El gran momento de Toni Kroos
Sus dotes de estratega hacen de ¨¦l un jugador sobremanera valioso para dar sentido y unidad a las acciones del grupo. Es un extraordinario conductor del juego
Entre la gente de la h¨ªpica se estila un viejo proverbio, seg¨²n el cual un buen caballo salta lo que tiene que saltar, esto es, lo justo para salvar los obst¨¢culos, ni un cent¨ªmetro m¨¢s. Algo parecido puede afirmarse de Toni Kroos, a quien no tengo, dicho sea de paso y con todos mis respetos, por caballo. Ocurre simplemente que la referida sentencia es aplicable a su manera pragm¨¢tica de emplearse en el campo.
Juup Heynckes, un entrenador fundamental en su carrera deportiva, dijo en cierta ocasi¨®n de ¨¦l que necesita de vez en cuando una patada en el trasero. No se trata de castigar al jugador. Kroos es todo disciplina, aplicaci¨®n, eficiencia. Tiende (y a ello alud¨ªa Heynckes) a la flema cuando al equipo le va bien, de ah¨ª que de vez en cuando haya que clavarle un poquillo la espuela. Basta entonces, para que se le reactive la pasi¨®n, con asignarle un grado elevado de responsabilidad en el terreno de juego, con levantarle como quien dice la altura de la valla. Entonces Kroos cumple; no por nada, sino porque Kroos cumple siempre.
A fuerza de rendimiento constante, libre de lesiones, ha sabido ganarse con su estilo exento de adornos la titularidad tanto en el Bayern M¨²nich como en la selecci¨®n. No lo ha tenido del todo f¨¢cil. En ambos equipos hubo de superar obst¨¢culos y demostrar que no val¨ªa menos que los favorecidos por la opini¨®n de quienes mandan y deciden. Lejos de desanimarse, los vientos a veces contrarios lo estimularon a redoblar esfuerzos.
En el Bayern M¨²nich nunca se ha sentido querido de verdad. Lo quisieron, s¨ª, sus entrenadores. Lo quiso Heynckes, que lo aup¨®; lo ha querido Guardiola, que no ha logrado convencerlo para que se quede. La direcci¨®n, en cambio, se mostr¨® de costumbre tibia con ¨¦l, juzg¨¢ndolo bueno sin m¨¢s y emplaz¨¢ndolo, cosa que ha determinado su marcha, en la franja media de los salarios. Kroos ya fue cedido en su d¨ªa al Bayer Leverkusen, lo que a la postre se revel¨® como un hecho afortunado para ¨¦l. En vista de su progresi¨®n, Karl-Heinz Rummenigge dispuso su vuelta al Bayern.
Con los b¨¢varos fue, al principio, un jugador no exactamente cuestionado, pero s¨ª puesto a prueba constante y siempre a la sombra de Bastian Schweinsteiger, del brasile?o Luiz Gustavo y de otros centrocampistas. Silencioso, discreto, esper¨® su oportunidad y, cuando esta le vino, la aprovech¨®, contribuyendo decisivamente al triplete de la temporada 2012-2013 y a los t¨ªtulos de este a?o.
Sus dotes de estratega hacen de ¨¦l un jugador sobremanera valioso para dar sentido y unidad a las acciones del grupo. Es un extraordinario conductor del juego, lo mismo pasando en corto que en largo. Corre sus diez u once kil¨®metros por partido y con frecuencia, como se ha visto estos d¨ªas en Brasil, es el jugador de su equipo que m¨¢s veces toca el bal¨®n. Trabajador incansable, se implica con eficacia en tareas defensivas y cada cierto tiempo obsequia a la afici¨®n con un disparo desde fuera del ¨¢rea que acaba en gol.
En el Bayern M¨²nich nunca se ha sentido querido de verdad
Lanza tiros libres y saques de esquina. Tiene el instinto de la verticalidad sin el cual el tiqui-taca es una balada tediosa. No le van el juego bonito ni el lucimiento personal. La renuencia al protagonismo y una ostensible parquedad de palabras inducen a pensar err¨®neamente que carece de carisma. Atl¨¦tico, abnegado, con buena t¨¦cnica, buena preparaci¨®n y enormes pulmones, Toni Kroos es un t¨ªpico jugador de la escuela alemana.
Dicen, cuentan, y ¨¦l no lo desmiente, que la direcci¨®n del Bayern le ha escatimado el reconocimiento que p¨²blicamente ha dispensado a otros jugadores. La contrataci¨®n en verano de 2013, para ocupar su puesto, de Thiago Alc¨¢ntara y Mario G?tze fue interpretada por la prensa deportiva como una muestra de que no se termina de confiar en sus aptitudes. Los periodistas hicieron cola para preguntarle al jugador si tem¨ªa por su titularidad.
A principios de este a?o, en vista de que no eran aceptadas sus reclamaciones econ¨®micas, el jugador declar¨®, murrioso, que hab¨ªa decidido postergar las negociaciones para la renovaci¨®n de su contrato. Deseaba, dijo, tener la cabeza libre de cuestiones ajenas al f¨²tbol para dedicarse de lleno a su equipo y a la preparaci¨®n del Mundial de Brasil. El Bayern estaba dispuesto a subirle el sueldo, pero sin equipararlo al de los mejor remunerados.
Se va y todos sabemos ad¨®nde. Lo que pasa es que no se puede decir porque el jugador y su nuevo equipo han decidido hacer p¨²blico el traspaso despu¨¦s de la Copa Mundial, cuya final disputar¨¢ Toni Kroos hoy con su selecci¨®n. La prensa deportiva alemana hace semanas que se refiere a ¨¦l con el apelativo de ¡°el todav¨ªa jugador del Bayern¡±.
El martes pasado, Toni Kroos tuvo una actuaci¨®n memorable en la descomunal victoria de su selecci¨®n contra la de Brasil. No en vano la FIFA lo eligi¨® el mejor del partido. La proeza le mereci¨® el t¨ªtulo de h¨¦roe en Alemania, donde su cara se usa estos d¨ªas para acompa?ar titulares de triunfo. Su entrenador, Joachim L?w, no se muerde la lengua a la hora de afirmar que lo considera indispensable. Kroos est¨¢ ahora mismo, con 24 a?os, en un momento cimero de su carrera deportiva. Pronto, tras el descanso vacacional, lo veremos vestido con la camiseta del... Bueno, que lo revele ¨¦l, como tiene prometido, tras la final de hoy en Maracan¨¢.
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