Una cara amable para un a?o horrible
La llegada de Bartomeu, despu¨¦s de la dimisi¨®n de Rosell, ha suavizado las tensiones vividas por el Barcelona durante una temporada presidida por un rosario de calamidades
Al mal tiempo, buena cara. La imagen de proximidad que ofrece hoy Josep Maria Bartomeu contrasta con la crispaci¨®n que desprend¨ªa Sandro Rosell, que lleg¨® a acusar de colaboracionistas a algunos empleados del Bar?a cuando todav¨ªa mandaba Joan Laporta. Rosell quer¨ªa ser presidente en 2008, cuando no prosper¨® la moci¨®n de censura, y hasta que no accedi¨® al cargo en 2010, no par¨® de malmeter contra quienes ayudaron a resucitar a un presidente como Laporta que parec¨ªa destinado a correr la misma suerte que Rijkaard y Ronaldinho. Rosell se prepar¨® para levantar a un club en decadencia y por el contrario se encontr¨® con un equipo campe¨®n liderado por Guardiola.
As¨ª que gobern¨® a menudo con el paso cambiado, sin hacer siempre lo que sent¨ªa, condicionado por las circunstancias, inequ¨ªvoco en cualquier caso cuando su junta directiva propuso la acci¨®n de responsabilidad contra Laporta a pesar de su voto en blanco. El proceder de Rosell fue siempre tan maquiav¨¦lico y misterioso que a d¨ªa de hoy no se sabe tampoco por qu¨¦ dimiti¨® en enero pasado, si por las amenazas sufridas en su casa, por las presiones familiares y en especial de su padre, por los muchos frentes abiertos en el club y en sus negocios, o un poco por todo. El mundo de Rosell es tan complejo como el del Bar?a. Los problemas de ambos se juntaron hasta hipotecar una excelente cuenta de resultados deportivos (dos Ligas, una Champions, un Mundial de Clubes y una Copa) y econ¨®micos (redujo la deuda en m¨¢s de 230 millones).
El club aspira a cerrar el ejercicio con la conquista de una Liga que dedicar¨ªa a Tito
La salida de Rosell ha sido una de las muchas noticias que han alterado la vida del Bar?a durante la temporada 2013-2014. Y, en cierto modo, su gesti¨®n no fue ajena a la sanci¨®n de la FIFA por incumplir el reglamento referente al traspaso de jugadores menores de 16 y 18 a?os, ni tampoco a la decisi¨®n de la Audiencia Nacional de admitir a tr¨¢mite la demanda contra el presidente del Barcelona por el traspaso de Neymar, cuyo contrato fue posteriormente mostrado por Bartomeu.
Al club le cuesta salir de los juzgados y jugadores como Messi las han pasado tambi¨¦n canutas. A empresarios supuestamente vinculados con el 10 se les asoci¨® con presuntos narcotraficantes y la Fiscal¨ªa de delitos econ¨®micos de Barcelona se querell¨® contra el jugador por defraudar a Hacienda. Tambi¨¦n se negocia un nuevo contrato con Messi despu¨¦s de que el futbolista arremetiera contra el vicepresidente econ¨®mico Xavier Faus por cuestionar que se tuviera que aumentar el sueldo del 10. Las lesiones han martirizado tanto a Messi, que estuvo dos meses de baja, como a Neymar, Piqu¨¦, Jordi Alba y, especialmente a Vald¨¦s, figura capital mientras dur¨® el liderazgo del Bar?a. El propio Vald¨¦s anunci¨® que no renovar¨ªa su contrato y el capit¨¢n Puyol se despide ma?ana oficialmente del Camp Nou.
No ha habido peor suceso, sin embargo, que la muerte de Tito Vilanova, el entrenador que recay¨® de su c¨¢ncer en julio, dispuesto a comenzar la pretemporada, sustituido a la carrera por Tata Martino, recomendado por Rosell. El expresidente se desvivi¨® por Tito, hilo conductor con el pasado, exayudante de Guardiola. ¡°Ha sido con diferencia lo peor que nos ha pasado¡±, asiente Bartomeu, consciente de que se impone aplicar medidas impopulares aplazadas de hace tiempo como la reestructuraci¨®n del plantel.
A diferencia de su ¨ªntimo amigo Rosell, Bartomeu acepta convivir con la cr¨ªtica y la discrepancia, sabe que hay situaciones imprevisibles, propias del fatalismo barcelonista ¡ªel secuestro de Quini, la muerte de Benitez o la enfermedad de Abidal¡ª y es consciente tambi¨¦n de que otras forman parte de una mala gesti¨®n, evidente tambi¨¦n en el Bar?a. Ausente el l¨ªder y personalista Rosell, se impone un mando m¨¢s profesional y colegiado. ¡°Hay que solucionar poco a poco cada uno de los muchos problemas y poner el club al d¨ªa¡±, afirma un compa?ero de Bartomeu, el presidente que ha relativizado el drama del Bar?a. La conquista de la Liga ser¨ªa un buen punto de inflexi¨®n y la mejor manera de homenajear a Tito, principio y final del curso 2013-14.
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