Chocar contra una roca
Visto el sorprendente sexto puesto de Froome en el sprint de la primera etapa, todo parece indicar que el ¨²ltimo ganador est¨¢ plenamente concentrado en la tarea de repetir
Tras las cl¨¢sicas, tras el Giro, ya est¨¢ aqu¨ª el Tour. Y m¨¢s que aqu¨ª ser¨ªa mejor decir all¨ª, pues este a?o Le Grand Depart tiene lugar en Inglaterra, casa natal del Sky, el equipo dominador de las dos ¨²ltimas ediciones y m¨¢ximo aspirante a repetir victoria este a?o. Con permiso de Contador, segunda fuerza en liza que aparenta estar en igualdad de condiciones con respecto al anterior ganador, y de un tercer escal¨®n de aspirantes encabezados por Nibali. Veremos si los rumores de que el verdadero l¨ªder del Sky es Porte se refrendan en la carretera a partir de ma?ana, pero visto el sorprendente sexto puesto de Froome en el sprint de la primera etapa, todo parece indicar que el ¨²ltimo ganador est¨¢ plenamente concentrado en la tarea de repetir. Ya dijo Contador que el corredor m¨¢s fuerte de las ¨²ltimas dos ediciones ¡ªa pesar de haber ganado s¨®lo una edici¨®n¡ª es el m¨¢ximo favorito. Sabe bien de lo que habla despu¨¦s de lo visto en la ¨²ltima Dauphin¨¦, que no ganaron ni el uno ni el otro.
Un Tour que se presenta con un recorrido que se podr¨ªa denominar como cl¨¢sico, con ciertas particularidades que lo alejan de lo tradicional. Una ¨²nica crono individual de 54 kil¨®metros situada el pen¨²ltimo d¨ªa que en este caso servir¨¢ como juez de la carrera. Unos Alpes con las llegadas de Chamrousse y Risoul con recorridos que no parecen determinantes. M¨¢s lo parece la d¨¦cima etapa con final en La Planche des Belles Filles, primer contacto con la verdadera monta?a. Y unos Pirineos tradicionales con llegadas en Pla d'Adet y Hautacam, adem¨¢s de la llegada en bajada de Bagn¨¦res de Luchon precedida por el paso por el Port de Bal¨¦s. Pero sobre todo, dos trampas a salvar que no pillan a nadie por sorpresa, como son la segunda etapa con final en Sheffield, y la quinta etapa con final en Arenberg tras deambular por nueve tramos de pav¨¦. La etapa de Sheffield se presenta extra?a cuando menos. Significa una aproximaci¨®n temprana a la media monta?a en un momento en el que la carrera est¨¢ a¨²n sin jerarqu¨ªas establecidas. A tan s¨®lo cinco kil¨®metros de meta, los n¨²meros de la cota de Jenkin Road parecen asegurar un buen espect¨¢culo. Pero ahora toca hablar de Voigt y como no, de Kittel.
El Tour se presenta con un recorrido que se podr¨ªa denominar como cl¨¢sico, con ciertas particularidades que lo alejan de lo tradicional
El Tour del 2014 ha comenzado como finaliz¨® el de 2013, tambi¨¦n como comenz¨®. Kittel de amarillo en un pulso con Cavendish que simboliza m¨¢s que un mero sprint: est¨¢ en juego el t¨ªtulo de rey de la especialidad. Cavendish termin¨® por el suelo en una ca¨ªda que ¨¦l mismo provoc¨® tras chocar con una roca australiana llamada Gerrans. Su equipo realiz¨® una aproximaci¨®n perfecta al sprint irrumpiendo con violencia a falta de cuatro kil¨®metros, y tan s¨®lo la fuerza bruta de Cancellara desbarat¨® el tren del Omega en el dur¨ªsimo repecho situado a falta de un kil¨®metro. Kittel, el mismo que impresion¨® por su potencia en el Tour del a?o pasado y del que a¨²n impresiona su inolvidable sprint de Belfast en el Giro de este mismo a?o. Y no puedo olvidarme del incombustible Voigt, que cumple 17 participaciones en el Tour, que no dej¨® pasar la oportunidad de ser protagonista ya desde el primer d¨ªa en la que ser¨¢ su ¨²ltima participaci¨®n en la carrera. Se llev¨® el primer maillot de la monta?a y la admiraci¨®n de los miles de espectadores de la cuneta. La admiraci¨®n de los que le conocemos, ya la ten¨ªa ganada hace mucho tiempo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.