Mireia abre las aguas
La espa?ola, doble plata ol¨ªmpica, debuta en los Europeos arroj¨¢ndose a los 5 kil¨®metros del canal de Gr¨¹nau en un modo extravagante de preparar el programa de pruebas en l¨ªnea
Retumba la m¨²sica en el gimnasio del CAR. Pum-pum-pum. Esthera Sarita canta (?canta?) Loca People. Puro sonido electr¨®nico de pista de baile. Fred Vergnoux no suelta el cron¨®metro. El entrenador camina dirigiendo a sus pupilos mientras recorren un circuito programado. Al frente destaca la figura el¨¢stica de Mireia Belmonte.
"?Cambio!", grita Vergnoux. Su voz resuena sobre la vibraci¨®n de los altavoces como la de un sargento y la chica de Badalona pasa de saltar una serie de vallas a reptar y moverse a gatas por debajo de otras vallas. Sin detenerse. Hasta que Vergnoux grita: "?Cambio!", y Mireia corre hasta las mancuernas y levanta 14 kilos como si fueran 14 cacahuetes en un ejercicio que repite durante dos minutos. "?Cambio!". Toca la m¨¢quina de trepar, la Versa Climber, que simula una escalada vertical forzando brazos y piernas. Tres minutos y a la orden. "?Cambio!". A tonificar las piernas en el Sweden Yoyo, artilugio utilizado por los astronautas para no perder masa muscular en el espacio. "?Cambio!". ?ltima parada del circuito. El Hammer Strenght es un ingenio con una pesa de unos 20 kilos que Mireia debe recoger del suelo hasta poner sobre su cabeza empleando la t¨¦cnica de la halterofilia. ?Y despu¨¦s? "?Cambio!". A saltar vallas. Vuelta empezar. Gatear, levantar mancuernas, trepar, resistir la fuerza inercial en los muslos y empujar hacia arriba. Durante una hora, mientras el sudor la va cubriendo. Vergnoux hace una mueca y se revuelve: "?Quisiera ver a los jugadores del Bar?a haciendo este circuito con Mireia! ?No podr¨ªan seguir el ritmo!".
Todo est¨¢ medido para una empresa desmedida, ganar un oro ol¨ªmpico en los Juegos de R¨ªo 2016
Al borde del paroxismo Esthera Sarita insiste desde los altavoces. "?Viva la fiesta! ?Viva la noche! ?La gente est¨¢ muy loca! What the fuck!". Mireia mueve los aparatos al ritmo del sonido nightlife. Parece disfrutar de o¨ªdas de un mundo que le debe resultar marciano. En sus semanas no hay tiempo para escapar a una discoteca. Como muy tarde se mete en la cama a las 12.00. Antes de apagar la luz enciende la c¨¢mara hipob¨¢rica que reduce la presi¨®n atmosf¨¦rica de su habitaci¨®n del CAR de San Cugat, como si estuviera a 3.000 metros de altura, para mejorar la oxigenaci¨®n de la sangre. Cierra la cremallera de la burbuja que envuelve el lecho y se duerme. "Lo peor es el calor en verano", dice, "porque es de pl¨¢stico". A las 6.00 suena el despertador. Lo primero que hace es beber entre 300 y 400 mililitros de agua. Antes de vestirse. Lo m¨¢s r¨¢pido posible. "Es desagradable", dice Vergnoux. "Pero est¨¢ comprobado que en la sesi¨®n matinal nadan mejor los que se beben un botell¨ªn antes del desayuno. Antes del caf¨¦, los cereales y el zumo". A las 6.45 est¨¢ en el agua. Hace series hasta las 10.30. Acaba y tiene gimnasio. Y por la tarde, piscina otra vez.
