El riesgo de apostar por ¡®El Palomo¡¯

Las ¨²ltimas noticias de Asier Illarramendi le sit¨²an dichoso, sonriente, a lomos de un pottoka, especie end¨¦mica de caballo enano del Pa¨ªs Vasco. La foto circul¨® esta semana por las redes sociales. No extra?¨® a nadie y mucho menos a sus viejos compa?eros de la Real Sociedad. Ah¨ª, cari?osamente, le siguen llamando El Palomo.

La baja de Khedira por lesi¨®n y los problemas derivados de la falta de centrocampistas puros han sumido al Madrid en la incertidumbre tras el 4-2 de Anoeta. El derbi del s¨¢bado, contra el Atl¨¦tico, ha introducido un potente elemento t¨¢ctico en las discusiones. Algunos hablan de recuperar a Illarra, el ¨²nico centrocampista disponible adem¨¢s de Kroos y Modric, por quien el club pag¨® cerca de 40 millones de euros hace un a?o. Su oficio de distribuidor, su sentido del tiempo y la organizaci¨®n, pueden convertirle en una pieza muy ¨²til. Pero su car¨¢cter distra¨ªdo, y los nuevos fichajes estrat¨¦gicos de la instituci¨®n, no ayudan a aclarar el panorama.

Pocas veces un derbi suscit¨® tantas dudas futbol¨ªsticas en el seno del Madrid. La directiva, los jugadores y los empleados especulan sobre las posibilidades que ofrece la plantilla. Pero la realidad es que nadie sabe lo que planea el entrenador, Carlo Ancelotti, repentinamente forzado a tomar decisiones complicadas para estabilizar un proyecto sometido a cambios profundos e inesperados. Contra pron¨®stico, el t¨¦cnico se muestra m¨¢s distendido que nunca y asume cualquier contratiempo con filosof¨ªa. Va con la media sonrisa por delante, como diciendo, "a m¨ª que me quiten mi D¨¦cima", y guarda silencio.

En la Supercopa de Europa, sin Xabi Alonso, Khedira y Di Mar¨ªa, el equipo funcion¨® perfectamente

La victoria ante el Sevilla (2-0) en la Supercopa de Europa extendi¨® un sentimiento de reafirmaci¨®n en la directiva del Madrid y, en particular, en el presidente Florentino P¨¦rez. El mandatario sinti¨® que la final serv¨ªa para verificar que sus convicciones eran perfectamente realizables. Sin Xabi Alonso ¡ªsancionado¡ª, sin Khedira ¡ªen la grada¡ª, y sin Di Mar¨ªa ¡ªfuera de forma¡ª, el equipo funcion¨® perfectamente. Kroos, Modric y James, formados por primera vez en el mediocampo, se bastaron para barrer al Sevilla.

La Supercopa se convirti¨® en la constataci¨®n, a ojos de los dirigentes, de que era posible armonizar el equipo en torno de los nuevos fichajes, prescindiendo de los veteranos. As¨ª se lo recordaron a Ancelotti cada vez que manifest¨® dudas acerca de la viabilidad de una plantilla equilibrada sin Di Mar¨ªa o Alonso.

Ancelotti puede repetir el esquema de la Supercopa y ampararse en el precedente exitoso. O puede dar otra oportunidad a El Palomo, su futbolista m¨¢s pueril, y esperar que esta vez no meta la pata.