Un secuestro oce¨¢nico

Un corpulento hombre trajeado deambula desnortado por el coraz¨®n de Valencia. Cabizbajo, se sienta en una terraza. Pide una horchata. Cruza los brazos y fija la mirada en un edificio blanco con ventanales de roble. Se ensimisma en silencio frente a su fachada se?orial. El que fuera presidente del Valencia entre 2004 y 2008, Juan Bautista Soler, no es un arquitecto frustrado. Pero s¨ª un empresario obcecado con una finca. As¨ª lo reconocen en privado algunos vecinos. La propiedad en cuesti¨®n se encuentra apenas a 50 pasos de su lujosa vivienda de 300 metros cuadrados valorada en dos millones de euros.

Soler sospecha que en el interior de la casa que vigila, en el n¨²mero cuatro de la distinguida calle de Mart¨ªnez Ferrando, se esconde la fortuna que reclama a su antiguo colega y sucesor en la presidencia del Valencia, Vicente Soriano Serra. A sus 58 a?os, Soler, el promotor que sali¨® del club en 2008 despu¨¦s de fracasar en su intento de saciar su deuda a base de pelotazos urban¨ªsticos, cree que el inquilino de la finca de la discordia no es tan insolvente como pregona. Intuye que Soriano tiene un patrimonio millonario oculto que se extiende, como una telara?a, por cuentas de medio mundo: Panam¨¢, Alemania, Suiza... Y ah¨ª estar¨ªa el dinero que le adeuda por la venta de las 70.889 acciones del Valencia CF que abrieron a Soriano las puertas de la presidencia. 85 millones (100 con intereses) en total que nunca recibi¨®, tal y como ratific¨® el Tribunal Supremo.

El impago, la ojeriza y la ruina habr¨ªan empujado a la ira al apacible promotor. A convertirse en mecenas de un plan, que frustr¨® la polic¨ªa en abril, para conseguir el cobro de la deuda en el que participaban delincuentes de baja estofa, un hostelero arruinado y un abogado de la trama G¨¹rtel. El juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 12 de Valencia mantiene cinco imputaciones en este asunto por un delito de tentativa de secuestro. Los protagonistas se enfrentan a entre dos y ocho a?os de prisi¨®n.

A media ma?ana, el cubo de cristal de la cafeter¨ªa Punto Verde Heineken permanece ajeno al ajetreo del Mercado de Col¨®n, un eje de sofisticaci¨®n en el barrio m¨¢s elegante de la ciudad. El local est¨¢ cerrado desde hace una semana por impago de alquiler, seg¨²n varios comerciantes. Su propietario es Ciro d¡¯Anna, un dicharachero napolitano de 45 a?os, popular en la zona por haber regentado desde los noventa la pizzer¨ªa Pavarotti, el local de moda entre los jugadores del Valencia, tambi¨¦n cerrado. Los vecinos recuerdan haber visto de forma asidua a D¡¯Anna y Soler en el establecimiento hace unos meses. ¡°Eran muy amigos. A Soler tambi¨¦n le vimos con desconocidos¡±, explica un comerciante que, como todos los consultados, pide el anonimato. ¡°Esto es de pel¨ªcula de Berlanga¡±, a?ade otro.

Entre los imputados figura como presunto intermediario con los delincuentes el portero que controlaba el acceso al exclusivo pub Las ?nimas, el marroqu¨ª Abdellatif Laaroubi, Tati. La lista de sospechosos se completa con Miguel Mu?oz, que conducir¨ªa la furgoneta con la v¨ªctima, y el conocido abogado penalista Juan Carlos Navarro, defensor de Francisco Correa en Valencia. El letrado se responsabilizar¨ªa de mover el supuesto bot¨ªn secreto de Soriano a cuentas de Ucrania. ¡°No tengo nada que ver con esta trama¡±, zanja en su despacho este abogado con tres d¨¦cadas de experiencia que presume de ganar el 95% de los casos. Todos est¨¢n en libertad.

Retra¨ªdo y herm¨¦tico, Soler declina hablar. Su padre, el constructor millonario que le ayud¨® a comprar las acciones para alcanzar la presidencia, en 2004, proclama su inocencia. En su entorno insisten en que tiene ganas de contar su versi¨®n. Pero todav¨ªa no es el momento. Conf¨ªan en el archivo de la causa. Soriano admite sin grabadora de por medio que ya ha superado el impacto inicial de cuando la Polic¨ªa Nacional le visit¨® a finales de marzo para advertirle de que tomase medidas de seguridad. Los agentes le sometieron a una discreta vigilancia. Su familia retoma el pulso a c¨¢mara lenta. Soriano sugiere que convocar¨¢ una rueda de prensa cuando el juez resuelva. ¡°Pas¨¦ miedo y los negocios me van mal, como a todos¡±, resume en la inmaculada sede de su empresa, a 50 metros del lugar donde su enemigo sigue aparcando su BMW.

