Brasil se refuerza para el reto ol¨ªmpico
El reciente desaf¨ªo del Mundial sirve de est¨ªmulo para R¨ªo 2016 a unas administraciones que se muestran optimistas pese a las quejas del COI sobre los retrasos en las obras, a¨²n al 25%
Horas despu¨¦s de la cat¨¢strofe futbol¨ªstica brasile?a del Mineirazo en el reciente Mundial, la presidenta, Dilma Rousseff, anim¨® a la naci¨®n a "levantarse, sacudirse el polvo y salir adelante". Hostigado desde comienzos de a?o por el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) para acelerar unas obras que experimentan "el mayor retraso en los ¨²ltimos 40 a?os", el pa¨ªs apunta las lecciones de la Copa de las Copas para contener el pesimismo existente sobre los primeros Juegos Ol¨ªmpicos a celebrar en Sudam¨¦rica, un segundo esfuerzo inmediatamente posterior a la costos¨ªsima y muy contestada organizaci¨®n del Mundial de f¨²tbol.
Las autoridades se felicitan por el "¨¦xito organizativo" alcanzado finalmente y muestran "confianza plena" en los preparativos ol¨ªmpicos pese a la intervenci¨®n directa del COI en la gesti¨®n de los mismos, el aumento no previsto del presupuesto, el incumplimiento de algunas promesas (como el saneamiento de la bah¨ªa de Guanabara) o el hecho de que algunas obras ni siquiera hayan comenzado todav¨ªa, a dos a?os justos del comienzo de la competici¨®n.
La demora de algunas construcciones es, sin duda, la mayor preocupaci¨®n del organismo ol¨ªmpico, que ya debi¨® sofocar en abril algunas peticiones de federaciones deportivas internacionales acerca de buscar un Plan B (Londres) en el caso de que R¨ªo de Janeiro no lograse concluir a tiempo sus infraestructuras. El desarrollo relativamente tranquilo del Mundial, que no contempl¨® ning¨²n percance serio pese a las graves adversidades pronosticadas en los meses anteriores, parece haber otorgado una peque?a tregua al pa¨ªs, como afirm¨® recientemente el presidente del COI, Thomas Bach: "Estamos muy felices de que las preocupaciones que exist¨ªan antes de la Copa no se transformaran en realidad. [...]Al mismo tiempo, debemos ser vigilantes. No hay tiempo que perder".
Creo que tenemos un problema con la desconfianza" Eduardo Paes. Alcalde de R¨ªo
La Autoridad P¨²blica Ol¨ªmpica actualiz¨® esta semana la matriz de gastos de las diferentes administraciones, que alcanzan en total los 12.500 millones de euros, distribuidos de la siguiente manera: instalaciones, 2.200 millones; legado en obras no deportivas, 8.000 millones; organizaci¨®n de los Juegos: 2.300 millones. La cifra supone un 30% de incremento respecto al presupuesto contemplado en la candidatura brasile?a que result¨® elegida en 2009 (9.500 millones). Este crecimiento del gasto es fuente de cr¨ªticas en la prensa y en una sociedad irritada por los miles de millones empleados en la construcci¨®n de estadios mundialistas; el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, lo atribuye "principalmente a la inflaci¨®n" y asegura que podr¨ªa crecer incluso un 15% m¨¢s.
La ¨²ltima previsi¨®n de gastos incluye 11 obras licitadas (pero a¨²n no iniciadas) en el Parque Deodoro, al oeste de la ciudad, que ser¨¢ sede, entre otras, de las competiciones de h¨ªpica, tiro con arco, rugby o hockey sobre hierba. El general Fernando Azevedo e Silva, presidente de la Autoridad P¨²blica Ol¨ªmpica (¨®rgano que asigna las responsabilidades ente las diferentes administraciones), dice que las obras m¨¢s complicadas, por falta de plazo, ser¨¢n las de la competici¨®n de pirag¨¹ismo en slalon. Los expertos del COI estiman, en cambio, que las obras presupuestadas est¨¢n a un 25% de su desarrollo, frente al 60% que mostraban los anteriores Juegos (Londres 2012) a dos a?os justos de su inauguraci¨®n.
