Un cruce en el infierno
Espa?a busca evitar el descenso en Brasil, sin sus dos mejores tenistas y con jugadores inexpertos: ninguno tiene victorias individuales.
El aviso est¨¢ en la hemeroteca y llega por boca de Guga Kuerten, exn¨²mero uno mundial brasile?o: ¡°Es cierto que la torcida insult¨® constantemente a los jugadores espa?oles. Pero eso lo encuentras en cualquier campo de f¨²tbol¡±. Las palabras fueron pronunciadas en 1998 y retratan lo que le espera a Espa?a en su visita a S?o Paulo, donde la selecci¨®n se juega la permanencia en el Grupo Mundial, del que no desciende desde 1995: un infierno, y la vuelta de un cl¨¢sico del tenis de los 90 al que La Roja acude sin sus dos mejores tenistas por r¨¢nking (Rafael Nadal y David Ferrer), con Roberto Bautista como l¨ªder, y con la baja por lesi¨®n de Marcel Granollers, que ha sido sustituido por Pablo And¨²jar. En dobles jugar¨¢n la pareja formada por Marc L¨®pez y David Marrero. Los t¨¦cnicos de la Federaci¨®n se preparan para embridar a un grupo inexperto, en el que ning¨²n jugador puede presumir de una victoria individual durante una eliminatoria en juego en la competici¨®n, y que se enfrenta a una grada con sabor a f¨²tbol.
¡°El p¨²blico ser¨¢ hostil, sin ninguna duda¡±, resume Carlos Moy¨¤, el seleccionador, que tambi¨¦n fue protagonista en aquella eliminatoria ganada a domicilio por Espa?a y en la que tuvo que disculparse Kuerten. ¡°Tendr¨¦ que mentalizarlos para que se esperen cualquier cosa. Ser¨¢ bullicioso, ruidoso, diferente al p¨²blico que se hayan encontrado nunca, porque la gente va a estar muy encima, agobiando, intentando despistarnos como puedan. Hay que estar muy centrados, muy mentalizados¡±, avisa el t¨¦cnico, que vuelve a confiar en Bautista, como en la derrota de primera ronda (Alemania, 5-Espa?a, 0). ¡°Tiene madurez para ser el l¨ªder¡±, describe Moy¨¤ del castellonense, que ha pasado del n¨²mero 73 al n¨²mero 15 en lo que va de temporada y acaba de comenzar a trabajar con Javier Piles, el ext¨¦cnico de David Ferrer, toda una garant¨ªa. ¡°Cada uno tiene una esencia que no se puede cambiar, y creo que ¨¦l asumir¨¢ perfectamente tener al p¨²blico en contra¡±, a?ade el exn¨²mero uno mundial. ¡°Yo intentar¨¦ potenciarle la tranquilidad. La temporada de Rober es espectacular¡±, sigue. ¡°En Australia, donde gan¨® a Del Potro, intu¨ª que era un jugador muy por encima del r¨¢nking que ten¨ªa entonces. Se intu¨ªa su recorrido, su proyecci¨®n, independientemente de la edad que tenga: 25 a?os, porque ha madurado m¨¢s tarde¡±, subraya. ¡°Ahora le llevar¨¢ tiempo asentarse, porque por su nuevo estatus en muchos partidos es el rival a batir. De cara a intentar llegar al top-10, es uno de los que est¨¢ ah¨ª, le queda un trecho, pero tiene un juego distinto a lo que se ve por el circuito. Le veo capaz de dar el salto¡±, cierra.
El pulso Espa?a-Brasil no es cualquier cosa. Cuando la Davis era todav¨ªa una quimera para La Armada, los dos pa¨ªses se cruzaron en dos eliminatorias que les marcaron al rojo vivo. En 1998, el equipo de Moy¨¤ y Alex Corretja fue capaz de voltear el marcador para imponerse 2-3 en el parque de Moionhos de Vento. Un a?o despu¨¦s, y tambi¨¦n en primera ronda, el grupo de Kuerten y Fernando Meligeni se cobr¨® la venganza en Lleida, una victoria para la historia: se impuso la canarinha, que es la ¨²ltima selecci¨®n capaz de derrotar a la espa?ola en la Pen¨ªnsula (24 cruces seguidos ganados, 15 a?os invicta) o sobre tierra batida (26). Pasados los gloriosos tiempos de Kuerten, el hombre que dibujaba corazones sobre la tierra de Roland Garros, Brasil alinea a Bellucci, el n¨²mero 83; y a Souza, el n¨²mero 201; adem¨¢s de a un doble m¨¢s que distinguido: Melo y Soares.
Por segundo a?o consecutivo, Espa?a se juega perder la categor¨ªa: s¨ªntoma de que tras cinco t¨ªtulos de la Davis, todos desde 2.000, aquel sue?o que defendi¨® el Moy¨¤ jugador en Brasil ya no tiene el mismo eco entre los tenistas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.