Nadie estuvo a la altura
Las pobres actuaciones individuales de los jugadores de La Roja, en todas las l¨ªneas, impidieron a Espa?a clasificarse
El grupo lo forman detalles y los detalles llenan el grupo de sentido, le dan forma y, sobre todo, lo hacen grande. Pero tambi¨¦n lo hunden, lo destrozan, lo ningunean. Y esto ¨²ltimo es lo que ha ocurrido en el Mundial de Brasil: el todo de La Roja fue la nada desde la suma de individualidades. Un desastre desde la suma de las partes porque nadie estuvo a la altura desde la aportaci¨®n individual.
Y as¨ª les fue, eliminada en 180 minutos. Espa?a termin¨® tercera del Grupo B despu¨¦s de ser goleada por Holanda (5-1) en el debut que marc¨® el campeonato. No levant¨® cabeza en el segundo partido contra Chile (2-0) en Maracan¨¢ y la aseada victoria contra Australia (3-0) s¨®lo sirvi¨® para que el campe¨®n se despidiera con la cabeza alta. Cada caso fue un mundo y el campe¨®n del mundo, un caso.
Despu¨¦s de seis a?os de fest¨ªn, en Brasil se dilapid¨® en apenas unos d¨ªas todo el prestigio ganado. El grupo de Vicente Del Bosque pisote¨® la estrella y, llegados a este punto, el pasado es una referencia, el presente un dolor y el futuro, una inc¨®gnita, mientras protagonistas y testigos no atinan a dar razones del porqu¨¦... Lo ¨²nico evidente es que, jugador por jugador, ya lo dijo Del Bosque, nadie parece haber estado a la altura, salvo un par de honrosas excepciones. De la cr¨ªtica no debe estar exento ¨¦l, aunque parece tenerlo asumido, desde la elecci¨®n de los 23 convocados hasta la gesti¨®n del grupo.
El seleccionador ha vivido la derrota con la cabeza alta y ha dado una lecci¨®n tras otra de saber estar, sin escapar a la condici¨®n de primer responsable. Todo lo contrario de los futbolistas, siempre ego¨ªstas, que con frecuencia miran a otro lado y, asiduamente, a la pizarra. Del Bosque puede haber cometido mil errores, pero ha sido el mismo al decidir cuando ha ganado y cuando ha tocado perder, sin salirse del guion, apostando por un mismo estilo en la victoria y en la derrota. Un estilo que gustar¨¢ menos o m¨¢s, pero que ha dado frutos: dos Eurocopas y un Mundial. Otra cosa es que esta vez la aportaci¨®n individual de los futbolistas no haya hecho posible que la idea resultara ganadora. A fin de cuentas, los partidos se ganan siempre en la pizarra, pero se pierden en el campo.
CASILLAS
Su frase (¡°es m¨¢s importante ganar la D¨¦cima que el Mundial¡±) pareci¨® perseguirle en Brasil. Su partido contra Holanda fue un desastre, el peor que ha jugado con la selecci¨®n, seg¨²n propia confesi¨®n. No mejor¨® mucho ante Chile ¡ªmuy deficiente su despeje en la jugada que precedi¨® al segundo gol de los suramericanos¡ª y fue suplente en el tercer partido porque el f¨²tbol espa?ol le deb¨ªa un partido a Pepe Reina en la Copa del Mundo. Casillas encaj¨® siete goles en dos encuentros. Evit¨® alguno m¨¢s en los ¨²ltimos minutos frente a Holanda. Sin embargo, sus errores tuvieron graves consecuencias. Ejerci¨® de capit¨¢n en el vestuario, pero no record¨® al portero que ganaba partidos, especialmente los importantes.
AZPILICUETA
Titular en los dos primeros partidos, no aport¨® mucho, m¨¢s bien poco. Lejos de ser el jugador p¨¦treo de la banda del Chelsea, dej¨® mucho aire a su alrededor en el lateral derecho de la defensa. Juanfran, que jug¨® el ¨²ltimo partido, frente a Australia, tuvo bastante m¨¢s impacto que el defensa navarro. Pareci¨® superado por la trascendencia del Mundial. Se le supone entre los internacionales del nuevo ciclo. Deber¨¢ mejorar sus prestaciones. Ha pasado de puntillas por Brasil.
PIQU?
