Un estreno, un desliz y una derrota

Claudio Bravo no olvidar¨¢ su estreno como portero azulgrana, se?alado por una pifia sonrojante, por escurr¨ªrsele el esf¨¦rico de entre las manos y firmar la primera derrota de la era Luis Enrique. Fue frente al conservador N¨¢poles de Ben¨ªtez, que hizo bien poco por llevarse el triunfo pero lo suficiente para desactivar a un Bar?a sin pegada ni remate, por descontado gol.

Result¨® el Barcelona, en cualquier caso, un equipo reconocible, al menos en su empe?o por sacar la pelota jugada desde atr¨¢s, siempre con facilidad para descontar la primera l¨ªnea de presi¨®n, con Bartra, Piqu¨¦ y Busquets ¡ªm¨¢s tercer central que nunca¡ª finos en la salida, tambi¨¦n con Iniesta y Rakitic fiables en las mezclas y triangulaciones en la medular. Pero el equipo se perdi¨® de mala manera en la zona de tres cuartos, a buen seguro porque sigue sin contar con la ansiada delantera de oro y brillantes, ausente Messi, convaleciente Neymar y todav¨ªa castigado Luis Su¨¢rez. As¨ª, falt¨® de gol el Bar?a y contado el error de bulto de Bravo, el N¨¢poles celebr¨® el triunfo.

No ayud¨® la idea cruyffista de Luis Enrique [para nada guardiolista, que prefer¨ªa dar amplitud al campo con los extremos] de jugar con las alas a pierna cambiada, ya que pretende dar vuelo a los laterales y tener m¨¢s pegada por los pasillos interiores, quiz¨¢ porque no hay delantero con cent¨ªmetros que atrape los centros y porque al Bar?a, que le costaba horrores deshacer a las defensas abultadas, siempre le fue bien eso de romper desde la segunda l¨ªnea. Pero sin protagonismo de los carrileros ¡ªa Alba, a¨²n falto de forma, s¨®lo se le cont¨® un desequilibrio que Pedro no atin¨® a resolver; y Montoya no da una, lo que agrava el problema del lateral derecho¡ª, los movimientos de Pedro y Munir saturaron el centro y restaron l¨ªneas de pase. Por lo que el bal¨®n circulaba por dentro pero se quedaba en la zona de tres cuartos, apenas profundo el equipo, lejos de atornillarse en el ¨¢rea rival.

Fue, sin embargo, la noche en que Rakitic evidenci¨® que sabe a lo que juega, pegamento para las l¨ªneas, capaz de conducir el esf¨¦rico con la cabeza alta, con toque de primeras y f¨¢cil, capataz del eje del campo. Incluso Rafinha se mostr¨® al fin, otra vez de 9 mentiroso, m¨¢s activo y c¨®modo, ¨²til para el pase de descarga. Pero ¨¦l y todos tocaban lejos del marco adversario y s¨®lo en dos p¨¦rdidas rivales el Bar?a dijo esta es la m¨ªa. En una fue Pedro el que, tras un recorte, provoc¨® una mano y penalti claro de Maggio que el colegiado no concedi¨®. Y en otra, Munir no acert¨® a definir frente al portero, gafado en la pretemporada porque acumula ocasiones sin goles como ya le ocurriera en Niza. Incluso tuvo otra, m¨¢s forzado, que tampoco emboc¨® porque Rafael Cabral sac¨® el brazo a tiempo.

El Bar?a, sin embargo, s¨ª que domin¨® la transici¨®n ataque-defensa que tanto da?o le hizo en el pasado, al menos en los dos ¨²ltimos cursos, sobre todo porque juega con las l¨ªneas m¨¢s apretadas y la presi¨®n organizada. Aunque padeci¨®, eso s¨ª, buenos sustos, todos enraizados en las jugadas a bal¨®n parado. Como en esa falta express que sac¨® el N¨¢poles e Insigne no acert¨® a rematar; como en ese c¨®rner a favor que dej¨® en un dos contra dos a la contra que corrigi¨® a la carrera Pedro; y como en esa falta lanzada por Callej¨®n que prolong¨® la erguida cresta de Hamsik s¨®lo escupida por una estupenda estirada de Bravo.

Sin goles ni acidez en la zona concluyente, el Bar?a perdi¨® el membrete de primer equipo a falta de media hora, cuando Luis Enrique dio cabida a varios de los futbolistas del filial. Con menos pausa para la construcci¨®n, pero m¨¢s verticalidad, Pedro y Deulofeu probaron a Cabral. Pero sin tino. As¨ª que lleg¨® el turno de Bravo, que pareci¨® azuzar el debate de la porter¨ªa con Ter Stegen hasta que perdi¨® el color y los nervios. De inicio, despej¨® mal con el pie un bal¨®n perdido; y despu¨¦s, en el chut lejano de Dzemaili, bal¨®n amable porque no iba ni fuerte ni demasiado colocado, se le escap¨® de los guantes para acabar en las redes. Un estreno, un desliz y una derrota.