Para desgranar este esperp¨¦ntico relato hay que remontarse al pasado 27 de marzo. Un delincuente habitual cruza el portal¨®n de cristal de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Valencia. Pide entrevistarse con el inspector del Grupo de Atracos. Es urgente. Los agentes reconocen al visitante. En 2013 fue arrestado dos veces. El confidente relata un plan para raptar a Soriano. La banda pretend¨ªa retener dos d¨ªas al promotor en una vivienda de Valencia, trasladarle en una caravana a Francia y viajar despu¨¦s a Panam¨¢. El amordazado deb¨ªa llegar consciente y responder una pregunta: ?d¨®nde est¨¢ el dinero?

El delator se presenta a los agentes como un efectado m¨¢s. Dice que la banda le capt¨® meses antes en un hotel de Valencia. Para apuntalar su tesis, aporta un informe de 19 folios. El documento sostiene que Soriano esconde dinero en cuentas en para¨ªsos fiscales como Panam¨¢, donde utilizar¨ªa a una mujer como testaferro. Tambi¨¦n, facilita una fotocopia de un pagar¨¦ sin fondos de 35 millones de euros a nombre del promotor. El confidente, hoy testigo protegido, porta un recorte de prensa del diario Levante-EMV. ¡°Arrestado en la frontera de Andorra un empresario con 150.000 euros en efectivo¡±, reza la noticia de abril de 2010. Insiste en que todo el material se lo ha proporcionado Soler.

M¨¢s pruebas. La banda conoc¨ªa la rutina diaria de Soriano, seg¨²n el relato del arrepentido al que ha tenido acceso EL PA?S. Sab¨ªa que el promotor sal¨ªa de casa a las 9.50 para caminar por la calle de Cirilo Amor¨®s hasta la selecta cafeter¨ªa Casa Vela, donde desayunaba. Los delincuentes planeaban esperarle all¨ª con una colosal furgoneta de alquiler a la altura del colegio San Vicente Ferrer-Dominicos. Rociar¨ªan con laca la c¨¢mara de seguridad del centro educativo religioso. Un ciudadano de origen ¨¢rabe conducir¨ªa el veh¨ªculo. Dos colombianos reducir¨ªan a la fuerza al promotor. Un tercero colocar¨ªa una caja de cart¨®n gigante a modo de pantalla para impedir que los viandantes identificaran a los delincuentes. Un ATS sedar¨ªa a la v¨ªctima. Todo fugaz. Sincronizado.

La investigaci¨®n desconoce la identidad de los delincuentes contratados para el trabajo. Ni el medio de transporte utilizado para enviar al amordazado a Panam¨¢. Tampoco, el motivo del viaje al pa¨ªs latinoamericano. Este peri¨®dico ha sabido que Soler tuvo sobre su mesa hace tres a?os un informe an¨®nimo que revelaba que Soriano figuraba como segundo autorizado de una cuenta con m¨¢s de cuatro millones de euros de saldo en un banco andorrano que opera en Panam¨¢. El dinero estaba a nombre de la sociedad Serrania Trust. El intermediario que encarg¨® el documento pag¨® 5.000 euros a un miembro de la estructura del Estado paname?o.

La polic¨ªa nacional desmantel¨® la trama del rapto el 8 de abril. La investigaci¨®n tem¨ªa que la banda ejecutase su plan. El detonante fue una grabaci¨®n realizada por el testigo protegido con un micro oculto con la complicidad de los agentes en un c¨¦ntrico piso de Valencia. La polic¨ªa fotografi¨® la reuni¨®n. Al encuentro asisti¨® Ciro d¡¯Anna y Soler. El confidente arranc¨® al promotor el ¡°OK¡± de la operaci¨®n. Cuando el expresidente del club y el napolitano le preguntan por el d¨ªa D, respondi¨®: ¡°Eso lo har¨¦ yo cuando quiera. Ya os enterar¨¦is por los peri¨®dicos¡±.

En la nebulosa de la duda queda el motivo por el que el confidente decide desbaratar los preparativos. Un rapto por el que habr¨ªa percibido el 10% del efectivo de Soriano. Fuentes cercanas a la investigaci¨®n se?alan que el mismo d¨ªa de la detenci¨®n de Soler, en una rocambolesca maniobra, el testigo protegido lleg¨® a acercarse a Soriano simulando ser un detective privado que quer¨ªa venderle una informaci¨®n comprometida. La v¨ªctima, alertada hac¨ªa d¨ªas por la polic¨ªa, rechaz¨® la ayuda.

