El Mundial m¨¢s lindo de la historia
La raz¨®n de que el Mundial resulte tan interesante es que los equipos intentan imponerse a sus rivales a trav¨¦s del dominio de la pelota y no de su renuncia
![Los jugadores de Colombia, celebrando su victoria ante Costa de Marfil.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MEYH4OP2P2VR435SPLAV57JTQM.jpg?auth=63e2527cb0dfa19e7fb27aaf0ed135a3e35b04fd5feaa8fd059ba27003b6255f&width=414)
Mi primer d¨ªa libre en R¨ªo de Janeiro lleg¨® ayer, despu¨¦s de los octavos de final. Para desconectar un poco de mirar tanto f¨²tbol me fui a jugar al f¨²tbol. Camine con un amigo hacia el sur, hasta la parada 11 de Leblon. Ah¨ª, a 30 metros del parador, viven los reyes del futvolley. Y digo viven porque jugar futvolleyes lo que hacen en esa franja de playa desde que sale el sol hasta que se pone, y lo que contin¨²an haciendo cuando se enciende la columna de luces debajo de la cual instalaron la cancha. Tras tres horas de observaci¨®n y b¨²squeda meticulosa nos atrevimos a desafiar, en una cancha de un tercio del tama?o de la oficial, a los que percibimos como la pareja m¨¢s d¨¦bil, con mucha diferencia, entre Gavea y Garota de Ipanema. Cuando ya perd¨ªamos por demasiados puntos, un intento desesperado de remate fue a parar al tercer carril de la Avenida Delfim Moreira. Nunca vi el tr¨¢fico detenerse de manera m¨¢s brusca. El conductor de un autob¨²s, el primero en frenar, me hizo se?as pacientes para que la recoja (mientras la fila de coches se amontonaba hasta el P?o de A?¨²car) como si en vez de una pelota de playa se me hubiera escapado un hijo.
Hace cuatro a?os Claudio Bravo, arquero de Chile, dijo que atrapar la Jabulani era ¡°como intentar atajar una pelota de playa¡±. Una forma bastante gr¨¢fica de describir los movimientos impredecibles del bal¨®n oficial del Mundial de Sud¨¢frica y su tendencia a cambiar varias veces de direcci¨®n durante el vuelo. El jugador que m¨¢s r¨¢pido se adapt¨® a aquel bal¨®n fue Diego Forl¨¢n, que a lo largo del torneo dej¨® a varios arqueros rasc¨¢ndose la cabeza y pregunt¨¢ndose c¨®mo una vida de entrenamientos en el c¨¢lculo de trayectorias ya no les serv¨ªa de nada. El fabricante asumi¨® el problema y se pas¨® los ¨²ltimos cuatro a?os dedicado a resolverlo.
El nuevo bal¨®n, Brazuca, tiene costuras m¨¢s profundas que Jabulani y est¨¢ totalmente cubierta por peque?¨ªsimas protuberancias, como si acabara de pasar las u?as por una pizarra. Seg¨²n el doctor Rabi Metha, jefe de la rama experimental de aerof¨ªsica de la NASA, la clave est¨¢ en ¡°la capa de aire muy fina que se forma cerca de su superficie, ya que el comportamiento de esa capa de aire es cr¨ªtico en el comportamiento del bal¨®n¡± y asegura que Brazuca ¡°es mucho m¨¢s estable en vuelo y los jugadores podr¨¢n manejarla mejor, casi como una pelota tradicional de 32 gajos¡±.
Tanta mejora tecnol¨®gica no nos result¨® de mucha ayuda en el futvolley de Leblon pero hasta ahora dio excelentes resultados en el Mundial. Ya no hay arqueros que se quejen y tampoco hemos visto trayectorias raras m¨¢s all¨¢ de un tiro libre de Pirlo, fruto exclusivamente de su talento y no de defectos de dise?o.
Una pelota m¨¢s predecible hace el juego m¨¢s predecible, lo cual siempre es de agradecer en un deporte donde buena parte del trabajo del entrenador consiste en intentar hacer con el partido lo que Adidas hizo con el bal¨®n y lo que uno intenta hacer con su vida: reducir el nivel de arbitrariedad. O sea, que un partido tenga m¨¢s que ver con el trabajo alrededor de un conjunto de ideas que con el azar o con el simple acontecer.
Espa?a, que se fue a casa en primera ronda, puede sentirse orgullosa de seguir viva en el torneo a trav¨¦s de la influencia de su escuela
Eso es precisamente lo que explica la belleza de este Mundial: una idea. No la pelota en s¨ª sino la pelota como idea. Espa?a, que se fue a casa en primera ronda, puede sentirse orgullosa de seguir viva en el torneo a trav¨¦s de la influencia de su escuela y sus resultados. La raz¨®n m¨¢s importante para que este Mundial haya resultado hasta ahora tanto m¨¢s interesante que los anteriores es que, mas all¨¢ de los matices, los registros, los sistemas y las distintas estrategias, la mayor¨ªa de los equipos (con las excepciones de Ir¨¢n, Honduras y Grecia) intentan imponerse a sus rivales a trav¨¦s del dominio de la pelota y no de su renuncia. Ese regreso del foco a la pelota, que cada equipo adapta a su estructura y sus posibilidades, nos est¨¢ regalando el Mundial m¨¢s abierto, din¨¢mico, intenso y dram¨¢tico de la historia. Es tambi¨¦n, antes de arrancar los cuartos de final, el Mundial con mayor promedio de goles desde Espa?a 1982 y con menor promedio de tarjetas desde M¨¦xico 1986, y est¨¢ funcionando como un enorme filtro global: a quien no le est¨¦ gustando ya puede buscar otro deporte porque jam¨¢s le va a gustar el f¨²tbol.
Hay otra explicaci¨®n, menos verificable, que se me ocurre para que estemos viviendo un Mundial fant¨¢stico. No tendr¨ªa que ver con las ideas ni con el coeficiente aerodin¨¢mico de la pelota sino con una especie de aprendizaje cultural acelerado, como ese que nos obliga a mirar a la derecha antes de cruzar la calle cuando caminamos por Londres o a pedir la pasta al dente apenas pisamos Roma. Tal vez este Mundial sea el mejor de todos simplemente porque los conductores en R¨ªo de Janeiro tienen claro que siempre es preferible un choque en cadena que pisar una pelota de f¨²tbol.
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