A la final entre sofocos

El Madrid encontr¨® su pase a la final de la Liga tras superar a Unicaja en la segunda pr¨®rroga de la eliminatoria. Como ya ocurriera con el primero, el cuarto partido se resolvi¨® en el tiempo extra, acreditando la igualdad de una serie que ha exprimido al conjunto de Pablo Laso f¨ªsica y psicol¨®gicamente. Entre la congoja y la extenuaci¨®n, los blancos se ganaron su derecho a defender el t¨ªtulo gracias al vigor competitivo de Llull y Felipe Reyes (44 puntos de los 89 de su equipo, 22 por barba), que sirvi¨® para doblegar a un rival intr¨¦pido y corajudo que estir¨® su resistencia con orgullo. En otro choque vehemente y abigarrado, marcado por la acumulaci¨®n de faltas y resuelto en el alambre, el l¨ªder de la temporada regular impuso su her¨¢ldica y su colmillo ante la adversidad de una rotaci¨®n mermada, que oblig¨® a los dos t¨¦cnicos a una alambicada gesti¨®n de recursos humanos.

En la idea de afinar apuestas y romper inercias, Plaza y Laso decidieron alterar sus quintetos iniciales. El primero se guard¨® a V¨¢zquez y apost¨® por la brega de Stimac para los minutos de tanteo; el segundo recurri¨® al m¨²sculo de Slaughter para apretar las tuercas en defensa y dej¨® a Mirotic en el banquillo. Sin embargo, la innovaci¨®n madridista apenas se sostuvo durante 30 segundos. Ese fue el tiempo que tard¨® Slaughter en anotar la primera canasta del partido y torcerse el tobillo izquierdo de camino a su aro. Un esguince lo suficientemente serio como para que el estadounidense no volviera a la pista. El contratiempo se un¨ªa a la lesi¨®n de Draper y los problemas de Mejri que ya ven¨ªan condicionando la rotaci¨®n del conjunto blanco.

A pesar de todo, el Madrid se mostr¨®, desde el salto inicial, m¨¢s intenso y aplicado en defensa que en los tres primeros partidos de la serie. Con Llull y Rudy como estiletes, cogieron el mando del partido (4-9, m. 4) y Plaza se vio obligado a recurrir a V¨¢zquez. Al tiempo, afin¨® Toolson desde el per¨ªmetro y equilibr¨® el choque. Pero cuando el p¨ªvot gallego apenas acumulaba dos minutos y medio en pista, Bourousis le sac¨® la segunda falta personal y el acontecimiento estremeci¨® la pizarra local. Lo aprovecharon los visitantes para coger carrerilla con un parcial de 0-11 cimentado en la hiperactividad de Rudy (12-22, m. 9). El alero mallorqu¨ªn firm¨® cinco puntos, seis rebotes defensivos, dos asistencias y una recuperaci¨®n en un primer cuarto apote¨®sico que encontr¨® continuidad con la aparici¨®n epis¨®dica de Carroll y la solidez bajo los aros de Felipe y Bourousis.

Un contraataque culminado por el capit¨¢n madridista otorg¨® la m¨¢xima renta a su equipo (21-32, m. 13). Sin embargo, como ya les ocurriera en el tercer partido, los blancos volvieron a apagarse ante el aro rival cuando parec¨ªan coger vuelo. Estuvieron seis minutos sin anotar y perdieron la carrerilla ante los grilletes verdes. Unicaja endureci¨® la defensa y ataj¨® la escapada, pero V¨¢zquez se apunt¨® la tercera falta en su expediente en el minuto 16. En mitad de la tensi¨®n ambiental por las decisiones arbitrales, Plaza se llev¨® una t¨¦cnica y Llull reapareci¨® para lucir punter¨ªa (11 puntos y 3 de 3 en triples al descanso). Fue Caner-Medley el que dio entonces un paso adelante para estirar la resistencia local ajustando el pulso antes del paso por la caseta (35-37, m. 20).

El Madrid, que cerr¨® la temporada regular con 72,9 puntos en contra de media y solo hab¨ªa encajado m¨¢s de 85 en tres de las 34 jornadas, sufri¨® el asedio de Unicaja en los tres encuentros anteriores de la serie en los que recibi¨® una media de 86,6. Decidido a retomar su libro de estilo de defensa, rebote y contraataque, Laso hormigon¨® su dique de contenci¨®n en el cuarto cap¨ªtulo, pero a la vuelta del vestuario se le abrieron varias v¨ªas de agua. A los 25 minutos Darden cometi¨® su cuarta falta y un minuto despu¨¦s Bourousis hizo lo mismo. El contador de personales en los primeros 30 minutos se?alaba un 13-20 y, entre viaje y viaje a la l¨ªnea de tiros libres, Unicaja volvi¨® a situarse por encima (53-52, m. 29).

Su¨¢rez y Kuzminskas eran el sustento para los locales en ese tramo, Felipe y Llull alargaban su faena para el Madrid. Los blancos estaban justos de recursos, pero Unicaja era menos que otros d¨ªas. Ni Calloway ni Granger encontraban el paso y V¨¢zquez tampoco enfocaba en sus idas y venidas del banquillo. Lo aprovech¨® el conjunto de Laso, que con los r¨¦ditos de la zona y algunas carreras tom¨® impulso en la recta de meta (62-70, m. 35). Un triple de Sergio Rodr¨ªguez, in¨¦dito hasta ese instante, devolvi¨® la lozan¨ªa al Madrid, pero no se rindi¨® Unicaja. ¡°Ya est¨¢n pensando en la final¡±, solt¨® Plaza en mitad de un tiempo muerto a falta de tres minutos (66-73) y sus jugadores abrazaron su estrategia motivacional con un parcial de 7-0 que empat¨® el partido. Con 23 segundos por delante, el Madrid no encontr¨® el descabello. Rudy Fern¨¢ndez fall¨® el triple de la sentencia y el partido se fue a la pr¨®rroga. All¨ª volvi¨® Llull para elevarse entre los cascotes y sellar el pase del Madrid a la final.