguir los pasos de generaciones anteriores y clasificarse para Londres 2012. Han pasado dos a?os de aquello, el camino hacia R¨ªo 2016 ya ha comenzado y las secuelas siguen ah¨ª. Para bien y para mal.
¡°Creo que no he llorado tanto en mi vida¡±, recuerda Bonastre, de 22 a?os, del d¨ªa que empezaron los Juegos. ¡°Me fui de vacaciones y me dije: ¡®no voy a ver nada. No puedo¡¯. Estaba en un restaurante cuando fue la inauguraci¨®n y me ech¨¦ a llorar. No s¨¦ por qu¨¦. Despu¨¦s la vi, pero en ese momento no pod¨ªa¡±.
Ni ella ni sus compa?eras se han visto con fuerzas para ver en v¨ªdeo aquellos partidos que frustraron su ambici¨®n ol¨ªmpica y, al mismo tiempo, rompieron una racha que parec¨ªa imparable: la selecci¨®n se hab¨ªa clasificado para todos los Juegos desde aquel oro de Barcelona 92, con la ¨²nica excepci¨®n de Se¨²l 88, y fue s¨¦ptima en Pek¨ªn 2008.
Tal vez por eso para Bonastre? era una cuesti¨®n natural. "No me imagino mi vida sin el hockey", dice. Su hermana Silvia, de la que le separa casi una d¨¦cada, estaba en ese ¨²ltimo equipo ol¨ªmpico. ¡°Para m¨ª el hockey y la familia van unidos. Mi padre me puso un stick en la mano nada m¨¢s nacer. Y luego mis hermanas, mi madre jug¨®, mi padre jug¨®¡", dice Berta, que es la peque?a; "Es como lo que tienes que hacer, como seguir un camino. Nunca me he planteado salirme. No s¨¦ qu¨¦ habr¨ªa hecho de no tener hermanos mayores, pero al ver siempre a mis hermanas siempre me imaginaba que ser¨ªa como ella, que ir¨ªa a unos Juegos¡±.?
"Creo que no he llorado tanto en mi vida", recuerda el momento en que empezaron los Juegos?
Por eso cuando no lo consigui¨® algo se rompi¨®. En su interior y en su vida. ¡°En el momento que no nos clasificamos todas lloramos, pero yo no me di cuenta de lo que significaba hasta tiempo despu¨¦s. Siempre hab¨ªa imaginado que ir a los Juegos era lo que tocaba. Hasta ese momento hab¨ªa conseguido todo lo que me hab¨ªa propuesto. Adem¨¢s las generaciones anteriores, la de mi hermana, siempre hab¨ªan logrado clasificarse y parec¨ªa f¨¢cil. Me estoy dando cuenta de que todo lo que he pensado desde que era peque?a en parte se ha ido¡±.
Despu¨¦s del disgusto de Londres, la peque?a de las Bonastre cambi¨® de vida. De pa¨ªs. Dej¨® Terrassa, una de las cunas espa?olas del hockey, donde este deporte es un asunto familiar para sagas como los Amat, los Freixa... Se fue a vivir a Bruselas, donde acaba de ganar la Liga. Donde se gana la vida con su deporte, que en Espa?a lleg¨® a costarle dinero.
"Habl¨¦ con gente. A Holanda hab¨ªa ido muchas veces y sab¨ªa lo que era. Quer¨ªa un cambio total. En B¨¦lgica empezaba a crecer el hockey y los amigos que ya jugaban all¨ª me dijeron que no fuera tonta y me fuera para all¨¢. Adem¨¢s all¨ª pod¨ªa aprender franc¨¦s", explica con naturalidad esta chica de cuerpo menudo y discurso adulto.
?Y B¨¦lgica era lo que esperaba? "S¨ª. Estoy estudiando, Diet¨¦tica y Nutrici¨®n, as¨ª que de lunes a viernes estoy en la uni. Por las tardes tengo entrenos y si no, a veces trabajo de la selecci¨®n. El fin de semana entreno a ni?os peque?os y tengo normalmente el partido. Y los domingos me voy a ver otros partidos. Mi novio juega all¨ª y a veces voy a verle". Encajar tantas tareas en su agenda se ha convertido en algo tan normal para ella que no entiende a algunos compa?eros de estudios que se quejan cuando les mandan trabajos. "Es cuesti¨®n de organizaci¨®n", dice sonriendo.
En Espa?a pagaba por jugar al hockey, en B¨¦lgica con lo que cobra le da para vivir
Al margen de su equipo y los estudios, Bonastre tiene que sacar tiempo para la selecci¨®n. "Londres nos cambi¨® todo. Por eso ahora la forma que tenemos de trabajar es as¨ª. Yo hago mi trabajo en B¨¦lgica sola, pero con lo que nos paso y lo claro que tenemos lo que queremos, te dices a ti misma: ?Tienes que hacerlo?. Ya no por las otras, por ti, porque te sale¡±. Incluso a pesar de la crisis, que ahoga desde a?os a buena parte del deporte espa?ol.
La federaci¨®n espa?ola fue una de las primeras en establecer el copago para las selecciones inferiores. A Bonastre no le parece mal. ¡°Es dif¨ªcil pero por otra parte est¨¢ bien¡±, dice a pesar de que, como sus compa?eras, ni siquiera recibe la beca ADO de la que disfrutan muchos deportistas internacionales. ¡°Este verano ten¨ªamos mundial sub-21 y tuvimos que pagar para ir all¨ª. Est¨¢bamos alojadas en casas de colonias e Internet estaba limitado. Al final lo dec¨ªamos: gracias a eso hicimos mucho m¨¢s equipo. Porque no est¨¢bamos todo el tiempo en el m¨®vil sino que est¨¢bamos en el patio jugando al baloncesto, al pin-pom¡ Los de la federaci¨®n internacional nos pidieron hacer un v¨ªdeo del equipo y nos disfrazamos...¡±.
Ese mismo equipo, aunque muy renovado, es el que ha iniciado ahora otra vez el camino ol¨ªmpico, hac¨ªa R¨ªo. No es una senda f¨¢cil.Esta semana en el torneo Challenge que se ha disputado en Escocia, una especia de segunda divisi¨®n mundial, han acabado cuartas tras perder el bronce ante Sud¨¢frica por un solo gol el domingo. Pero ya miran a Valencia, donde se disputar¨¢ el preol¨ªmpico el a?o que viene. "Por ilusi¨®n y por trabajo no ser¨¢", se despide Berta Bonastre, "si no sale ser¨¢ por otra cosa".
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