El Helm¨¢ntico no tiene quien le quiera

Hubo una ¨¦poca en la que Atl¨¦tico, Barcelona o Valencia sintieron que aquel recinto era un infierno. El lugar de las grandes remontadas de un equipo modesto al que 17.341 espectadores jaleaban sin descanso desde las gradas. Era la casa de la Uni¨®n Deportiva Salamanca, un equipo de Primera que jugaba en el Helm¨¢ntico, un campo coqueto, que 44 a?os despu¨¦s de su construcci¨®n en 1970 ser¨¢ subastado el pr¨®ximo mes de junio porque desde hace un a?o no tiene a qui¨¦n acoger en su interior.

La desaparici¨®n del equipo en junio de 2013 al no poder hacer frente a una deuda contra¨ªda con el Estado de 23 millones de euros ha llevado a que el Ministerio de Hacienda saque a subasta los 7.480 metros cuadrados que ocupan las instalaciones del extinto Salamanca. El precio de salida es de 14,75 millones de euros, seg¨²n se dio a conocer ayer en el Bolet¨ªn Oficial del Estado.

?Qui¨¦n va a pujar por algo as¨ª? La subasta va a quedar desierta" Jos¨¦ Cancelo, exconsejero de la UD Salamanca

¡°Entre todos la mataron y ella sola se muri¨®¡±. Lo dice Jos¨¦ Cancelo, consejero del club durante sus ¨²ltimos a?os de vida. ¡°La dejadez de los distintos consejos unida a la de los aficionados y el pueblo acab¨® con ella¡±, a?ade. El suelo en el que se encuentra el Helm¨¢ntico es propiedad de Villares de la Reina, un municipio situado a tres kil¨®metros de Salamanca, y est¨¢ calificado como terreno para uso deportivo, por lo que no se puede urbanizar, ni dedicar para cualquier otro servicio ajeno al establecido.

¡°No vamos a pujar por los terrenos. En su momento tratamos de negociar con el consistorio de Villares para que se cambiara su calificaci¨®n, pero no lo conseguimos. Ser¨ªa rar¨ªsimo que alguien se hiciera con ¨¦l y quisiera colocar all¨ª a un equipo de f¨²tbol¡±, explica Jos¨¦ Recio, Concejal de Deportes del Ayuntamiento de Salamanca, en el que gobierna el Partido Popular. ¡°?Qui¨¦n va a pujar por algo as¨ª? La subasta va a quedar desierta¡±, se suma Cancelo. ¡°Ser¨ªa un milagro que alguien pujara teniendo en cuenta la situaci¨®n actual", apunta Fernando Pablos, Secretario General del PSOE en Salamanca.

Seg¨²n se establece en el BOE, para poder participar en la puja que se llevar¨¢ a cabo el 19 de junio a las diez de la ma?ana, se ha de ingresar un dep¨®sito correspondiente al 20% del valor de partida de los terrenos, unos 2,95 millones de euros, y a partir de ah¨ª los tramos van en fracciones de 2.000 euros. ¡°El f¨²tbol es un negocio rentable, pero a muchos niveles no¡±, a?ade Recio. ¡°El precio de la subasta es desorbitado. La valoraci¨®n sentimental est¨¢ claro que es muy alta, pero la real no est¨¢ en los casi 15 millones que se piden por ¨¦l. No creo que valga m¨¢s de seis¡±, intercede Cancelo. ¡°Solo podemos esperar a que la subasta se lleve a cabo y una vez que se conozca qui¨¦n es el propietario, ver qu¨¦ intenciones tiene para el terreno. Y a partir de ah¨ª, determinar las alternativas¡±, comenta Recio.

El f¨²tbol es un negocio rentable, pero a muchos niveles no¡± Jorge Recio, Concejal de Deportes del Ayuntamiento de Salamanca

Una de esas posibilidades, dejando al margen una recalificaci¨®n del terreno, la apuntan desde la oposici¨®n. ¡°La ¨²nica soluci¨®n si la subasta se declara desierta es que Hacienda se quede con la propiedad pero ceda el uso del estadio al Ayuntamiento de Salamanca a cambio de su mantenimiento¡±, propone Pablos. Actualmente, una empresa privada se ocupa de cuidar las instalaciones sin recibir ninguna contraprestaci¨®n a cambio. ¡°Ma?ana mismo se podr¨ªa jugar un partido, pero sin un plan espec¨ªfico de conservaci¨®n a largo plazo, el Helm¨¢ntico quedar¨¢ como un monumento abandonado a la UD Salamanca¡±, concluye Cancelo.

El 27 de julio de 1993 Javier Sotomayor salt¨® por encima de los 2 metros y 45 cent¨ªmetros que separaban el list¨®n del suelo de la pista de atletismo de un miniestadio anexo al Helm¨¢ntico. El r¨¦cord del saltador cubano sigue vigente. Es solo un pedazo de la historia vivida junto a un escenario que ahora espera que alguien quiera cuidar de ¨¦l.