El ¡®kick-off¡¯ de Brasil
Aumenta la impaciencia para el kick-off de la Copa del Mundo. Las expectativas son que el saque de centro en el partido inaugural funcionar¨¢ como un interruptor de la luz y la contienda futbol¨ªstica sustituir¨¢ al contencioso social de Brasil. No ha habido hasta ahora m¨¢s debate en el pa¨ªs anfitri¨®n que el de saber qui¨¦n ser¨¢ el rival de Brasil en la final del d¨ªa 13 de julio en Maracan¨¢. Hay apuestas a favor de Alemania, menos opciones se dan a Espa?a, derrotada en la final de la Copa Confederaciones, tambi¨¦n se cuentan los que optan por Argentina y naturalmente son muchos los que querr¨ªan a Uruguay para acabar con el trauma del Maracanazo de 1950 porque la pentacampeona Brasil, a fin de cuentas, solo pretende ser campeona en Brasil.
Hoy se dir¨ªa que a juicio de los brasile?os el Mundial no se juega sino que se gana, de manera que habr¨¢ que ver c¨®mo se afronta el entretiempo, los partidos de clasificaci¨®n y los cruces, el d¨ªa a d¨ªa que hasta ahora ha estado protagonizado por una huelga de metro en S?o Paulo, por los atascos kilom¨¦tricos, por las dificultades de comunicaci¨®n, por las muchas dudas sobre las infraestructuras y la organizaci¨®n, y por las acusaciones de corrupci¨®n en la FIFA. No es casual que haya un cierto temor a que la protesta de la calle silencie la cancha, como si el f¨²tbol fuera un deporte furtivo o an¨®nimo, corrupto, alejado de la pureza original que le dio el propio en Brasil. Apenas hay rastro del Mundial, falto de iconograf¨ªa, de simbolog¨ªa, de luz.
No podemos solucionar en 20 a?os los problemas que arrastramos durante los ¨²ltimos 500¡± Lula, expresidente de Brasil
No es que la gente est¨¦ contra del f¨²tbol sino que muchos claman contra la organizaci¨®n y gigantismo econ¨®mico de la Copa. Los maestros y profesionales liberales se han unido a los manifestantes para reivindicar m¨¢s inversi¨®n en ense?anza y sanidad y menos despilfarro en el juego despu¨¦s de gastar 8.475 millones de euros en la Copa, 619 millones en seguridad, cinco veces m¨¢s que en Sud¨¢frica, despu¨¦s que se asegure el despliegue de cerca de 100.000 polic¨ªas y 57.000 militares. ¡°Trabajamos mucho para atender a nuestras necesidades, modernizarnos y equipar al sector servicios, y si construimos 12 estadios de norte a sur fue para que el Mundial alcanzara a todo el territorio e integre a nuestra naci¨®n¡±, ha afirmado Dilma Rousseff.
La presidenta del pa¨ªs reitera que ¡°hicimos esto por y para los brasile?os¡± sin dejar de llamar, como si le diera voz al Cristo Redentor, a ¡°los amigos del mundo entero¡±, a los 600.000 turistas que se aguardan en Brasil. ¡°No podemos solucionar en 20 a?os los problemas que arrastramos durante 500¡±, ha intervenido tambi¨¦n el expresidente Lula en una entrevista concedida a L¡¯Equipe en donde, adem¨¢s, se expresa con contundencia sobre la evoluci¨®n del juego: ¡°Brasil tiene el f¨²tbol en el ADN, pero ha perdido estilo, esencia. El f¨²tbol se ha convertido en una m¨¢quina de producir dinero y privilegia el juego f¨ªsico. Los europeos quiz¨¢ no sepan bailar la samba, pero saben jugar a la pelota¡±. A Brasil ya solo le interesa ganar la Copa del Mundo en v¨ªsperas de los Juegos.
Asegura una de las ¨²ltimas encuestas que el 53% de los 200 millones de brasile?os est¨¢n convencidos de que el Mundial les llevar¨¢ m¨¢s problemas que ventajas, pero no dudan de Felipao y Neymar, motivo que invita a pensar que cuando hoy se ponga la pelota en juego el f¨²tbol despertar¨¢ y las cosas funcionar¨¢n con mayor o menor entusiasmo en Brasil. ¡°Los pesimistas ya empezaron a perder¡±, anunci¨® ayer Dilma Rousseff el d¨ªa antes de la inauguraci¨®n del Mundial, el que se anuncia como el Hexa de Brasil.
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