Reivindicaci¨®n ¡®tricolore¡¯

Hac¨ªa 15 a?os desde la ¨²ltima vez que se impon¨ªa en el Tour de Francia un corredor vistiendo la maglia tricolore, el maillot que acredita al Campe¨®n Nacional Italiano. Fue Salvatore Comesso en una jornada largu¨ªsima que finalizaba en Albi, en la que el nombre de aquel italiano fuerte y compacto queda unido al recuerdo del calor asfixiante de aquel d¨ªa. Un detalle, en este caso una sensaci¨®n, que nos remite a los que lo vivimos a aquel d¨ªa interminable.

Ayer Nibali disfrut¨® la victoria se?alando su maillot con la bandera italiana estampada de manera significativa. Una victoria espl¨¦ndida en un d¨ªa que todos los favoritos hab¨ªan estudiado con detenimiento. Una victoria en la que tuvo el tiempo suficiente para gozar, mirando atr¨¢s con orgullo para disfrutar del triunfo y del liderato, y sinti¨¦ndose m¨¢s orgulloso a¨²n por dar un golpe de autoridad en un d¨ªa en el que todos los favoritos dieron la cara. Aqu¨ª estoy yo para no ser menos, parec¨ªa decir con su gesto.

Nibali alcanz¨® una victoria en la que tuvo el tiempo suficiente para gozar, mirando atr¨¢s con orgullo para disfrutar del triunfo y del liderato

Froome y Contador, Contador y Froome, aparecieron en cabeza en la Cota de Jenkin Road confirmando jerarqu¨ªas. Estamos en el segundo d¨ªa de carrera, recuerdo. Y esto es algo dif¨ªcil de ver en el Tour si no media un pr¨®logo como inicio de carrera. Contador se situ¨® en cabeza en lo m¨¢s duro del muro final, con su pedaleo saltar¨ªn, tratando de apaciguar los ¨¢nimos de los otros. Froome no dej¨® escapar la oportunidad, y realiz¨® un cambio de ritmo que le llev¨® a pasar en cabeza por lo m¨¢s alto de la cota. Un punto residual en la clasificaci¨®n de la monta?a, pero una acci¨®n simb¨®lica, como aquel ataque de Tropea de Contador en el Giro del 2011. Van Garderen, Nibali, Valverde, el propio Sagan, reaccionaron a los movimientos con rapidez mientras en ese momento el l¨ªder Kittel circulaba a m¨¢s de un cuarto de hora de aquel punto despidi¨¦ndose del amarillo.

Sagan, gran favorito para la victoria de etapa en esas circunstancias, se situ¨® en cabeza en la posterior bajada. Pero quedaban cuatro kil¨®metros de llano y curveo en los que era dif¨ªcil controlar la situaci¨®n, especialmente sin compa?eros de equipo. El ataque de Fuglsang, compa?ero de Nibali en el Astana, sirvi¨® de entrem¨¦s para el ataque definitivo de su l¨ªder, a menos de dos kil¨®metros de la meta de Sheffield.

Froome lo intent¨® en ¨²ltima instancia persiguiendo a Rui Costa, pero la ventaja del italiano era ya insalvable

Froome lo intent¨® en ¨²ltima instancia persiguiendo a Rui Costa, pero la ventaja del italiano era ya insalvable. El d¨²o de favoritos puso las cartas sobre la mesa, Nibali con su victoria reivindica ser parte de este exclusivo club, y el Sky fue el ¨²nico equipo en situar a tres de sus corredores en esta primera selecci¨®n de la carrera, de tan s¨®lo 21 corredores. Contador, por cierto, no tuvo compa?eros en ese grupo.

Los 3000 metros de desnivel acumulado en la etapa se suman al desgaste de la tensi¨®n de estos d¨ªas. Los corredores se muestran admirados por los miles de espectadores que les animan durante el recorrido, pero manifiestan su miedo por el peligro que ello supone cuando estos estrechan las carreteras. Camino de Londres esta ser¨¢ la t¨®nica, aunque los protagonistas no ser¨¢n los mismos; los de ayer no volver¨¢n a aparecer hasta la etapa del pav¨¦s, en tres d¨ªas. Volver¨¢ el protagonismo para Kittel aunque ya con Cavendish fuera de concurso. Para la general, de momento, est¨¢n todos los que son; y son todos los que est¨¢n, aunque Sagan est¨¢ fuera de esta guerra.