B¨¦lgica tiene ¡®plan B¡¯
Los rojos firman ante Argelia la sexta remontada en lo que va de torneo tras cambiar su propuesta de toque por el juego directo
¡°Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros¡±, dijo Groucho Marx en uno de sus aforismos m¨¢s celebrados. Lo hubiera firmado el seleccionador belga, Marc Wilmots, para explicar la victoria de su equipo ante Argelia en el Mineir?o de Belo Horizonte. B¨¦lgica comenz¨® el Mundial con una propuesta pulcra y delicada, acariciando el bal¨®n, enhebrando pases e hilvanando el juego, pero Argelia le sorprendi¨® en un contragolpe, se adelant¨® en el marcador y empuj¨® a los diablos rojos al desasosiego. Escaparon de ¨¦l con una remontada construida con el rudimentario cat¨¢logo del bal¨®n a la olla y la carga vehemente. Con Fellaini como ariete y tras desmontar a la carrera su ideario sobre la marcha en el segundo tiempo, B¨¦lgica encontr¨® una sufrida victoria ante un equipo plano pero correoso que puso en jaque durante m¨¢s de una hora su arquitectura inestable.
Asumiendo su inferioridad t¨¦cnica, Argelia apost¨® sin remilgos por el repliegue. Se trataba de amontonar efectivos en la zona de creaci¨®n belga para espesar la circulaci¨®n de bal¨®n que propon¨ªan Witsel y Dembel¨¦. Masticaban cada pase los rojos con tanta paciencia como pulcritud en el intento de encontrar a Hazard, el ingenioso arquitecto encargado de ofrecer suministro a Lukaku. Pero no funcion¨® la f¨®rmula y el corpulento ariete qued¨® enganchado en los grilletes argelinos. Una resistencia firme y avispada que pronto desmoraliz¨® a su rival. Estaba B¨¦lgica ensimismada en su met¨®dico plan cuando una estampida argelina desnud¨® su retaguardia. Lanzaron los de Halilhodzic un vigoroso contragolpe por el costado izquierdo y un centro funcionarial de Ghoulam cogi¨® a contrapi¨¦ a los herc¨²leos y r¨ªgidos centrales belgas. Van Buyten y Kompany vieron pasar el bal¨®n como las vacas miran al tren y Feghouli se col¨® entre los convoyes ganando la carrera a su marcador Vertonghen, que solo acert¨® a agarrarle dentro del ¨¢rea como soluci¨®n de emergencia.
El penalti lo emboc¨® con solvencia el propio Feghouli esperando a que Courtois se venciera como un ¨¢rbol y Argelia se instal¨® en el optimismo. Los africanos encontraron el premio antes de acumular merecimientos y a B¨¦lgica le entraron las prisas. Se deprimieron los de Wilmots ante el primer contratiempo y su esmero inicial devino en un trazo inconexo y balbuceante. Apenas los disparos lejanos de Witsel aliviaban la desaz¨®n belga, pobre argumento ante un equipo que encontr¨® en el gol el sustento para creer en su espartano repliegue.
Ante semejante panorama, Vilmots desmont¨® su pizarra y agit¨® el banquillo en busca de soluciones. Comenzaron a saltar fichas: Mertens sustituy¨® al inoperante Chadli, Origi dio relevo al in¨¦dito Lukaku y Fellaini tom¨® el testigo del Dembel¨¦. No le pudo salir mejor el plan B. B¨¦lgica desmont¨® el doble pivote, alter¨® su hoja de ruta, renunci¨® a sus principios fundacionales y dio un volantazo al partido. Fellaini puso su 1,94m al servicio un carga tan intensa que, a fuerza de percutir, acab¨® derritiendo a Argelia. Primero el propio Fellaini, tras descolgar con un cabezazo de coronilla un centro de De Bruyne desde la izquierda, y m¨¢s tarde Mertens, tras culminar una vertiginosa combinaci¨®n con Hazard, sellaron la remontada, la sexta en los 15 partidos que van de Mundial.
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