¡°Un genio para todo¡±

El 8 de marzo de 1999, al d¨ªa siguiente del gran salto de Yago Lamela, Juan Carlos ?lvarez hablaba, emocionado, y no paraba, de lo que significaban aquellos 8,56 metros que un atleta blanco, un asturiano muy fuerte y muy r¨¢pido, y muy bueno, hab¨ªa saltado para ganar una medalla de plata en los Mundiales en pista cubierta de Maebashi. Y ?lvarez, un cient¨ªfico en la materia, tiraba de diagramas, de fuerzas, de velocidades de despegue, de vuelo, para concluir, siempre emocionado, que Lamela no ten¨ªa l¨ªmites, que solo ten¨ªa 21 a?os, que podr¨ªa saltar m¨¢s que casi nadie en la historia. Poco m¨¢s de 15 a?os m¨¢s tarde, ayer, ?lvarez, quien por un tiempo fue el entrenador de un Yago Lamela que se buscaba, m¨¢s emocionado que nunca, solo pod¨ªa confirmar lo que la web de La Nueva Espa?a hab¨ªa adelantado y la polic¨ªa ratificado a Europa Press, que Yago Lamela, que nunca pudo saltar m¨¢s de 8,56 metros, hab¨ªa sido encontrado muerto por un amigo en casa de sus padres en Avil¨¦s (Asturias), donde viv¨ªa, poco antes de cumplir los 37 a?os. Su salto de 8,56m, una longitud que repiti¨® unos meses despu¨¦s al aire libre (como repiti¨® la plata mundial, ahora al aire libre, en agosto del 99 en Sevilla, siempre detr¨¢s de Iv¨¢n Pedroso), sigue siendo el salto m¨¢s largo jam¨¢s efectuado por un atleta espa?ol, y se mantuvo como r¨¦cord de Europa hasta 2009. Para entonces, Yago Lamela, ya se hab¨ªa retirado.

¡°Estoy impactado¡±, dice ?lvarez, ¡°y no porque su muerte no fuera un desenlace con el que se pod¨ªa contar, sino porque las ¨²ltimas noticias que ten¨ªa de ¨¦l eran bastante alentadoras. Parec¨ªa que estaba saliendo con fuerza de los problemas de depresi¨®n que le han machacado desde hace a?os y, de hecho, se hab¨ªa apuntado al curso de entrenadores nacionales que habr¨¢ en Madrid en julio. Pensaba venirse a vivir a Madrid con su amigo, casi su hermano, Montxu Miranda [saltador de p¨¦rtiga tambi¨¦n retirado joven del atletismo, como Lamela, por culpa de las lesiones], y se le ve¨ªa lleno de proyectos e ideas positivas. De hecho, hab¨ªa estado entrenando a un saltador asturiano, Alfonso ?lvarez, que ahora est¨¢ lesionado y operado de la rodilla¡±.

En junio de 2011, la familia de Yago Lamela, preocupada por sus problemas mentales, solicit¨® su ingreso en un hospital psiqui¨¢trico asturiano que abandon¨® cuatro meses m¨¢s tarde aparentemente recuperado. As¨ª lo anunci¨® en octubre en unas charlas p¨²blicas, en las que habl¨® de que volver¨ªa a la Universidad de Illinois, donde se form¨® unos a?os antes de convertirse en figura mundial, para intentar terminar sus estudios de ingeniero inform¨¢tico. A?os antes hab¨ªa intentado convertirse en piloto de helic¨®ptero, un proyecto que tampoco lleg¨® muy lejos.

Donde Juan Carlos ?lvarez habla de ¡°complejidad¡± y cierta falta de estabilidad mental, Ram¨®n Cid, quien antes de ser director t¨¦cnico nacional de la federaci¨®n espa?ola fue saltador de triple, habla de genialidad de un atleta del que estaba enamorado. ¡°Yago fue un genio para todo¡±, dice Cid, con una tristeza infinita en la voz que siempre que antes hab¨ªa hablado de Lamela se te?¨ªa de admiraci¨®n. ¡°E igual que yo, est¨¢n conmocionados todos los saltadores, Ruth, Javi Bermejo, que trabajaban para ayudarlo y que estaban esperanzados con el ¨¦xito que parec¨ªa que iban a tener sus proyectos, el plan para que volviera al atletismo como entrenador, para que recuperara la ilusi¨®n¡±.

La ilusi¨®n tambi¨¦n la abrigaba Juanjo Azpeitia, quien fue, precisamente, el primer entrenador de Lamela, cuando era un tirillas que a¨²n no hab¨ªa empezado a ensancharse, el primero que se ilusion¨® con la capacidad de salto del ni?o Yago, y el que le gui¨®, cuando regres¨® alica¨ªdo de Illinois, a sus mayores ¨¦xitos. Con Juanjo Azpeitia, Yago Lamela salt¨® como con nadie, y a Juanjo Azpeitia regres¨® al final de su carrera (tambi¨¦n estuvo unos a?os en Valencia, entren¨¢ndose con Rafael Blanquer), buscando un remedio imposible a las lesiones que truncaron muy joven su progresi¨®n. ¡°Y s¨ª¡±, dice Azpeitia, que ha seguido hasta los ¨²ltimos d¨ªas manteni¨¦ndose en contacto con Lamela. ¡°Daba la impresi¨®n de que iba a salir del agujero. Se le ve¨ªa los ¨²ltimos d¨ªas animado, y sal¨ªa a cenar por ah¨ª con sus amigos, y hablaba del futuro. Pero estas cosas de la cabeza son terror¨ªficas. Todo han sido problemas de depresi¨®n. Yago no tomaba drogas ni ten¨ªa problemas econ¨®micos¡±.

Ni ?lvarez, ni Cid, ni Azpeitia caen en la tentaci¨®n de etiquetar a Lamela u ofrecer una explicaci¨®n esquem¨¢tica de lo que le pudo conducir a la muerte tan joven. "Tuvo que dejar el deporte obligado por lesiones, y eso es un asunto complicado, pero todo en el deporte de elite es complicado", dice ?lvarez. "Yo no me creo esas historias que dicen de que la cabeza de los deportistas se tuerce cuando no logra alcanzar las expectativas que hab¨ªa despertado", dice Azpeitia. "La cabeza ya estaba mal cuando saltaba 8,56m".