Son las 21.00. El despacho de la agencia de detectives Distrito 46 en Valencia es un lugar silencioso. Una habitaci¨®n guarda 8.000 ficheros. Desde la pesquisa que permiti¨® desmontar el testimonio de la portuguesa que reclam¨® la paternidad de Julio Iglesias a la investigaci¨®n sobre un pol¨ªtico valenciano al que su partido quer¨ªa despedir.

El director de la empresa, Juan de Dios Vargas, un sabueso de 51 a?os especializado en investigaciones patrimoniales, rastre¨® el dinero de Soriano en 2010. Su informe concluy¨® que las 13 empresas inmobiliarias del promotor ten¨ªan a su nombre decenas de propiedades gravadas con hipotecas por m¨¢s de 20 millones. Este sistema de bienes envenenados habr¨ªa espantado a los acreedores, seg¨²n este detective, que lleg¨® a disfrazarse de gorrilla para vigilar las entradas de dinero a la flamante casa de Soriano. ¡°Una mujer me dio un euro¡±, recuerda.

La ascensi¨®n y ca¨ªda de Soler responde a un tiempo que nunca volver¨¢. La era de los delirios de grandeza y las injerencias pol¨ªticas en el f¨²tbol. En 2004, el Valencia era el mejor equipo del mundo, seg¨²n la Federaci¨®n Internacional de Historia y Estad¨ªstica. Acababa de ganar la Liga, la Copa de la UEFA y la Supercopa de Europa. La Generalitat de Francisco Camps medi¨® para que el presidente de los promotores, Soler, alcanzara la presidencia y evitar as¨ª el regreso del volc¨¢nico Paco Roig. El padre millonario del constructor, Bautista Soler, llorar¨ªa despu¨¦s haber dejado la sociedad del Mestalla en manos de su hijo. Fueron cuatro a?os devastadores. La deuda pas¨® de 120 a 550 millones. Los fichajes se dispararon. Todo a 18 millones. Manuel Fernandes, Zigic, Banega... Los rivales de fuera y los buitres de dentro se aprovechan de una mezcla de candidez y megaloman¨ªa del presidente. Soler prometi¨® vender el viejo Mestalla por 500 millones para construir un nuevo estadio por 400. Fracas¨® en ambos. Se lo llev¨® por delante el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, a ¨¦l y al Valencia. Las obras del nuevo Mestalla, a medio construir, est¨¢n paradas desde febrero de 2009. Se han gastado 160 millones. Faltar¨ªan otros 100 para acabarlo. Era el proyecto fara¨®nico de la alcaldesa de Valencia, Rita Barber¨¢, que lo present¨® en noviembre de 2006 en un acto desbordante de boato. Agradecido a sus mentores del PP, Soler arremeti¨® p¨²blicamente contra los socialistas valencianos por haberse opuesto a la recalificaci¨®n del viejo Mestalla concedida por Barber¨¢.

Los delincuentes barajaban amordazar a la v¨ªctima tras su desayuno en una c¨¦ntrica cafeter¨ªa

¡°El problema fue cuando Soler se puso a hacer un nuevo estadio sin financiaci¨®n. ?C¨®mo co?o se le ocurri¨® construir un estadio sin pedir un pr¨¦stamo a 30 a?os¡±, explica una fuente de la antigua Bancaja, la entidad que toler¨® los excesos del club y ahora, convertida en Bankia, es su principal acreedor (el Valencia le debe 310 millones).

Soler entr¨® en una carrera hacia su propia ruina y la de la sociedad, rodeado de timadores como Valencia Experience (una empresa fantasma cuyo nombre lucieron los jugadores del equipo a cambio de nada). Tampoco trajo ninguna inversi¨®n Dalport, un grupo uruguayo de supuestos estafadores, seg¨²n el Banco de Espa?a, que estuvo a punto de apoderarse del club. Lo ten¨ªa comprado con un tal Vicente Soriano, antiguo exportador de naranjas, que sustituy¨® a Soler en la presidencia. El nuevo m¨¢ximo responsable del Valencia, Manuel Llorente, busc¨® la soluci¨®n en una ampliaci¨®n de capital de 90 millones por la que el club pasar¨ªa a ser propiedad de la Fundaci¨®n, una entidad dirigida por distintas instituciones de la comunidad. Para ello, lleg¨® otro pr¨¦stamo de Bancaja, de 70 millones, avalado por la Generalitat. El club sigui¨® cayendo hasta que pudo haber tocado fondo la semana pasada. Un millonario de Singapur, Peter Lim, compr¨® el 70% de las acciones por unos 100 millones. Y negocia con Bankia el pago del grueso de la deuda. 10 a?os han pasado entre aquel Valencia admirado en Europa y este rescatado por un magnate asi¨¢tico mientras se investiga el turbio intento de secuestro de un expresidente a otro.

Con informaci¨®n de Pilar de la Fuente.

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