Mireia se consagra en agua marr¨®n
La espa?ola se estrena con un bronce en los cinco kil¨®metros del r¨ªo Dahme El ¨¦xito la predispone a nadar los 10 kil¨®metros en R¨ªo

Mireia Belmonte complet¨® con ¨¦xito una de las empresas m¨¢s atrevidas que ha emprendido nunca un nadador espa?ol. La muchacha de Badalona, plata en 200 mariposa y 800 libre en los Juegos de 2012, se tir¨® por primera vez a las aguas abiertas en una competici¨®n oficial y atrap¨® el bronce en la prueba de cinco kil¨®metros de los Campeonatos de Europa que se celebran en Berl¨ªn. Lo hizo con esp¨ªritu aventurero, pensando en experimentar y en prepararse para su programa de nataci¨®n en l¨ªnea de la semana que viene. Antes de tocar la piscina del Europa-Sportpark se sumergi¨® en el r¨ªo Dahme sin apenas rudimentos. Un mundo desconocido, poblado por especialistas que dedican todo el a?o a nadar en ambientes salvajes, lejos del agua clorada y transparente, expertos en orientarse sin apenas referencias en canales, lagos y circuitos marinos. Su tercer puesto fue una demostraci¨®n de car¨¢cter sin apenas precedentes en este deporte. Lo hizo tan bien que no descarta intentar la clasificaci¨®n para los 10 kil¨®metros de los Juegos de R¨ªo.
Las carreras en aguas abiertas no son como las carreras en piscinas. La diferencia principal estriba en el medio f¨ªsico: el agua de los r¨ªos y los mares es m¨¢s dif¨ªcil de domesticar. El r¨ªo Dahme bajaba revuelto ayer en su parte navegable, al sureste de Berl¨ªn. Arrastraba part¨ªculas que lo enturbiaban, de vez en cuando lo surcaban barcazas, y una brisa fresca levantaba un pertinaz oleaje incipiente. Unido a la necesidad de orientarse para trazar un recorrido recto, la corriente y el oleaje obligaron a cambiar la t¨¦cnica de Mireia por completo. Si en las piscinas los nadadores respiran por el costado, girando el cuello y sacando la boca sobre el remolino que se forma entre la cabeza y el hombro, en las aguas abiertas es preciso respirar levantando la cabeza, lo que provoca que el tronco se hunda hacia la cintura. Mireia debi¨® hacerlo m¨¢s que las otras chicas para mirar al frente porque no estaba acostumbrada a nadar sin la referencia de la raya pintada en el fondo y tem¨ªa perder la trayectoria y desviarse. El lecho del Dahme, profundo y marr¨®n, estaba fuera de vista.
Junto con Mireia, los nadadores del equipo espa?ol, Erika Villa¨¦cija, Luisa Morales, Kiko Herv¨¢s y Antonio Arroyo, se levantaron a las 6.45 de la ma?ana para ir hasta Gr¨¹nau, el pueblito junto al r¨ªo donde se celebr¨® la competici¨®n de pirag¨¹ismo en los Juegos de 1936. Las viejas instalaciones, los edificios del club, los muelles y las gradas descascaradas proporcionan un clima inquietante al conjunto elegido por la organizaci¨®n para disputar las aguas abiertas. Estaba nublado pero no hac¨ªa fr¨ªo cuando Mireia se arroj¨® al agua con Kiko Herv¨¢s para reconocer el canal. Dieron dos vueltas, sintieron el agua, calcularon las distancias entre las boyas, y se salieron. La carrera de las chicas comenz¨® a las 13.30. Se celebr¨® en modalidad contrarreloj. Se sortearon las salidas y las nadadoras fueron lanz¨¢ndose cada minuto.
Mireia sali¨® la 15?. Consigui¨® orientarse bastante bien. Adelant¨® a la griega Kalliopi Araozou y a la brit¨¢nica j¨²nior Alice Dearing sin recibir golpes y pas¨® en cuarta posici¨®n por la mitad del recorrido. La primera en atravesar la l¨ªnea de los 2.500 metros fue la alemana Isabelle Harle, que se conoc¨ªa de memoria el canal. No necesitaba mirar adelante para orientarse y eso le permit¨ªa avanzar con una mayor frecuencia de brazadas.
La necesidad de orientarse, el oleaje y la corriente la forzaron a cambiar su t¨¦cnica
La segunda en pasar por el ecuador de la carrera fue la holandesa Sharon Van Rouwendaal, que en sus or¨ªgenes fue una notable espaldista, lleva a?os especializ¨¢ndose en aguas abiertas. La tercera, la h¨²ngara Eva Risztov, es una leyenda en su pa¨ªs despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada en la elite. Despu¨¦s de conseguir varias platas europeas nadando los estilos se pas¨® a las aguas abiertas y es la vigente campeona ol¨ªmpica. Un verdadero bisonte acu¨¢tico. El mi¨¦rcoles gan¨® el oro en 10 kil¨®metros y ayer se constituy¨® en el mayor escollo para que Mireia alcanzara el podio. Pero la espa?ola, que alcanz¨® los 2.500 metros un segundo por detr¨¢s de la h¨²ngara, fue la segunda m¨¢s veloz en la ¨²ltima mitad. Toc¨® la meta en 58 minutos 41,4 segundos. Siete segundos m¨¢s r¨¢pida que Risztov. Solo la superaron Van Rouwendaal (58m29,9s) y la irreductible Harle (57m 55,7s).
Las hero¨ªnas salieron del agua hechas una porquer¨ªa. ¡°Estaba muy sucia¡±, observ¨® Fred Vergnoux, el entrenador de la espa?ola. ¡°Sal¨ªan con la piel marr¨®n. Las aguas abiertas son ahora un deporte totalmente espec¨ªfico. Antes me parec¨ªa una derivaci¨®n de la nataci¨®n en piscina. Pero ya no. Es totalmente profesional. Existe una preparaci¨®n especial, usan ba?adores distintos, con m¨¢s placas, si compites debes nadar en invierno en el mar, pasas mucho fr¨ªo¡ Nosotros no hemos hecho nada de eso. Mireia us¨® el ba?ador de piscina, con las piernas descubiertas. Y nunca entrenamos la orientaci¨®n¡±.
Esto demuestra que Mireia est¨¢ dispuesta a abrir su mente¡±, dice su entrenador
¡°Esto demuestra muchas cosas¡±, concluy¨® Vergnoux. ¡°Demuestra qui¨¦n es Mireia. Demuestra que ella est¨¢ dispuesta a abrir su mente mientras otros, habiendo conseguido mucho menos, se cierran cada vez m¨¢s. Ella podr¨ªa haberse protegido con excusas diciendo que tendr¨ªa muchas dificultades para ganar un oro ol¨ªmpico en R¨ªo. Es lo m¨¢s f¨¢cil. Pero no. Ha dicho: ¡®Quiero ganar los Juegos de R¨ªo¡¯. Su actitud es genial¡±.
La peripecia de Gr¨¹nau alumbra el futuro. Mireia ir¨¢ a por el oro en la piscina de R¨ªo. Luego, si se decide y consigue clasificarse, se tirar¨¢ a la bah¨ªa de Guanabara para nadar los 10 kil¨®metros del llamado marat¨®n de la nataci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
