A los pies de los saltarines
Magn¨ªfico cuarto puesto de la triplista madrile?a Ruth Ndoumbe la v¨ªspera de que compitan Eusebio C¨¢ceres y Ruth Beitia, candidatos a medalla
Una pista de tart¨¢n es territorio de encuentros y cruces de personas, de eras, de historias y actitudes. Al lado de la vaca Cooly, que baila despreocupada el fratelli de Mameli, el himno de Italia que un bar¨ªtono aficionado, con sombrero y pelo gris, entona emocionado en las gradas (y el mismo personaje pone su voz a todos los himnos que suenan, salvo al de Espa?a, es de creer), con m¨¢s emoci¨®n aparente incluso (aunque lleva una chuleta con la letra) que el equipo femenino de marat¨®n ¨ªtalo, en cuyo honor suena, pasa, de repente, Francis Obikwelu vestido de relevo portugu¨¦s, al que le falta poco para cumplir ya los 38 a?os, y un poco m¨¢s all¨¢ calienta para la final de 5.000m Nuria Fern¨¢ndez, que este s¨¢bado cumple justamente 38 a?os.
Y entonces, viendo ese salto al pasado sobre un tart¨¢n tan moderno y duro que a los pesos ligeros ni se les clavan los clavos de las zapatillas, no era descabellado pensar que en las gradas estar¨ªa, cron¨®metro en mano y su pelo blanco huyendo del sombrero de explorador que siempre lleva, el mism¨ªsimo Manuel Pascua, el entrenador que, antes de que la Operaci¨®n Galgo se llevara por delante todas sus creaciones, llev¨® a ambos atletas a la cima de su carrera, que hizo a Obikwelu triple campe¨®n europeo (dos veces de 100m, una de 200m y plata ol¨ªmpica en Atenas de los 100m) y a Nuria Fern¨¢ndez campeona de Europa de 1.500m en Barcelona 2010. Fue solo un temor sin fundamento. A Pascua, si estuvo, no se le vio en el Letzigrund, aunque ambos atletas veteranos tuvieron lucidas actuaciones, y Obikwelu condujo a Portugal a la final de los relevos 4x100? en una semifinal en la que a los espa?oles, que tanto la hab¨ªan ensayado, se les cay¨® el testigo en el paso entre la segunda y la tercera posta, y la atleta del barrio de la Prosperidad termin¨® quinta en el 5.000m (la mejor actuaci¨®n hasta el momento de los desaparecidos fondo y semifondo espa?oles), una carrera que no le gusta nada porque tiene que ir demasiado tiempo sujetando los caballos y luego no encuentra el cambio, la chispa que antes le permit¨ªa arrasar en la ¨²ltima recta. ¡°Y eso que estaba Pavey, de 40 a?os, cuya victoria en los 10.000m me sirvi¨® de est¨ªmulo, me motiv¨®¡±, dijo Fern¨¢ndez.
Nunca un triplista espa?ol hab¨ªa llegado tan lejos en unos Europeos al aire libre
El retorno al presente y casi al futuro del atletismo espa?ol no lo propiciaron el resto de los relevos. Ni el corto femenino, formado por tres atletas casi juveniles y la veterana Estela Garc¨ªa, que termin¨® 14? de 16, ni el largo masculino, m¨¢s decepcionante porque se esperaba m¨¢s de ellos, y termin¨® noveno, a seis d¨¦cimas de la final solamente. El regreso a la esperanza fue cuesti¨®n de unos cuantos brincos y botes, fue cosa de los triples saltos de Ruth Ndoumbe, quien se define como ¡°un poco trotamundos¡±, porque naci¨® en Madrid, hija de padre camerun¨¦s y madre guineana. Y ha vivido en Galicia y entrenado en Madrid y en Soria y finalmente en Valencia, donde se ha asentado y donde parece haber asentado su personalidad conviviendo con la cuatrocentista de bronce Indira Terrero (¡°es mi familia, como mi hermana mayor¡±, dice), compartiendo entrenamientos con Rafael Blanquer y ambiciones consigo misma. Y rabia. ¡°He competido muy mal¡±, dijo, sorprendiendo a la concurrencia que llegar¨ªa a la zona mixta extasiada despu¨¦s de haber terminado cuarta, con un salto de 14,14m, en la final del triple ganada por la gran favorita, la ucrania Olha Saladukha (14,73m).
Y el enfado no era por el cuarto puesto, que es el mejor conseguido nunca por un saltador o saltadora de triple espa?ol en unos Europeos al aire libre, y que adem¨¢s era el que le correspond¨ªa (se qued¨® a 32 cent¨ªmetros del bronce), sino por la marca. ¡°Quer¨ªa hacer marca personal, y me he quedado a un cent¨ªmetro¡±, dijo, con el inconformismo propio de los j¨®venes que est¨¢n cambiando la cara del atletismo espa?ol. Los t¨¦cnicos creen que Ndoumbe, de 27 a?os y quien ha dado un salto de calidad (ha mejorado en medio metro su mejor marca de otros a?os) y de regularidad en 2014 (¡°quiz¨¢s ha influido el tiempo que estuve este invierno en Los ?ngeles aireando la cabeza¡±, dice), vale 14,30m, un salto que la propulsar¨ªa en el ranking, siempre detr¨¢s de Carlota Castrejana, pero por delante de Ana Peleteiro y Patricia Sarrapio. Ella es modesta: ¡°Me habr¨ªa conformado con un 14,19m¡±.
Aunque, como recuerdan los viejos hubo tiempos en los que con 14,37m una saltadora como Castrejana se quedaba fuera de una calificaci¨®n o uno como Ra¨²l Chapado pod¨ªa quedarse fuera de la mejora con 16,80m, el actual momento bajo de los saltos europeos no significa que Europa haya dejado de ser la gran potencia mundial en la especialidad. Para asentar esos cimientos como base para el futuro, el domingo Eusebio C¨¢ceres, en longitud, y Ruth Beitia, en altura, con posibilidades de medalla ambos, volver¨¢n a poner a Espa?a a los pies de sus saltarines.
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