Enorme mazazo

En la peor actuaci¨®n que se le recuerda a esta generaci¨®n, Espa?a dijo adi¨®s a su sue?o. Tras un partido horrible, superado desde el primer momento por el rival y la tensi¨®n, el equipo espa?ol cierra una etapa incre¨ªble, por lo conseguido y los muchos a?os que se ha mantenido casi sin tacha en lo m¨¢s alto, con un batacazo cuyas consecuencias todav¨ªa es pronto para poder vaticinar. Todo lo que pod¨ªa salir mal sali¨® mal y la lista de aspectos donde estuvo deficiente el equipo abarcan al juego y al ¨¢nimo. Impreciso hasta la exasperaci¨®n, sin el cuajo necesario, incapaz de superar las trampas que puso Francia sobre la cancha a partir de su exultante f¨ªsico, la esperada fiesta fue convirti¨¦ndose poco a poco en una funeral.

La responsabilidad en el fracaso de Orenga, el seleccionador, es incuestionable

Teniendo en cuenta la diferencia que exist¨ªa entre el potencial de Francia y el de Espa?a, demostrada durante todo el torneo, la opini¨®n generalizada era que para que se produjese un accidente, tendr¨ªan que salir demasiadas cosas mal, lo que induc¨ªa al enorme optimismo que reinaba en el ambiente. Pues bien, recordando a todos que el deporte no es una ciencia exacta, todas esas circunstancias adversas se fueron dando una a una. Empezando por la puesta en escena de Pau Gasol, que durante todo el primer tiempo dio la sensaci¨®n de estar m¨¢s tieso de lo que se hab¨ªa anunciado. A diferencia de otros d¨ªas, donde marcaba diferencias desde el principio, el equipo sali¨® fr¨ªo, qui¨¦n sabe si destemplado por los problemas f¨ªsicos de su estrella.

El plan de Francia se sab¨ªa de antemano. Defensa dur¨ªsima, carga del rebote ofensivo y en la duda, arriesgarse a un tiro exterior antes que dejar que el tan aclamado juego interior de Espa?a les hiciese da?o. Bien, por muy anunciado que estuviese, parece que nos cogi¨® de nuevas porque en ning¨²n momento logramos superar ninguna de las l¨ªneas b¨¢sicas de su estrategia.

Anotamos con cuenta gotas, el porcentaje de triples fue paup¨¦rrimo, nos cogieron tropecientos rebotes ofensivos y cada vez que uno de nuestros p¨ªvots recib¨ªa el bal¨®n, se encontraba rodeado. Aun as¨ª fue soprendente observar el rendimiento de Marc Gasol, desconocido, improductivo hasta decir basta. Serge Ibaka tampoco aport¨® gran cosa y a Orenga le van a crujir por no haber dado minutos a Felipe Reyes.

La ¨²nica Espa?a medianamente reconocible apareci¨® despu¨¦s del descanso, cuando apret¨® los dientes en defensa y provoc¨® varios ataques en los que Francia no pudo ni lanzar a canasta. Pero su desacierto ofensivo termin¨® por tirar por la borda todo su esfuerzo.

Collet dio un 'clinic' con sus planteamientos, Diaw hizo un da?o tremendo y Huertel termin¨® mat¨¢ndonos

Lo intent¨® Pau, pero los dem¨¢s estaban tan fuera de foco que la defensa francesa acab¨® por limitarle. Aun as¨ª, a¨²n jugando entre mal y peor, el partido lleg¨® vivo al territorio de definici¨®n, donde se cumpli¨® aquello que lo mal empieza, mal acaba. No se encontraban buenas posiciones, una y otra vez se terminaba con tiros impropios y los jugadores terminaros desquiciados por su impotencia.

No ser¨ªa justo el no destacar que los partidos los juegan dos equipos, y que Francia estuvo espl¨¦ndida, sacando petr¨®leo de un colectivo que dista mucho de todo lo que podr¨ªa ofrecer. Pero Collet dio un clinic con sus planteamientos, Diaw nos hizo un da?o tremendo y cuando vieron cerca su haza?a, en lugar de dudar elevaron prestaciones, con menci¨®n especial a Huertel, que termin¨® mat¨¢ndonos.

El enorme fracaso que supone esta derrota va a traer cola, eso seguro. Empezando por el entrenador, cuya responsabilidad es incuestionable, y siguiendo por un futuro que habr¨¢ que gestionar adecuadamente. Pero eso ser¨¢ a partir de ma?ana. Hoy lo que queda es un partido que ni en la peor de nuestras pesadillas nos hab¨ªamos imaginado.