La imparable ca¨ªda de ¡®Gazza¡¯
Varios medios brit¨¢nicos publican fotograf¨ªas de un muy deteriorado Gascoigne Leyenda del f¨²tbol ingl¨¦s y personaje de excesos, fue un jugador inimitable y genial
Han pasado 24 a?os desde que Paul Gascoigne derramara l¨¢grimas de rabia en el Mundial de Italia, cuando una tarjeta amarilla le priv¨® de jugar la final del torneo si es que su Inglaterra venc¨ªa en la semifinal a Alemania. Ten¨ªa entonces 23 y se pas¨® varios minutos llorando sobre el c¨¦sped, trotando tras el bal¨®n desconsolado, metido a¨²n en el partido. Incr¨¦dulo ante algo que no le pod¨ªa estar sucediendo a ¨¦l, a Gazza, una figura rebosante de confianza. Era ya casi un mito del f¨²tbol ingl¨¦s, un tipo genial con y sin bal¨®n, proveedor de infinitas an¨¦cdotas y amado sin reservas por todas las hinchadas que tuvieron la suerte de verle jugar. Pero Gascoigne, como algunos otros grandes, como Best, Garrincha o Juanito, siempre fue excesivo en todo lo que hac¨ªa.
El tiempo ha pasado y hoy su imagen dista mucho del chaval de insolencia entra?able que encabez¨® a toda una selecci¨®n inglesa en los noventa. Varias fotograf¨ªas publicadas en el Guardian, Daily Mirror y The Sun muestran al ingl¨¦s muy mermado f¨ªsicamente y a punto de ser conducido a un hospital tras desplomarse en la puerta de su casa con una botella de vodka en la mano. Seg¨²n el Mirror, el casero de Gascoigne, harto de las quejas de los vecinos y de las broncas diarias en el inmueble, orden¨® el desalojo del jugador del caro ¨¢tico que habitaba en Sandbanks. Gazza, tras m¨²ltiples rehabilitaciones, hab¨ªa vuelto a caer.
Tan solo hace una semana, Gascoigne, a sus 47 a?os, hab¨ªa firmado por el Abbey Windows para jugar en una liga equivalente a la regional espa?ola. Su anterior aparici¨®n deportiva se remonta a 2004, cuando disput¨® cinco encuentros con el Boston United en la League Two, lo que ser¨ªa la cuarta categor¨ªa en Espa?a. Harry Redknapp, uno de los pesos pesados del f¨²tbol ingl¨¦s y actual t¨¦cnico del QPR, sali¨® al quite cuando se enter¨® de a qu¨¦ poco lustroso club iba a prestar sus servicios Gazza. "Le vi hace un mes y le dije: 'Te recoger¨ªa por las ma?anas para que vinieras a entrenar conmigo y trabajaras con el equipo juvenil'. Me encantar¨ªa que lo hiciera", asegur¨®. "Es un gran t¨ªo y es triste ver lo que le ha pasado y c¨®mo est¨¢ en estos momentos. Tiene un coraz¨®n de oro. Probablemente ha gastado hasta su ¨²ltimo penique, pero ¨¦l es as¨ª".
Gazza (uno de sus profesores no sab¨ªa pronunciar la s y de ah¨ª surgi¨® su apodo m¨¢s universal) tiene varios nombres: G-8, Gazza-sapiens, Pr¨ªncipe de los payasos. Hijo de familia humilde, criado en Gateshead, se aliment¨® deficientemente desde que era un canijo. Aprendi¨® sus trucos en la calle como tantos talentos volc¨¢nicosy cultiv¨® malos h¨¢bitos de los que le ser¨ªa dif¨ªcil librarse. Y a sus 23, salvando las distancias, Gascoigne desat¨® algo parecido a la beatlemania de los sesenta. Tras su llanto en el memorable Inglaterra-Alemania del Mundial, algunos, alentados por los tabloides brit¨¢nicos, empezaron a hablar de gazzamania. Hab¨ªa nacido uno de los personajes que m¨¢s pasiones y controversias despertar¨ªa en el cuchicheo brit¨¢nico.
Con el ego por las nubes y sus problemas con el alcohol y las juergas en el dominio p¨²blico, Gazza dej¨® en la Eurocopa de 1996 su obra maestra. Ante Escocia, en la fase de grupos, se invent¨® un sombrero que acab¨® voleando a gol. Wembley enloqueci¨® y Gascoigne se confirm¨® como uno de los mediocentros estrella de Europa. Militaba entonces en el Glasgow Rangers y varios de los grandes quisieron hacerse con su diestra. Pero Gazza no quiso dar el salto. Ya hab¨ªa estado en el Newcastle, Tottenham y Lazio. Con los romanos firm¨® un contrato en 1992 de 450.000 euros por temporada y se pas¨® un a?o sin jugar. Ven¨ªa lesionado de gravedad de su ¨²ltimo partido con los spurs. La rodilla y sus grescas (le peg¨® una cabezazo a un periodista, entre otras) emborronaron su oportunidad de brillar en un club importante.
Tras su llanto en el memorable Inglaterra-Alemania del Mundial algunos empezaron a hablar de gazzamania
Pas¨® por Middlesborough, Everton, Burnley, Gansu Tiama y Boston United, su ¨²ltimo club. El descenso deportivo de Gazza corri¨® de la mano del personal. Se retir¨® del f¨²tbol en 2004 y le plant¨® batalla a su adicci¨®n. "Soy un alcoh¨®lico", dijo en 2004 de paso por Madrid. "Pero no bebo desde hace 22 meses. Comet¨ª muchos errores que arruinaron mi carrera y espero que los j¨®venes hayan aprendido la lecci¨®n", admiti¨®. La calma no le dur¨® mucho a Gascoigne y los episodios se siguieron sucediendo en el tiempo. Hace un a?o, ebrio, agredi¨® a sus familiares durante un viaje a Londres. Pidi¨® ayuda en numerosas ocasiones y en 2008 trato de suicidarse. Altern¨® sus ca¨ªdas con actos ben¨¦ficos, colaboraciones musicales e intentos familiares de que se rehabilitara, como los que recogi¨® Channel 4 en el documental Surviving Gazza.
Aquel Gascoigne de los noventa, ese que burl¨®n le sacaba una amarilla a un ¨¢rbitro despu¨¦s de recogerle las tarjetas del c¨¦sped (se le hab¨ªan ca¨ªdo), emocion¨® con su carisma en el terreno de juego a una generaci¨®n de ingleses. Entr¨® en la historia el d¨ªa de sus l¨¢grimas, cuando Inglaterra perdi¨® la semifinal ante Alemania en los penaltis. Gazza, que ya sab¨ªa que no podr¨ªa jugar el partido definitivo, no tir¨® ninguno.
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