Luis Enrique afirm¨® nada m¨¢s llegar al Camp Nou que aspiraba a generar una competencia feroz en la plantilla del Bar?a. La respuesta de los futbolistas ha sido inequ¨ªvoca si se examina el comportamiento de sus internacionales en los dos ¨²ltimos partidos de selecciones: algunos han renunciado por molestias f¨ªsicas (Messi y Piqu¨¦), otros han regresado antes de tiempo (Bartra y Bravo) y los j¨®venes de la cantera convocados han sido mayoritariamente protagonistas (Halilovic, Bagnack, I¨¦, Ondoa y muy especialmente Sandro y Munir). Al entrenador le corresponde ahora gestionar el esfuerzo y el talento, y sobre todo seleccionar bien a los futbolistas id¨®neos de cara a los pr¨®ximos encuentros, el primero el s¨¢bado contra el Athletic. A la espera de Luis Su¨¢rez, suspendido hasta el 25 de octubre, d¨ªa en que podr¨¢ jugar en el Bernab¨¦u (18.00 horas), sorprende la presencia de delanteros de la Masia despu¨¦s de una ¨¦poca presidida por los centrocampistas y por la figura del medio centro o 4.
El futbolista del momento es el zurdo Munir El Haddadi. Jugador de ¨¢rea, tira buenos desmarques, se asocia bien y remata de f¨¢bula, es muy concreto en un equipo con tendencia a la ret¨®rica. A algunos analistas como Ricard Torquemada les evoca la figura del madridista Ra¨²l. La progresi¨®n del delantero de 19 a?os solo tiene comparaci¨®n con la de Messi. Munir empez¨® el a?o jugando en el juvenil B, plantel al que perteneci¨® dos temporadas, y lo ha acabado en el primer equipo despu¨¦s de pasar por el juvenil A y el filial de Eusebio: cuatro equipos distintos en 2014. Las previsiones apuntan a que combinar¨¢ sus actuaciones en el Miniestadi y el Camp Nou y, por tanto, se supone que se retocar¨¢ su contrato y tambi¨¦n su cl¨¢usula de rescisi¨®n, que pasar¨¢ de 12 a 35 millones de euros, el cambio habitual cuando se deja el Bar?a B por el Barcelona.
Aunque los precedentes invitan a ser prudentes con la carrera de Munir, y m¨¢s si se tienen en cuenta casos como los de Bojan o Christiansen, el madrile?o ya supo ser paciente antes de su debut contra el Elche. No solamente acept¨® descender de equipo de forma moment¨¢nea para determinados partidos, ejemplificados en la final de la pasada Champions juvenil, donde marc¨® un gol de bandera al Benfica, sino que asumi¨® que inicialmente sus compa?eros de generaci¨®n tomaran ventaja en el camino al Camp Nou: Sandro Ram¨ªrez, Jean Mari Dongou y, un a?o menor, Toni Sanabria, internacional con Paraguay y traspasado en enero por 4,5 millones de euros al Roma. Dongou, que renunci¨® a la ¨²ltima convocatoria de Camer¨²n, es ahora el m¨¢ximo goleador del filial (cuatro tantos en tres partidos) despu¨¦s de ser el delantero de la cantera preferido el ejercicio pasado por Tata Martino, y Sandro, autor del gol decisivo en Vila-real, ocup¨® en la selecci¨®n sub-21 la plaza que dej¨® vacante Munir por su fulgurante estreno con la selecci¨®n absoluta en Valencia.
El delantero de 19 a?os ha jugado en cuatro equipos en un a?o como Messi
Protagonista ya en la pretemporada (marc¨® dos tantos en cuatro partidos cuando el a?o pasado anot¨® cuatro en 11 con el filial) y goleador en su estreno en la Liga, Munir ha tomado la delantera respecto a Dongou y Sandro. Los tres son m¨¢s nueves que sietes, circunstancia que abonar¨ªa la percepci¨®n de que la factor¨ªa de arietes ha aumentado en la misma producci¨®n que disminuy¨® la de extremos, precisamente en el momento en que Luis Enrique ha decidido jugar con tres delanteros por dentro y dejar la banda a los laterales, Alves y Jordi Alba. No parece casual tampoco que se haya cedido a Deulofeu al Sevilla y se hayan ido Tello y Cuenca.
