Alberto Gadea, fact¨®tum de la Vuelta a Espa?a
Presidi¨® el jurado t¨¦cnico de las mejores carreras ciclistas del mundo y fue el director de la ronda espa?ola durante dos d¨¦cadas
Su figura menuda y en¨¦rgica, de mariscal de campo, emerg¨ªa del autom¨®vil que guiaba aquellos pelotones de las d¨¦cadas de los ochenta y de los noventa con jefes de fila como Kelly, Fignon, Delgado, Pino, Rominger, Indur¨¢in, Jalabert, Z¨¹lle, Olano, Ullrich y tantos otros. Alberto Gadea lo fue pr¨¢cticamente todo en el ciclismo. Durante varias d¨¦cadas, y especialmente a partir de 1986 cuando fue nombrado director t¨¦cnico de la Vuelta a Espa?a, se convirti¨® en la br¨²jula del ciclismo espa?ol, el hombre que determinaba por d¨®nde iban a ir los tiros, el que establec¨ªa los recorridos y velaba por el cumplimiento de las reglas del juego.
Gadea trabaj¨® desde 1985 para Unipublic, la empresa organizadora de la prueba. A las ¨®rdenes de Enrique Franco y casi siempre junto a Felipe Tr¨¢paga, se encarg¨® de dise?ar los recorridos de la carrera. La tarea no resultaba sencilla. Supervisaba los recorridos hasta cuatro o cinco veces antes de dar su visto bueno y, adem¨¢s, ten¨ªa que contentar a Unipublic, a los aficionados, a los alcaldes de las poblaciones que hac¨ªan cola por formar parte de una carrera que en 1979 hab¨ªa estado a punto de desaparecer, y a los corredores, que se quejaban, por la dureza o falta de dureza de las etapas, por su kilometraje, corto o excesivo, o por aspectos relacionados con la seguridad o los alojamientos.
Socarr¨®n, Gadea admit¨ªa haber sido un corredor ¡°malo, el prototipo de eterno segund¨®n¡±, en la d¨¦cada de los cincuenta. El servicio militar y el matrimonio le decidieron a convertirse en ¨¢rbitro y se sac¨® la licencia de comisario internacional. A partir de 1968 presidi¨® el jurado t¨¦cnico de las mejores carreras del mundo: el Tour, la Vuelta a Espa?a, la Vuelta a Suiza, la Volta a Catalunya o el Tour del Porvenir. Y en 1992 fue el presidente del comit¨¦ de ¨¢rbitros de los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona, la ciudad donde naci¨® en 1932.
La Uni¨®n Ciclista Internacional
Su labor como estratega de la Vuelta fue innovadora. Instaur¨® los puertos de categor¨ªa especial para dar m¨¢s ¨¦nfasis a la monta?a. Busc¨® atractivos para la primera semana de la carrera como las contrarrelojes por equipos, en alguna edici¨®n divididos en tr¨ªos, y nuevos trazados entre los que incluy¨® el Angliru. La historia del ahora famoso puerto asturiano empieza con la carta que le envi¨® en 1996 Miguel Prieto, natural de Sama y director nacional de inform¨¢tica de la ONCE, inform¨¢ndole sobre la idoneidad de semejante ascensi¨®n. Gadea tuvo la audacia para organizar una etapa en que se inclu¨ªan unas rampas con las que algunos ciclistas no pod¨ªan y se ve¨ªan obligados a echar pie a tierra. Los aficionados se lo hab¨ªan advertido en las primeras estribaciones, donde escrib¨ªan con tiza: ¡°Aqu¨ª empieza el infierno¡±. Jos¨¦ Mar¨ªa Jim¨¦nez El Chaba fue el primer ganador en El Angliru, en 1999.
Tampoco le faltaron a Gadea la flema y la paciencia imprescindibles para soportar las cr¨ªticas de los corredores que en 1986, cuando incluy¨® el duro Puerto de Las Palomas en una etapa entre Puerto Real y Jerez de la Frontera, decidieron hacer una huelga de ¡°pedales ca¨ªdos¡± y llegaron con una hora y media de retraso. Y tambi¨¦n tuvo que hacer acopio de su templanza cuando el pelot¨®n estuvo a punto de plantarse en una etapa en Barcelona en 1995. La causa era la falta de seguridad en un circuito en el que los ciclistas iban y ven¨ªan en sentido contrario solo separados por unos conos y no por las vallas que ¨¦l hab¨ªa reclamado.
La seguridad de los corredores era, precisamente, la premisa fundamental de las decisiones de Gadea, que como recordatorio siempre llevaba en su cartera una fotograf¨ªa de una espeluznante ca¨ªda masiva en una etapa de un Giro. ¡°Soy consciente del magnetismo de la Vuelta, pero para m¨ª tiene mucha m¨¢s importancia la seguridad. Por eso he tenido que negar el paso de la Vuelta por muchas poblaciones¡±, dec¨ªa.
Su pasi¨®n fue el ciclismo, la deportividad y la organizaci¨®n en una disciplina especialmente dura y peligrosa por su car¨¢cter n¨®mada, a veces circense y en la que sus protagonistas, los ciclistas, siempre han sido los m¨¢s fr¨¢giles. La Uni¨®n Ciclista Internacional reconoci¨® sus m¨¦ritos y en 1990 le concedi¨® la medalla de oro y brillantes. Falleci¨® el pasado viernes en Barcelona a los 81 a?os.
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