La valent¨ªa de M¨¦xico tiene recompensa

Un M¨¦xico desatado tumb¨® a Croacia con todas las de la ley (3-1). El valiente Miguel Piojo Herrera se la jug¨® con un par de delanteros cuando el partido ten¨ªa que tomar rumbo mediada la segunda parte y a fe que le sali¨® bien. A los mexicanos les val¨ªa el empate para clasificarse a la siguiente ronda pero en vez de echarse atr¨¢s y esperar en la cueva, Herrera mand¨® a los suyos al frente con una voracidad extraordinaria. M¨¢rquez marc¨® el primero de un cabezazo tras elevarse entre las torres croatas, una faena que remataron Guardado y Javier Chicharito Hern¨¢ndez, un invitado de ¨²ltima hora.?

Los croatas hab¨ªan insinuado en la previa que se sent¨ªan mejores futbolistas que los mexicanos. Mala idea. No conviene azuzar a unos muchachos que comienzan la liturgia del partido cantando ¡°al grito de guerra¡± el himno. En la primera parte uno y otro equipo se estuvieron tanteando, como dos vecinos en la primera barbacoa juntos. La segunda fue otra cosa. Croacia, m¨¢s necesitada de la victoria, pareci¨® dar un paso al frente. Era un espejismo.

La tormenta mexicana estaba por desatarse. Herrera est¨¢ convencido de que su nueve titular en este Mundial es Oribe Peralta pero la sensaci¨®n de dejar a un delantero de la talla de Hern¨¢ndez en el banquillo le inquieta. A la hora de la verdad acab¨® jugando con los dos. Niko Kovac, el t¨¦cnico croata, no ten¨ªa plan para contrarrestar tama?a osad¨ªa. En su cabeza hab¨ªa visualizado otro partido. No supo o no pudo reaccionar. Chicharito comenz¨® a bajar los balones que le llegaban desde los costados. Peralta amenazaba con cazar alguna segunda jugada. Se sucedi¨® el acoso de los de Herrera con alg¨²n penalti que el ¨¢rbitro ignor¨®.

El gol lleg¨® de la mano de M¨¢rquez, el kaiser de Michoac¨¢n, el primer jugador en portar el brazalete de capit¨¢n en cuatro mundiales distintos. La suerte estaba echada. El comienzo hab¨ªa sido bien distinto. Los de Niko Kovac se hab¨ªan hecho con la iniciativa desde el pitido inicial. El grandull¨®n Mandzukic chocaba con el portero Guillermo Ochoa en los saques de esquina, como avis¨¢ndole de que no iba a ser un d¨ªa pl¨¢cido. No eran m¨¢s que balas de fogueo. M¨¦xico aguant¨® replegado atr¨¢s, muy juntas las l¨ªneas, cinco en la retaguardia si era necesario. Modric trotaba de un lado a otro arrastrando la pelota, sin encontrar la rendija.

El primer susto, sin embargo, se lo llevaron los croatas. El flaco H¨¦ctor Herrera, ese mexicano con un aire a Di Mar¨ªa, recibi¨® una pared en tres cuartos de cancha, orient¨® el bal¨®n hacia su pierna buena y solt¨® un zurdazo que el veterano Pletikosa iba a ver entrar en su porter¨ªa como un espectador privilegiado. El bal¨®n acab¨® en la cruceta. El partido se enrareci¨®. Los croatas, de pierna fuerte, fueron al choque pero los mexicanos tambi¨¦n supieron jugar en lo subterr¨¢neo. A veces en exceso. El muy temperamental M¨¢rquez pese a los a?os, cort¨® un contraataque con una violencia desmedida que pudo costarle el camino a los vestuarios. ?

La segunda parte iba a ser decisiva. Croacia necesitaba un gol si no quer¨ªa quedarse en primera ronda. Los de Kovac se asomaron al precipicio parti¨¦ndose por la mitad. La defensa y los dos mediocentros, los talentosos Modric y Rakitic, necesitaban prism¨¢ticos para ver a los de arriba, Olic, Perisic y ?Mandzukic. Por ah¨ª se col¨® M¨¦xico. Guardado y Herrera coparon la autopista y encontraron buenos socios arriba. Chicharito hab¨ªa salido por un Giovani Dos Santos que no hab¨ªa encontrado su sitio en toda la tarde. Los laterales Lay¨²n y Paul Aguilar le empezaban a tomar el gusto a pisar ¨¢rea ajena.

El segundo gol fue cuesti¨®n de buen f¨²tbol, que no solo de testosterona vive este equipo. Tras una triangulaci¨®n en la derecha, el bal¨®n le qued¨® franco dentro del ¨¢rea a Guardado. Fusil¨® a Pletikosa. Chicharito, el jugador que m¨¢s hab¨ªa reclamado con el cero a cero unas manos dentro del ¨¢rea de un defensa croata, hizo el tercero tambi¨¦n de cabeza. M¨¢rquez, otra vez, hab¨ªa peinado en el primer palo y hab¨ªa servido en bandeja el gol. Ch¨ªcharo estaba dando un recital de c¨®mo se juega al f¨²tbol, con y sin bal¨®n. Ivan Perisic hizo el gol de la honra de los balc¨¢nicos.

El explosivo Miguel Herrera, a quien se le presupone m¨¢s coraz¨®n que cabeza, gan¨® el partido en la pizarra. Lleg¨® a Brasil como un motivador pero va camino de convertirse en un estratega. Celebr¨® los goles en la banda como un poseso. Estaba empapado y el parte meteor¨®logico no hab¨ªa pronosticado lluvia. En la otra orilla le espera Holanda.