Lleg¨® al Mundial tras haber jugado un partido en el ¨²ltimo mes de la Liga, afectado por una lesi¨®n en la cadera que le dej¨® fuera de combate en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Atl¨¦tico de Madrid. S¨®lo jug¨® contra Holanda y no estuvo bien, todo lo contrario. Sin Puyol, dio la sensaci¨®n de vivir aislado del grupo. En Washington pas¨® m¨¢s horas con su familia que con el equipo. Meti¨® la pata filtrando sin querer el acuerdo de Cesc con el Chelsea. Nunca se entendi¨® con Ramos despu¨¦s de haber formado una gran pareja en la Eurocopa. Fue suplente ante Chile y no mostr¨® intenci¨®n de ganarse el puesto frente a Australia y, consecuentemente, no jug¨®. No volvi¨® con el equipo a Madrid. A la misma hora que sal¨ªa el equipo ¨¦l se march¨® en un vuelo privado a Estados Unidos.
SERGIO RAMOS
Desastroso ante Holanda, pareci¨® haberse quedado en su gran noche de Lisboa. Robben le machac¨®. Qued¨® retratado en varias jugadas, especialmente en la carrera que precedi¨® al ¨²ltimo gol holand¨¦s. Algo mejor contra Chile, termin¨® siendo capit¨¢n contra Australia y pareci¨® recuperarse al lado de Albiol. Sergio Ramos nunca estuvo a su nivel y es el primero que lo sabe, pero asumi¨® su responsabilidad en todo momento. Fue el jugador m¨¢s cercano a Diego Costa, del que se convirti¨® en inseparable. Est¨¢ llamado a liderar al grupo de inmediato, despu¨¦s de haberlo intentado sin ¨¦xito en este torneo.
JORDI ALBA
Uno de los tres que ha sido titular en los tres partidos y que m¨¢s lejos ha estado de las expectativas. Desaparecido en el arranque contra Holanda, irreconocible ante Chile, termin¨® jugando bien y vol¨® contra Australia. Lleg¨® al campeonato falto de pilas, quiz¨¢ porque sal¨ªa de una larga lesi¨®n muscular. A medida que tuvo minutos de rodaje, de entrenamiento, mejor¨® su velocidad y su confianza, pero es evidente que lleg¨® lejos de su mejor estado de forma. Termin¨® protagonizando un desagradable incidente en la zona mixta con un periodista espa?ol tras el ¨²ltimo partido, en una actitud censurable que mantuvo dentro del avi¨®n de vuelta a Espa?a, en presencia de compa?eros y del seleccionador.
XABI ALONSO
Tambi¨¦n jug¨® los tres encuentros, pero, a diferencia de Alba, no termin¨® ninguno. Protagonista por lo que dijo tras caer eliminados en Maracan¨¢ al justificar el fracaso espa?ol ¡ª ¡°nos ha faltado hambre¡±¡ª, sus palabras terminaron por reabrir la herida que dejaron en la selecci¨®n los cl¨¢sicos de la era Mourinho, antes que interpretarse como una necesaria autocr¨ªtica. Como el resto del equipo, no ofreci¨® su mejor versi¨®n y se le vio especialmente desacertado contra Chile, con dos errores que decidieron el partido, primero al perder una pelota que gener¨® el gol de Vargas y m¨¢s tarde al provocar la falta tras la que se gest¨® el segundo gol chileno. En el cap¨ªtulo positivo, nunca eludi¨® su responsabilidad y jug¨® con el m¨¢ximo compromiso. Su presencia como titular en el ¨²ltimo partido se tom¨® como un gesto de confianza del seleccionador. Se va de la selecci¨®n, pero no lo ha dicho p¨²blicamente.
BUSQUETS
Titular en las dos primeras citas, jug¨® bien la primera parte contra Holanda y m¨¢s que bien contra Chile, aunque desperdici¨® en el segundo tiempo una oportunidad crucial. Fue suplente contra Australia. Es de los pocos que salva Del Bosque en su an¨¢lisis de puertas adentro. Jug¨® mejor a ojos de sus compa?eros que de la afici¨®n, como es norma, porque pens¨® siempre en el equipo antes que en s¨ª mismo. Cuatro a?os despu¨¦s de su aparici¨®n en Sud¨¢frica, su experiencia ser¨¢ impagable para el equipo. Se dice que lidera la clase B de la selecci¨®n. Muy pronto tendr¨¢ que asumir galones en la clase A.
INIESTA
Andrew no se le puede hacer un reproche. Titular en los tres partidos, fue el mejor contra Holanda, asumi¨® responsabilidades en la segunda parte ante Chile, manteniendo a flote al equipo, y mostr¨® su genial repertorio contra Australia, su partido 100 con la selecci¨®n. Villa y Torres aprovecharon dos extraordinarios pases de Iniesta. Su compromiso con la idea de revalidar la estrella se resume en un detalle: dedic¨® las ma?anas a trabajar con un preparador f¨ªsico personal durante el periodo que medi¨® entre el final de Liga y la concentraci¨®n de Las Rozas. As¨ª lleg¨®, fino como ninguno. Jug¨® e hizo jugar. Con el adi¨®s de Xavi, est¨¢ llamado a capitalizar definitivamente la creatividad ofensiva del juego espa?ol. En Brasil, dentro de la mediocridad, fue lo ¨²nico decente. Termin¨® abrazado a Del Bosque, en un s¨ªmbolo de lealtad y agradecimiento.
