De golpe en golpe, hasta la victoria

"Vamos a ganar la Liga, no s¨¦ si porque empataremos o porque ganaremos, pero de lo que estoy seguro es de que vamos a sufrir", aventuraba un seguidor del Atl¨¦tico a las puertas del Camp Nou. Su pensamiento fue reforzado por las dos lesiones madrugadoras de Diego Costa y Arda. Sin embargo, de esos contratiempos surgi¨® un equipo campe¨®n, que se repuso hasta hacerle saber al Bar?a y al Camp Nou que era un campe¨®n leg¨ªtimo, refrendado por ese gol de God¨ªn que rubricaba una superioridad y una autoridad en el juego insospechada.

Del diminuto punto rojiblanco que formaban los seguidores del Atl¨¦tico en el ¨²ltimo anfiteatro del Camp Nou apenas se distingui¨® la ovaci¨®n que le dedicaron a Diego Costa cuando sali¨® a calentar. Nada en sus ejercicios, realizados al ritmo que marca el Profesor Ortega, pareci¨® fuera de lo normal. Luego, pelote¨® en largo y en corto. Tampoco se le apreci¨® dolor en la primera pelota a¨¦rea que disput¨® con Piqu¨¦. Cuerpe¨® con el central azulgrana y salt¨® con todo para marcar territorio. Todo normal, hasta que al Atl¨¦tico se le present¨® por primera vez el paisaje que m¨¢s deseaba. Un robo, Koke en conducci¨®n libre de obst¨¢culos cercanos por el medio, a la derecha, Villa, y, a su izquierda, Diego Costa.

El delantero sufre un problema muscular en la cara posterior del muslo derecho

Cuando Koke quiso girar el cuello para reubicar a Costa y darle el bal¨®n este ya no estaba en su l¨ªnea de pase. Se hab¨ªa frenado, derrotado, ante lo que percibi¨® que era su adi¨®s al partido y qui¨¦n sabe si a la final de la Liga de Campeones y al Mundial.

La escena fue muy parecida a la que se produjo en el partido de ida de los cuartos de la Liga de Campeones. El mismo escenario, aunque m¨¢s dramatismo. Hundido, Costa se fue al banco entre l¨¢grimas. All¨ª lo recibieron sus compa?eros, fisioterapeutas y utilleros. No quer¨ªa saber nada de nadie. Con una toalla cubriendo su cabeza y su rostro, sigui¨® sollozando mientras Simeone abroncaba a Adri¨¢n por su tardanza en prepararse para salir. Lesi¨®n muscular en la cara posterior del muslo derecho comunic¨® el club, la misma regi¨®n que le hab¨ªa hecho perderse el encuentro ante el M¨¢laga. Fue el martes cuando entre el cuerpo t¨¦cnico, el jugador y los servicios m¨¦dicos se decidi¨® que jugara en el Camp Nou. Ayer, incluso, se pregunt¨® al jugador por c¨®mo se sent¨ªa antes de incluirle en la alineaci¨®n.

Simeone abronc¨® a Adri¨¢n por su tardanza en salir y acab¨® sustituy¨¦ndole

No hab¨ªa digerido ese golpe el Atl¨¦tico cuando Arda tambi¨¦n se resent¨ªa de un golpe. La jugada le pill¨® en la banda contraria al banquillo. Hasta all¨ª camin¨® despacio, recibiendo ¨¢nimos de Koke y de Cesc, tambi¨¦n con los ojos acuosos. Perd¨ª¨® Simeone en un cuarto de hora a dos de sus futbolistas m¨¢s decisivos en ataque. Sin Costa, se quedaba sin el futbolista que necesitaba para alargar el equipo y, sin Arda, sin su jugador m¨¢s distinto para desequilibrar y esconder el bal¨®n. Los recambios escogidos por El Cholo fueron Ra¨²l Garc¨ªa y Adri¨¢n. El primero corri¨® y se faj¨® como siempre en el juego a¨¦reo, el segundo trat¨® de hacer de Costa desde su velocidad. No le debi¨® satisfacer a Simeone lo que vio en la casi hora de juego en el campo porque meti¨® a Sosa y le sent¨® a ¨¦l. A Adri¨¢n tampoco le sent¨® bien la decisi¨®n y se encar¨® con el Mono Burgos. Para entonces ya hab¨ªa empatado God¨ªn. Pero antes de ese gol, tanto contratiempo, tanta lesi¨®n inoportuna hab¨ªan servido para que el equipo se rebelara como el campe¨®n que es.