La NBA tiene un formato mejor
La liga estadounidense elige a su campe¨®n cribando m¨¢s el terreno
La derrota de Espa?a ante Francia en los cuartos de final del Mundial no me parti¨® el coraz¨®n. El baloncesto es un juego, y los juegos no tienen ninguna relevancia en mi vida a no ser que en ellos intervenga un monstruo cargado de armas que me plantea acertijos para permitirme cruzar su puente. Pero s¨ª que me sent¨ª decepcionado. Como casi todos los que saben algo del Mundial de este a?o, yo quer¨ªa ver a Espa?a jugar contra Estados Unidos en la final; como muchos de ellos, quer¨ªa ver a Espa?a derrotar a Estados Unidos en la final.
Una vez hube digerido que no iba a obtener lo que quer¨ªa del Mundial de este a?o, mi cerebro dirigi¨® su atenci¨®n a hacer duros reproches por el formato del campeonato mundial. La NBA es mucho mejor, me dec¨ªa, porque la NBA proclama a su campe¨®n bas¨¢ndose en una extenuante serie de siete partidos que no puede por menos que cribar el terreno para el que m¨¢s merece la victoria. Si el Mundial hubiese utilizado el mismo formato, habr¨ªamos tenido el resultado que merec¨ªamos.
Pero una observaci¨®n importante que hacer sobre mis ideas iniciales es esta: no siempre son correctas. Es posible que el Mundial haya entendido algo.
Porque, ?no es verdad que la vida se parece m¨¢s a un campeonato a un solo partido que a una serie de siete?
Para aquellos de nosotros lo suficientemente inteligentes como para cambiar la rueda de un coche, el deporte no es solo una cuesti¨®n de los partidos en s¨ª. Descubrimos oportunidades de hablar de temas que, en la vida real, solo tratamos de pasada. El reciente esc¨¢ndalo de los Hawks de Atlanta y la raza proporciona un ejemplo excelente. Para los humanos suele ser dif¨ªcil hablar de la raza, pero si lo hacemos en el contexto del deporte siempre podemos retractarnos diciendo que solo est¨¢bamos hablando de deporte.
El deporte tambi¨¦n nos da acceso a la met¨¢fora. Durante gran parte de mi vida no entend¨ª el alboroto que se monta en torno al f¨²tbol, sobre todo en Europa, donde la afici¨®n a ese juego es aproximadamente 1.000 veces mayor que en mi pa¨ªs. Pero luego, cuando estaba viendo de mala gana un partido en Barcelona, un amigo me explic¨® que el f¨²tbol es como la vida: la mayor parte del tiempo no pasa nada y es algo sin importancia, pero en los pocos momentos en los que est¨¢ pasando algo, puede ser bello.
Cuando record¨¦ que a menudo el deporte es m¨¢s que los partidos, me di cuenta de que hab¨ªa sido pueril, de que, despu¨¦s de todo, puede que el Mundial tuviera algo profundo que decirnos. Porque, ?no es verdad que la vida se parece m¨¢s a un campeonato a un solo partido que a una serie de siete? Hacemos planes, trabajamos, nos esforzamos, para que luego llegue Francia a arruinarnos el d¨ªa, como un accidente de coche, un infarto o un paso delante del autob¨²s equivocado en el momento preciso.
As¨ª que disfruten de las comidas con sus amigos mientras los tengan. Emp¨¢pense de ese instante con su hijo mientras est¨¦ all¨ª. Vivan su vida ahora, antes de que se vaya. Y cuidado con Boris Diaw, porque con ¨¦l nunca se sabe.
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