La peque?a gran familia Llagostera
El club, que debutar¨¢ en Segunda Divisi¨®n A tras conseguir seis ascensos en 10 a?os, se muda a Palafrugell para realizar los entrenamientos y Palam¨®s para competir
Hace una d¨¦cada el equipo de un pueblo catal¨¢n de 8.200 habitantes a la vera de la Costa Brava llamado Llagostera jugaba en la Segunda Territorial. Diez a?os m¨¢s tarde y seis ascensos despu¨¦s, el club militar¨¢ durante este curso por primera vez en su historia en Segunda Divisi¨®n A. Toda una proeza.
El pasado jueves se aprob¨® el proceso exigido por la LFP para transformarse en SAD (Sociedad An¨®nima Deportiva). El Llagostera tiene el presupuesto (3,1 millones) y el n¨²mero de socios (550) m¨¢s bajos de Segunda y desde el ¨¢rea deportiva han de sacarse conejos de la chistera para que lleguen jugadores a coste cero. Como Alberto Perea que terminaba contrato en el Rayo. ¡°Para fichar hacemos seguimiento t¨¦cnico-t¨¢ctico. Pero la clave est¨¢ en hablar con su entorno y comprobar c¨®mo son en el trato. Es f¨¢cil fichar a los mejores, a esos los ven todos¡±, explica Oriol Alsina, afamado en el f¨²tbol modesto de Catalu?a, que fue el t¨¦cnico del Llagostera entre 2004 y 2014 y es hoy el director deportivo y marido de la Presidenta del club, Isabel Tarrag¨®. Juntos regentan el club y una empresa textil especializada en toallas.
El club tiene el presupuesto (3,1 millones) y el n¨²mero de socios (550) m¨¢s bajos de Segunda Divisi¨®n
Cuando el Llagostera jugaba en campos de tierra en la Segunda Territorial, Jordi L¨®pez formaba parte del Real Madrid de los denominados Zidanes y Pavones. Lleg¨® a jugar el ¨²ltimo partido de la Liga 2004-2005 como titular. Ahora, Jordi es el ¨ªdolo de la afici¨®n y describe la magia del club: ¡°El Llagostera es un dulce hogar. Por el boca a boca se est¨¢ extendiendo una verdad: somos un club ejemplar¡±. El entrenador Santi Castillejo, bromea con Jordi: ¡°Eres el que manda¡±.
No les ha ido mal por el momento, hasta el punto que su casa se les ha quedado peque?a y se han tenido que mudar de campo para entrenar (en el del Palafrugell) y para jugar los partidos (en el del Palam¨®s). ¡°Se nos ha quedado peque?o el estadio. Nos hemos tenido que trasladar, pero no perdemos esencia. Somos la familia Llagostera. Cada a?o nos hacen la pregunta: ?C¨®mo ser¨ªa ascender? Respondemos con ganas¡±, argumenta Alsina.
A pesar de la gesta ha habido voces disidentes. Alsina compagin¨® secretar¨ªa t¨¦cnica de Palam¨®s y Girona y era acusado de construir un monopolio del f¨²tbol de la regi¨®n. Pero Oriol sigue a los suyo: ¡°Dej¨¦ el f¨²tbol por lesi¨®n, engord¨¦ 20 kilos y empec¨¦ a ver unos 10 partidos entre s¨¢bado y domingo (lo que suman 15 horas). Estudiaba minuciosamente los equipos. Es la f¨®rmula para optimizar recursos¡±. As¨ª lo ve el alcalde de Llagostera, Ferm¨ª Santamar¨ªa: ¡°Somos un lugar que viv¨ªa de la construcci¨®n y que sufre con la crisis. El equipo nos ha dado ilusi¨®n con los ascensos. Es una pena que no pueda jugar aqu¨ª, pero ser¨¢ una gran propaganda. Haremos afici¨®n por los pueblos costeros y venderemos la marca Costa Brava¡±.
El Llagostera, que jug¨® ayer contra el Bar?a B el Mini (1-2), ha rescatado con el f¨²tbol dos palabras apreciadas: casta y austeridad. La f¨®rmula la tienen clara: puntualidad en los pagos y ser previsores. As¨ª, no s¨®lo pagan cada d¨ªa uno de cada mes sino que, por ejemplo, ya ten¨ªan comprados los billetes para el hist¨®rico debut ante Las Palmas en la primera jornada de la Liga Adelante, que por el momento ha sido suspendida.
Oriol Alsina preside los entrenamientos desde la grada y los jugadores lo van saludando como los gladiadores a Julio C¨¦sar. A pie de campo dirige Castillejo, que explica la forma de afrontar el reto: ¡°Tenemos presente la senda del Eibar. Seremos competitivos si creemos todos¡±. Son una peque?a gran familia.
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