SILVA
En Brasil 2014 ha entrado a formar parte de la lista de futbolistas espa?oles que pasar¨¢n a la historia por goles que nunca existieron, sumando su nombre al de Carde?osa en el de Argentina 78, M¨ªchel en M¨¦xico 86 o Julio Salinas en EE UU 94: se qued¨® solo ante Cilessen para marcar el 2-0 y ah¨ª muri¨® Espa?a. La respuesta holandesa fue el gol de Van Persie. Luego llegaron cuatro m¨¢s y la realidad de la cat¨¢strofe. Particip¨® en el juego, como acostumbra, pero sin trascendencia. Nunca fue el relevante jugador que destaca en el Manchester City. Se esperaba mucho m¨¢s de ¨¦l tras su determinante paso por la Euro 2012, pero siendo como es jugador coral, tampoco debe ser foco de reproches.
XAVI
El Pr¨ªncipe se despidi¨® de la selecci¨®n desde el banquillo. Titular contra Holanda, el hombre que ha marcado la historia del futbol espa?ol se fue de La Roja con una derrota humillante en Salvador de Bah¨ªa. No pod¨ªa ser de otra manera: debut¨® con derrota (0-2) en el 2000 contra la Holanda de Van Gaal y contra la nueva Holanda de Van Gaal, 14 a?os despu¨¦s, jug¨® su ¨²ltimo partido. Funcion¨® bien en la primera parte y desapareci¨® en la segunda. Del Bosque no le dio la pelota contra Chile. Y ante Australia, los dos entendieron que no le tocaba jugar, porque su historia ya estaba escrita. Se va del Barcelona y de la selecci¨®n y parece contento: visto lo que ha hecho, le sobran motivos. Adem¨¢s, es el final escogido por ¨¦l, un lujo bastante raro en el f¨²tbol.
DIEGO COSTA
La gran apuesta mundialista de Del Bosque result¨® ser un fiasco descomunal. Jug¨® de titular los dos primeros partidos y no aport¨® nada. Ni mezcl¨® para elaborar ni remat¨® a puerta para definir. El hispanobrasile?o se junt¨® bien con el grupo, donde se le vio muy integrado, especialmente con Ramos, pero no en el campo, porque ten¨ªa poco bagaje competitivo. No le ha pillado la onda al juego y por mucho que insisti¨® Del Bosque en darle minutos, a cada paso que daba tropezaba un poco m¨¢s. El rendimiento de Villa contra Australia no hizo sino incrementar la sensaci¨®n de que Costa fue un error en el debe de Del Bosque.
CESC F?BREGAS
El gran damnificado por la elecci¨®n de un 9 de verdad. Ven¨ªa de marcar el ataque en la ¨²ltima Eurocopa como falso ariete y llev¨® tan mal su p¨¦rdida de protagonismo como suele sucederle. Fue m¨¢s protagonista por lo personal que por lo colectivo. Y si llen¨® portadas fue por su fichaje por el Chelsea a poco de comenzar el campeonato antes que por su juego, por sus enfados antes que por sus pases, de los que solo se le recuerda uno, en la jugada del tercer gol contra Australia. Con la leyenda de malquerido en el Barcelona lleg¨® y, enfadado con el seleccionador, con ¨¦l mismo y con el Mundial, se volvi¨® a casa, solo, porque no se subi¨® al avi¨®n con el grupo. La frase ¡°los jugadores solo piensan en ellos¡±, pronunciada por Del Bosque, est¨¢ dedicada al centrocampista catal¨¢n, fichaje reciente del Chelsea de Mourinho.
VILLA
El Guaje ha disputado 55 minutos y ha marcado un gol en Brasil 2014. El mejor goleador de la historia de La Roja con 59 goles fue el mejor delantero de Espa?a en el Mundial de largo. Es el ¨²nico futbolista que admiti¨® antes del campeonato que al terminar dejar¨ªa la selecci¨®n, por una raz¨®n obvia: ha fichado por el New York City, que no compite hasta febrero del 2015. Al parecer, solo el seleccionador, que le sustituy¨® prematuramente en su ¨²ltima puesta en escena, no se enter¨® del detalle. El Guaje se puede ir con la conciencia tranquila. En el campo dio la cara y de puertas adentro, tambi¨¦n. El a?o que se cay¨® La Roja, un grande ha dicho adi¨®s.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.