El d¨ªa que llovi¨® caf¨¦
Dos colombianos triunfan al ganar Anacona la etapa y Quintana convertirse en l¨ªder
No era un d¨ªa cualquiera y por eso no pod¨ªa ser una etapa cualquiera ni tener un ganador cualquiera. Bajo el aguacero y con el fresquito en el cuerpo, pues gan¨® un colombiano y no un colombiano cualquiera. A sus padres, Rodrigo Antonio y Edna no les gustaban los nombres y a ¨¦l le pusieron Winner, a su hermana mayor Angie Yorani y al peque?o, Brian Estheinger. Todo muy clarito y sencillo. Nada de un nombre cualquiera sino un nombre adecuado sobre todo para alguien que va a competir encima de una bicicleta. Y Winner gan¨® en Valdelinares a base de fe, huyendo del pelot¨®n general, de su pelot¨®n de fugados y de las gotas de lluvia que seguramente le helaban las piernas.
Pero las etapas de monta?a tienen siempre varios ganadores (aunque solo hubiera un winner). Y el segundo vencedor fue Nairo Quintana que se convirti¨® en nuevo l¨ªder. El tercero en disfrutar fue Alberto Contador, el primero de los cinco ases que decidi¨® lanzarse al ataque en los dos ¨²ltimos kil¨®metros visto que tanto Froome como Valverde flaqueaban. Purito Rodr¨ªguez y Nairo resistieron y alcanzaron al de Pinto en la llegada. Si Annacona fue el vencedor real, Quintana fue el vencedor general y Contador, el vencedor moral. No hay duda: el de Pinto est¨¢ en buena forma
Hab¨ªa llegado el sol, el viento. Solo faltaba el agua, la tormenta, para que la Vuelta antes del primer descanso en Zaragoza hubiera tenido de todo: esprines, escapadas sin sentido, escapadas consentidas, una llegada en alto culminada al espr¨ªn entre los elegidos, abanicos que cortan como cuchillas de afeitar, ca¨ªdas varias, cabreos y sonrisas. Faltaba el agua y lleg¨® a borbotones. Agua para que la ¨¦pica fuera total y para vaciar un tanto la meta de Aram¨®n, hasta la tormenta, repleta de cicloturistas y espectadores llegados de Catalunya, Arag¨®n y Valencia. Los ciclistas miraban al suelo y los espectadores al cielo tratando de adivinar el destino de aquellas nubes negras que amenazaban con l¨¢grimas negras. Y a veces cumpl¨ªan la amenaza.
No era d¨ªa para llaneros solitarios, conven¨ªa rodar en grupo y por eso la escapada fue masiva, m¨¢s parecida a un corte en el pelot¨®n que a una fuga. La ¨¦pica la pon¨ªa la lluvia y ya era suficiente como para a?adirle el esfuerzo y el sufrimiento de alg¨²n lobo estepario que quisiera transitar entre una nube de pinares, tras dejar los secanos de Albacete. Y vaya que si llovi¨®. Fue un salto brutal de los 29 agrados de Albacete a los bastante menos de Valdelinares, del sol pasado al fresquito presente y futuro. Ni la lluvia ni el frio frenaron la marcha. El colombiano Anacona huy¨® del calor y de la compa?¨ªa y comenz¨® a desgranar la fuga que ya adquir¨ªa la condici¨®n de rosario desencajado. Con ¨¦l se fueron el luxemburgu¨¦s Jungels y el espa?ol Javi Moreno. El Movistar quer¨ªa tenerlo todo controlado por delante y por detr¨¢s. Por detr¨¢s se exhib¨ªa Kiryienka tirando del pelot¨®n literalmente a pecho descubierto: la cremallera del maillot a la altura del ombligo y la lluvia chocando contra su pecho. La ¨¦pica en estado puro.
Aunque la batalla real no hab¨ªa comenzado. Los cinco favoritos se reservaron para los ¨²ltimos kil¨®metros. Caminaban juntos, vigil¨¢ndose, mir¨¢ndose de medio lado. Calculando el momento en el que el ataque causar¨¢ mayores estropicios. El primero que cedi¨® fue el brit¨¢nico Froome que no anda precisamente en su mejor momento. Valverde tambi¨¦n se atragant¨® en ese tramo final y Contador quiso rematar la faena con un ataque demoledor. Se irgui¨® sobre la bici y comenz¨® su baile particular. El resto dud¨® hasta que Purito, apoyado por su compa?ero Vorganov fue acerc¨¢ndose a su rival. A punto de pillar su rueda, Contador volvi¨® a levantarse y dio su segundo estir¨®n. Buscaba Contador el maillot rojo, pero el resto tambi¨¦n, y poco a poco, apretando las mand¨ªbulas, Purito y Nairo le alcanzaron en la l¨ªnea de meta. Valverde y Froome los vieron de lejos.
Pero era el d¨ªa de Colombia, aunque en la fiesta, la estrella principal fue Contador. Pero en la meta de Valdelinares esta vez s¨ª llovi¨® caf¨¦
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