Ahora parten los 7 y los 11 cuando antes eran los 9 (Oriol Riera, Bojan, Jonathan Soriano, Sergio Garc¨ªa, Luis Garc¨ªa, Nolito, Guerra, Araujo y, si se quiere, en un inventario que da para mucho nombres, Giovani y Jeffren). Hubo an¨¢lisis que hablaban del efecto Messi sobre La Masia: las perspectivas que ten¨ªa cualquier joven de jugar de delantero centro en el Camp Nou eran nulas mientras tuviera cuerda el n¨²mero 1 que viste el 10. Pep Guardiola ubic¨® a Messi como falso nueve despu¨¦s de debutar con Frank Rijkaard como extremo, un puesto desde el que tambi¨¦n se arrancaron a veces jugadores como Neymar, Eto¡¯o, Villa, Ronaldinho, Henry, Rivaldo, Stoichkov o Lineker. Los extremos, puros o reciclados, fueron una especie protegida en el Bar?a desde la llegada de Johan Cruyff. Y contin¨²an teniendo su importancia incluso con la irrupci¨®n de Munir, Sandro y Dongou. Los ejemplos de Adama, Moha o Carles P¨¦rez avalan su supervivencia de la misma manera que la figura del mediocentro que marca el estilo parece garantizada con Sergi Samper, cerebro del Barcelona B, dispuesto a continuar la saga (Guardiola, Xavi, Iniesta y Busquets, tan decisivos que provocaron la partida de jugadores como Motta, Thiago, Xavi Torres u Oriol Romeu).
Se buscan delanteros r¨¢pidos, habilidosos e imaginativos¡± Eusebio, entrenador del Bar?a B
¡°No hay que sacar falsas conclusiones¡±, advierte Eusebio. ¡°No es una cuesti¨®n de si hay m¨¢s nueves que sietes sino que depende de cada generaci¨®n¡±, a?ade. ¡°Lo que est¨¢ claro para el club es la captaci¨®n, y para las posiciones de ataque se opta por jugadores r¨¢pidos, habilidosos e imaginativos¡±. Ya sea una cuesti¨®n o no de rachas, especialistas como el periodista Oriol Dom¨¨nech sostienen que la pol¨ªtica formativa del Bar?a apuesta cada vez m¨¢s por la competitividad y el resultado, por nueves goleadores en sus clubes de origen, como es el caso de Sandro y Munir. Hay la tendencia, por lo dem¨¢s, a situar al mejor jugador del equipo en el puesto de 9 o falso nueve y, por otra parte, los extremos se reciclan como interiores a fin de participar m¨¢s en el juego por dentro, estar m¨¢s en contacto con el bal¨®n. El futuro del 7 o del 11, tal como fueron concebidos, como jugadores que abren el campo y aguardan la pelota, est¨¢ en entredicho, y m¨¢s desde el Mundial 2014.
Luis Enrique tambi¨¦n ha optado por evolucionar el estilo del Barcelona. La prioridad es juntar a los tres delanteros m¨¢s cerca del ¨¢rea y de la porter¨ªa, de manera que el plan B, simbolizado en Larsson ¡ªel ariete al que se recorr¨ªa en tiempos de Rijkaard cuando se necesitaban goles¡ª qued¨® incorporado al A. Messi parece mezclar bien con Neymar y sobre todo con los chicos de la cantera Munir y Sandro. Habr¨¢ que ver qu¨¦ pasa con Luis Su¨¢rez. Al uruguayo le aguarda el reto de combinar bien con el 10 despu¨¦s de las experiencias vividas con Eto¡¯o, Villa o Ibrahimovic.
Los delanteros centro vuelven a ser figuras en el Bar?a. Incluso en La Masia. Y no parece que la causa sea solo la sanci¨®n a Luis Su¨¢rez y el castigo de la FIFA.
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