A sus botas, maestro Xavi

UN OCHO DE 10

Llevo diez d¨ªas que no me compensa sentarme delante del televisor. Todo es nostalgia. Por no ver a mi selecci¨®n ganar, ni a sus jugadores triunfar y levantar otras Copas mayores, y sobre todo por tener que leer y escuchar el saco de ingratitudes con quienes tanto nos dejaron presumir como hinchas. Por si todo esto no colmara el vaso de mis cabeceos pesimistas, Xavi Hern¨¢ndez dejar¨¢ de trazar sus arco¨ªris en el c¨¦sped.

Iniciado en la elite como individuo de corto recorrido por sus caracter¨ªsticas t¨¦cnicas en el juego, en una ¨¦poca en que en esa demarcaci¨®n el m¨²sculo era justificado, pero la calidad exigida e infravalorada, fue abri¨¦ndose camino entre grandullones como un duende bueno. Como el Trasgu de mi amigo Eduardo. Fundamentalista en la uni¨®n del equipo, adoctrin¨® sin un s¨®lo mal gesto, ni un mal pase, a quien le acept¨® el predicamento. Sensible emoci¨®n hecha pase y multiplicador de socios alrededor de su negocio ilimitado de toques y apoyo. Siempre ten¨ªa uno m¨¢s y siempre preciso. Como sin esfuerzo. Si todo entrenador necesita un procesador que desarrolle la t¨¢ctica, Xavi se tradujo en todos los idiomas. Deja la selecci¨®n y la selecci¨®n le deja a ¨¦l, pero ser¨¢ inevitable hacerle gerente del ¨¦xito de esta generaci¨®n que tanto nos ha hecho sentir. El 8 desde ahora es matr¨ªcula de honor. A sus pies¡­. O, mejor dicho: a sus botas, maestro.

EGOS

Comentaba Del Bosque en su pen¨²ltima conferencia de prensa que los jugadores piensan solo en ellos y que los entrenadores en todos. Una moraleja de ego mal entendido, aquel que en un deporte colectivo te hace creer el m¨¢s importante. Feo gesto y pensamiento torpe de Lukaku, que es de esos jugadores que tienen m¨¢s fama por lo que esperamos de sus condiciones que por sus estad¨ªsticas regulares. Un Balotelli en belga. Es un bisonte sin domar. Su compa?ero Origi le ofreci¨® la purga. Wilmots decidi¨® refrescar el ataque y como hiciera contra Argelia cambi¨® de cromo. Volvi¨® a acertar y gan¨® su mano. Otra gran oportunidad para Lukaku, que la dej¨® ir y que, enfadado, gesticul¨® ante el cambio que solo discuti¨® un 9 sin gol.

B¨¦lgica acab¨® ganando pero no sabemos si Lukaku se puso colorado en la ducha por pudor. Deber¨ªa. Contaba John Toshack con su punzante iron¨ªa que una vez fue sustituido cuando su equipo perd¨ªa 2 a 0. Se fue al vestuario y de ah¨ª a su casa sin esperar el desenlace, pose¨ªdo por el ego perturbador. A medida que iba por su particular M-30 brit¨¢nica, su equipo iba reduciendo la desventaja, igual¨¢ndola y super¨¢ndola. Lo escuchaba en la radio. Gir¨® su coche y volvi¨® al vestuario como si nada. No se lo cont¨® a nadie, pero se mir¨® al espejo sonrojado antes de festejar con sus compis. Esa es la ¨²ltima vez que John se quit¨® la raz¨®n. Lukaku: est¨¢s a tiempo, majete.