El Milan ficha a Diego L¨®pez
El portero jugar¨¢ las pr¨®ximas cuatro temporadas en Italia si pasa el ex¨¢men m¨¦dico del lunes
El enredo de los porteros del Madrid se rompi¨® por la parte m¨¢s d¨¦bil de la cuerda, la parte que correspond¨ªa a Diego L¨®pez. El meta gallego ha dejado el Madrid despu¨¦s de firmar un contrato de cuatro a?os con el Milan esta misma ma?ana. La formalizaci¨®n del acuerdo quedar¨¢ a expensas del reconocimiento m¨¦dico previsto para el pr¨®ximo lunes. Navas y Casillas ser¨¢n la pareja principal en la porter¨ªa madridista.
Fichado al Sevilla en calidad de rueda de auxilio en enero de 2013, L¨®pez vivi¨® una suerte de resurrecci¨®n profesional. En el a?o que precedi¨® su traspaso a Chamart¨ªn no hab¨ªa acumulado m¨¢s que desgracias: primero, el descenso a Segunda con el Villarreal, despu¨¦s, la suplencia en el Sevilla, en donde daba s¨ªntomas de decaimiento cuando el Madrid le llam¨®. Su misi¨®n, en principio, consisti¨® en reemplazar temporalmente a Casillas, lesionado de una mano. El entonces entrenador, Jos¨¦ Mourinho, hab¨ªa pedido otro portero, alguien con m¨¢s cach¨¦ internacional que pudiera competir con Casillas desde una posici¨®n de mayor fuerza. Mourinho llevaba dos a?os litigando con el capit¨¢n por desavenencias personales y cre¨ªa indispensable arrinconarlo para reafirmarse como l¨ªder. A falta de un instrumento m¨¢s reluciente, se vali¨® de L¨®pez para emprender su ¨²ltimo intento de barrer a Casillas de su proyecto.
El sueldo de L¨®pez, de alrededor de cuatro millones de euros netos, es m¨¢s asumible que el de Casillas, que gana cerca de nueve?
L¨®pez se convirti¨® as¨ª en el portero del movimiento mourinhista. Inmediatamente goz¨® del respaldo institucional, porque por entonces el Madrid, empezando por Florentino P¨¦rez, estaba ¨ªntimamente vinculado a Mourinho. El proyecto presidencial y el proyecto del entrenador eran uno solo y todas las campa?as que emprend¨ªa uno gozaban del apoyo inmediato del otro: esto inclu¨ªa respaldo pol¨ªtico, financiero, y log¨ªstico. La propaganda formaba parte fundamental. El empleo de medios de comunicaci¨®n, tradicionales o no, de forma directa o indirecta, para trasladar los mensajes convenientes, se redobl¨® para exaltar las virtudes de L¨®pez lo mismo que para poner en duda los valores de Casillas, tanto los futbol¨ªsticos como los morales. El caso es ¨²nico en la historia del f¨²tbol y merece un cap¨ªtulo en los manuales de propaganda: nunca antes el madridismo exalt¨® m¨¢s a un portero que no hab¨ªa ganado (ni ganar¨ªa) nada.
En enero de 2013 Mourinho llevaba meses diciendo en el club que el capit¨¢n era el principal problema de la instituci¨®n y sus contactos profesionales en las redes sociales lo difundieron r¨¢pidamente. La campa?a de difamaci¨®n que sigui¨® no encontr¨® igual. La organizaci¨®n de propaganda que despleg¨® el entorno de Mourinho y sus aliados en el club sienta un precedente en materia de comunicaci¨®n. En ninguna instituci¨®n deportiva del mundo se asisti¨® a la destrucci¨®n de la imagen de una leyenda como ocurri¨® con Casillas.
Fichado para suceder a Mourinho, que prefiri¨® irse al Chelsea para vivir m¨¢s a gusto, Ancelotti se adhiri¨® al plan preexistente. La renovaci¨®n en la porter¨ªa fue un principio b¨¢sico de la estrategia deportiva que se puso en marcha en el oto?o de 2012. El club crey¨® oportuno darle otra oportunidad a L¨®pez, a pesar de sus errores en la final de Copa contra el Atl¨¦tico. Durante la pasada temporada, L¨®pez hizo un buen trabajo como titular en la Liga, con tanta fatalidad que fue el ¨²nico torneo que no gan¨® el Madrid. La conquista de la Copa y la Champions de la mano de Casillas oblig¨® a Florentino P¨¦rez a replantear la situaci¨®n con el capit¨¢n. Ambos hab¨ªan hablado de separarse este verano, pero al mandatario le preocupaba las consecuencias sociales de dejar marchar al mito, al hombre que hab¨ªa levantado la ¨²ltima Champions. La permanencia de Casillas en el club fue una decisi¨®n de ¨ªndole coyuntural y todas las partes lo saben. El fichaje de Keylor Navas es el ¨²ltimo cap¨ªtulo en el proceso de renovaci¨®n que comenz¨® en 2012.
El costarricense llega al Madrid con la p¨²rpura que Mourinho advirti¨® que deb¨ªa portar el competidor de Casillas: esencialmente, se trataba de una cuesti¨®n de popularidad. Navas parece esa estrella providencial. Su juventud, 27 a?os, su elecci¨®n como mejor portero de la ¨²ltima Liga BBVA y su magn¨ªfica actuaci¨®n en el Mundial de Brasil le confieren la fama necesaria. As¨ª, la pr¨®xima suplencia de Casillas, con 33 a?os, ser¨¢ percibida por la hinchada como algo natural y saludable.
Protegido por el orden establecido durante un a?o y medio, a Diego L¨®pez le result¨® especialmente frustrante verse de repente expuesto. El hombre no debi¨® calcular que las mismas razones pol¨ªticas que lo avalaron y le proporcionaron una red de seguridad se pod¨ªan volver en su contra. Pero desde que Casillas levant¨® la d¨¦cima y Navas se present¨® en el Bernab¨¦u, la situaci¨®n del meta gallego, de 32 a?os, es la m¨¢s precaria.
El sueldo de L¨®pez, de alrededor de m¨¢s de cuatro millones de euros, es m¨¢s asumible que el de Casillas, que gana cerca de nueve millones netos. El mercado es m¨¢s amplio para los asalariados que menos cobran y es dif¨ªcil que Casillas encuentre patrones extranjeros dispuestos a mantenerle los emolumentos que recibe despu¨¦s de su calamitoso Mundial. Por eso el Madrid le dio la carta de libertad a L¨®pez y por eso el Milan est¨¢ a punto de firmarlo, abri¨¦ndole el camino a una prolongaci¨®n honrosa y afortunada de su notable carrera.
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