La alcald¨ªa de R¨ªo de Janeiro anunci¨® esta semana que su proyecto principal de movilidad urbana, la l¨ªnea de metro que conectar¨¢ el centro de la ciudad con Barra de Tijuca, comenzar¨¢ sus pruebas definitivas en abril de 2016, tres meses antes del inicio de los Juegos, en una ciudad habitualmente colapsada por el tr¨¢fico. El ritmo de la construcci¨®n del suburbano, que complica el tr¨¢fico de la zona sur carioca desde hace m¨¢s de un a?o, preocupa a las diferentes autoridades: "Es una obra con flexibilidad peque?a", ha admitido Azevedo. "Organizar unas Olimpiadas es un verdadero combate sin v¨ªctimas, tiene una gran complejidad", manifest¨® hace unas semanas en una entrevista con este peri¨®dico.
Un legado fundamental de la Copa para el Ejecutivo brasile?o es la satisfacci¨®n por la capacidad de las fuerzas de seguridad para contener los brotes de protestas sociales (mucho m¨¢s reducidas en tama?o, pero de una actitud m¨¢s agresiva) cuyas amenazas indujeron al Gobierno de Rousseff a articular el mayor dispositivo de seguridad de la historia de los Mundiales (150.000 polic¨ªas y soldados, fragatas, misiles) y a invertir 500 millones de euros en la modernizaci¨®n de su equipamiento. El pasado d¨ªa 18, el Ministerio de Defensa decidi¨® que el esquema de seguridad para R¨ªo 2016 tendr¨¢ como base la operaci¨®n montada para la Copa, que integr¨® en un ¨²nico centro de mando diferentes cuerpos y administraciones. "Esa integraci¨®n es el gran triunfo de este Mundial para nosotros", afirma el director de la Secretar¨ªa Extraordinaria de Seguridad para Grandes Eventos (SESGE), Andrei Rodrigues.
Organizar unas Olimpiadas es un verdadero combate sin v¨ªctimas" Fernando Azevedo e Silva, presidente de la Autoridad
P¨²blica Ol¨ªmpica
Pero Brasil no quiere s¨®lo utilizar las Olimpiadas para desterrar definitivamente la imagen negativa mostrada en los proleg¨®menos del Mundial (agudizada en paralelo por las fuertes cr¨ªticas del COI, hoy revestidas de buenas palabras). Tras la hecatombe de La Canarinha en las semifinales del Mundial, el gigante sudamericano persigue tambi¨¦n la revancha deportiva y ha anunciado la inversi¨®n de 450 millones de euros (casi el doble que en los Juegos anteriores) en ayudas p¨²blicas y privadas para procurarse un hueco entre los diez pa¨ªses con m¨¢s medallas. La delegaci¨®n brasile?a obtuvo su mejor resultado en los Juegos Ol¨ªmpicos de 2012 (17 medallas, puesto 14) y se ha fijado un list¨®n de 30 condecoraciones para sus propios Juegos. "Ser el anfitri¨®n otorga a Brasil la responsabilidad de superar sus registros anteriores", sostiene Marcus Vinicius, director deportivo del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Brasile?o.
El alcalde Paes reconoci¨® antes de la Copa del Mundo que los retrasos en las obras de los estadios y los costes multiplicados hab¨ªan elevado la desconfianza hacia Brasil, percepci¨®n que R¨ªo 2016 espera corregir: "La gente no va a creer todo lo que digamos... Creo que tenemos un problema con la desconfianza. Es un problema de nuestra historia que debemos encarar. Hay mucha desconfianza sobre nuestra capacidad de entregar cosas".
A los brasile?os les pesa una larga tradici¨®n de dilaciones. Pero Paes encuentra motivos para la esperanza, como la organizaci¨®n de la final del Maracan¨¢ y la pac¨ªfica administraci¨®n de los 80.000 aficionados argentinos llegados a R¨ªo. "Vamos a llegar a tiempo", anuncia el alcalde, "y vamos a tener unos Juegos maravillosos con un legado maravilloso para esta ciudad".
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