La felicidad seg¨²n Johnny
Castroviejo vive junto a Nairo Quintana casi las 24 horas del d¨ªa, como escudero
¡°Cada uno busca la mejor manera de ser feliz, ?no? Y a m¨ª no me har¨ªa feliz la presi¨®n de tener que sacar siempre buenos resultados, pero s¨ª ver que otros los consiguen tambi¨¦n gracias a mi trabajo¡±. As¨ª habla Jonathan Castroviejo, que comparte habitaci¨®n e historias y lecciones de vida con Nairo Quintana, el favorito para ganar el Giro. Cuando habla Castroviejo, o Johnny, como se le llama entre amigos para abreviar, tiene que entrecerrar los ojos, desbordados ya por la intensa luz del Mediterr¨¢neo, y su color, ese azul pintado de azul al que cantaba volando Domenico Modugno, nacido en la provincia y apellidado como la localidad en la que se aloja el Movistar, una autov¨ªa fea junto a la zona industrial de Bari. Y aunque deslumbrados, los ojos est¨¢n alegres, pues hace calor, ya huele a Giro de verdad, y bellas muchachas esperan en el vest¨ªbulo para cubrirles de flores, y Amador y Ventoso, que tambi¨¦n han batallado contra el viento y la lluvia en la traves¨ªa irlandesa, se sienten recompensados simplemente con la alegr¨ªa de poder comer pasta al dente, quiz¨¢s.
CLASIFICACI?N GENERAL
1. Michael Matthews (Aus/Orica) 10h6m37s
2. Alessandro Petacchi (Ita/Omega) a 8s
3. Daniel Oss (Ita/BMC) a 10s
4. Luke Durbridge (Aus/Orica) a 14s
8. Rigoberto Uran (Col/Omega) a 19s
14. Cadel Evans (Aus/BMC) a 21s
16. Samuel S¨¢nchez (BMC) a 21s
59. Nairo Quintana (Col/Movistar) a 1m9s
116. Purito Rodr¨ªguez (Katusha) a 1m47s
ETAPA DE HOY
Giovinazzio-Bari 121 Km.
Ha aterrizado en la Apulia, el tac¨®n de la bota ¨ªtala, con todo el pelot¨®n del Giro hace nada y ya est¨¢ de nuevo en bicicleta, unas pedaladas el d¨ªa de descanso, una apreciaci¨®n del viento que les soplar¨¢ hoy a todos, del asfalto verdaderamente resbaladizo del sur de Italia. Y con ello construir¨¢ su trabajo de protecci¨®n de Nairo, que consiste en estar siempre a su lado en las etapas llanas, hasta cuando se para a orinar, y luego taparle el viento cuando progresa en el pelot¨®n. ¡°Con Nairo siempre he tenido buena qu¨ªmica, me gusta la madurez y el poso que tiene, pese a lo joven que es, c¨®mo se sabe manejar en todas las situaciones, c¨®mo sabe mandar e imponerse ante los m¨¢s grandes, ante los abusones en el pelot¨®n¡±, dice el ciclista vizca¨ªno (de Getxo exactamente), de 27 a?os, peque?ito de talla pero gran rodador, y adem¨¢s pasa bien la monta?a, como demostr¨® ya de amateur, quedando segundo en la Ronda de l¡¯Isard, la carrera pirenaica que filtra a los grandes escaladores. ¡°S¨ª, soy el campe¨®n de Espa?a contrarreloj pero para nada me ha cambiado el chip¡±, dice el ciclista que se dio a conocer para el gran p¨²blico en los Juegos de Londres, cuando con su trabajo vuelta tras vuelta ciment¨® la hist¨®rica fuga en la que todo el pelot¨®n se escap¨® del equipo brit¨¢nico en el que Wiggins tiraba para Cavendish. Y el a?o pasado, en el Tour, ya empez¨® a mostrar su devoci¨®n y su buen trabajo por Nairo, y la convivencia en la habitaci¨®n, cuando, eliminado Valverde en un abanico, el colombiano debi¨® asumir el liderato del segundo y lo hizo brillante: segundo, mejor joven, una etapa, rey de la monta?a y pesadillas de Froome.
Me hace feliz ver que otros consiguen buenos resultados gracias a mi trabajo¡±
Su qu¨ªmica buena con Nairo Quintana se puso a prueba durante varias semanas esta primavera, y la reacci¨®n no revent¨®: al contrari¨®, la relaci¨®n se solidific¨®. ¡°Yo sol¨ªa a ir a entrenar en altura al Teide, pero este a?o quer¨ªa que me acompa?ara mi pareja, que est¨¢ esperando un ni?o, y ve¨ªa que en el Teide se iba a morir de aburrimiento mientras yo estuviera entrenando¡±, cuenta Castroviejo, quien no puede esconder su esp¨ªritu aventurero, su curiosidad por recorrer el mundo con una mochila al hombro, en campings, en caravana. ¡°As¨ª que le propuse a Nairo si pod¨ªa irme a Colombia a entrenarme con ¨¦l, y a ¨¦l le pareci¨® perfecto¡±. Con Nairo se fue a Tunja, a 2.800 metros de altitud, all¨ª donde Indurain le gan¨® a Olano el Mundial de contrarreloj del 95 y donde tiene casa y tiene a su familia, a su mujer, a su hija reci¨¦n nacida, el escalador colombiano. ¡°Yo me qued¨¦ en un hotel con mi mujer y todos los d¨ªas sal¨ªamos juntos y mi mujer se quedaba en la ciudad¡±, dice Castroviejo, para quien la felicidad tambi¨¦n fue eso. ¡°Recorrimos sus lugares de toda la vida, C¨®mbita, donde viven sus padres, Arcabuco, donde iba a la escuela, y entrenamos simulando lo que podr¨ªa ser el Giro. Etapas de monta?a, llanas, contrarreloj, tras coche¡ Nos fue muy bien¡±.
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