Suavemente, le propuse? la prueba de aguas abiertas. Despu¨¦s ella tom¨® la decisi¨®n" Fred Vergnoux. Entrenador de Belmonte
Todo es rutinario. Todo es circular. Todo est¨¢ medido para una empresa desmedida. A sus 23 a?os, Mireia, que logr¨® dos platas en Londres 2012, se embarca en la mayor tarea que jam¨¢s ha afrontado un nadador espa?ol, hombre o mujer. Su prop¨®sito es convertirse en la mejor nadadora de Europa y ganar un oro ol¨ªmpico en los Juegos de R¨ªo 2016. "Hay d¨ªas m¨¢s duros que otros", dice. "Pero no me canso. Trabajo para un objetivo. Esto te hace querer siempre m¨¢s. Yo lo hago muy a gusto".
Faltan dos a?os para los Juegos de R¨ªo. Pero en el calendario de la nadadora el primer punto rojo es hoy. La cita es en el viejo canal de regatas de Gr¨¹nau, sede de los Juegos Ol¨ªmpicos de 1936. Mireia quiere participar en un evento que rompe la ortodoxia de la preparaci¨®n: la carrera de 5 kil¨®metros de aguas abiertas del Campeonato de Europa que se celebra desde ayer. Nadar contrarreloj en un lago con el agua a 21 grados es un poco descabellado para una especialista de la nataci¨®n en l¨ªnea que tres d¨ªas despu¨¦s deber¨¢ someterse a un programa que incluye carreras de 1.500, 800, y 400 libre, 200 y 400 estilos, y 200 mariposa. El desgaste que puede sufrir el organismo es una inc¨®gnita. Pero entre tanta disciplina, alterar lo previsible es un est¨ªmulo. "Las aguas abiertas son una experiencia nueva", dice Mireia. "Lo probar¨¦ a ver c¨®mo sale. Es algo totalmente diferente para m¨ª. Me hace ilusi¨®n enfrentarme a rivales que no sean las de siempre. Mi programa en piscina es muy completo y no puedo mantenerme inactiva esta semana antes de la competici¨®n. Me ayudar¨¢ a mantener la forma".
Las aguas abiertas son una experiencia nueva. Lo probar¨¦ a ver c¨®mo sale" Mireia Belmonte. Nadadora
A Vergnoux le encanta la idea porque tiene por costumbre provocar situaciones desconcertantes en sus nadadores. Cambiar el paso es parte del entrenamiento psicol¨®gico. "Al principio, suavemente, le propuse a Mireia que contemplara la posibilidad de las aguas abiertas", dice. "Y despu¨¦s ella tom¨® la decisi¨®n. Yo le dije: 'Son 5.000 metros tres d¨ªas antes de la nataci¨®n en l¨ªnea. ?Y si te pones enferma?'. '?No! ?Esto me anima!', dijo. Mireia funciona as¨ª. Y yo intento tener su actitud. Si t¨² durante tres meses haces siempre lo mismo Mireia te dir¨¢: '?Eh, esto ya lo hemos hecho!'. Cualquier cosa que pase ser¨¢ positiva. Como m¨ªnimo le aportar¨¢ un dominio m¨¢s. Solo la acumulaci¨®n de dominios hace que en un instante puedas marcar la diferencia necesaria para ser campe¨®n ol¨ªmpico. Las aguas abiertas le van a dar sentido de realizaci¨®n".
"Yo la entiendo", concluye Vergoux. "?En Sierra Nevada hemos hecho cuatro 5.000 en cuatro semanas! Cada ¨²ltimo entrenamiento de la semana, el s¨¢bado por la tarde, un 5.000 a tope. El ¨²ltimo lo ha nadado a 19 segundos de su r¨¦cord de Espa?a. ?A 2.400 metros de altitud!"
Mireia ha convertido su cuerpo en una gran m¨¢quina de competici¨®n. La ha puesto a punto con dedicaci¨®n febril. Despu¨¦s de siete meses de taller quiere salir a la pista. Quiere usarla ya. Como dice la canci¨®n (?canci¨®n?): "What the fuck!".
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